Una acción de oro, o acción dorada, es un tipo de acción que otorga al titular de la misma la capacidad de anular cualquier decisión que se haya votado, aunque este no cuente con el porcentaje mayoritario del capital.Una fusión, nuevas alianzas, la venta de activos importantes, la entrada de nuevos
accionistas... Cuando queremos llevar a cabo determinadas iniciativas en una compañía cotizada, por lo habitual, debemos someter dicha iniciativa a votación en una junta de accionistas. De aprobarse, esta se llevará a cabo y, de rechazarse, se desechará la propuesta.
Cuando tenemos una acción de oro o una acción dorada, el titular de la misma, es decir, el que posee la
acción, puede anular el resultado de la votación, pues cuenta con lo que se conoce como "
derecho de veto". Gracias a este derecho, el accionista que posee la acción dorada puede vetar la decisión mayoritaria, aunque él no cuente con el porcentaje mayoritario como para que esto sea así.
De la misma manera, la acción de oro permite a su titular tomar decisiones de manera unilateral, utilizando ese mismo derecho que esta acción le confiere. Aunque su porcentaje sea del 1%, la acción dorada le permite tomar decisiones, independientemente de los resultados obtenidos en las votaciones. El derecho que le otorga este tipo de acción le permite controlar la compañía en muchos escenarios.
Y es que es preciso señalar que ese derecho a veto no le permite llevar a cabo todas las decisiones, así como vetarlas todas, pero sí hemos de señalar que si le permite hacerlo con las más importantes y aquellas que son trascendentales para la compañía, como las citadas anteriormente.
Aunque podemos encontrarlas en el sector privado, lo habitual de este tipo de acciones es verlas en el sector público. De hecho, a lo largo de la historia, las hemos podido ver en numerosas ocasiones. Por ejemplo, cuando comenzaron a privatizarse numerosas compañías públicas y salieron al
mercado, los Gobiernos acudían a este tipo de acciones para seguir controlando dicha compañía. De esta manera, podían seguir garantizando que se miraba por los intereses del Estado y no por los de los nuevos socios o accionistas.
Empresas como Repsol, Endesa, Telefónica o Iberia han tenido, o tienen, este método, es decir, un accionista dorado. Como decíamos, gracias a este método, estas empresas, entre otras cosas, pudieron protegerse de una posible compra externa no autorizada, por ejemplo.
¿Qué derechos otorga una acción de oro o acción dorada?
Como comentábamos anteriormente, el derecho político de la acción dorada prevalece sobre el del resto de los accionistas.
En otras palabras, hablamos de una acción que cuenta con la mayoría de derechos políticos, independientemente del porcentaje de acciones que posea su titular.
Debido a esto que comento, el titular de la acción dorada posee el derecho a veto, que le permite vetar las decisiones, así como llevar a cabo otras, independientemente del resultado de la votación y el porcentaje de capital que posea el titular de la acción de oro.
Como decía, no puede vetar, ni llevar a cabo, todo lo que quiera. Pero sí puede intervenir unilateralmente en aquellas situaciones más importantes y trascendentales para la compañía.
En lo que respecta al derecho económico, hemos de señalar que este tipo de acciones cuentan con el mismo derecho económico que cualquier acción ordinaria. En otras palabras, no reciben un mayor reparto de
dividendos, por ejemplo, pues, en este caso, la normativa establece que el reparto sí se ajuste al porcentaje de capital que posea el titular.
Por tanto, el principal derecho que nos otorga la acción de oro, o acción dorada, es el derecho a veto. Un derecho que da mucho poder a su titular.
Acción de oro en el sector privado: ¿libre mercado?
Como decía, lo habitual es encontrarnos este tipo de acciones en el sector público. No obstante, es preciso señalar que este tipo de acciones también podemos encontrarlas en el sector privado, y hemos de señalar que han sido duramente cuestionadas, pues si existencia, en cierta forma, viola el libre mercado y permite a un accionista minoritario controlar la compañía como si de una dictadura se tratase.
En un primer momento, estas acciones permitían a los Gobiernos hacer el proceso de transición que conllevaba privatizar una empresa sin necesidad de correr riesgos, como podía ser una OPA hostil por parte de inversores extranjeros.
Sin embargo, en una compañía privada, una acción de oro o acción dorada viola varios principios que ha llevado a las autoridades a discutir sobre este tipo de
activo. Pues hemos de señalar que esto mismo que comentamos motivó a numerosas autoridades, a lo largo de la historia, no solo a criticar este tipo de acciones, sino, también, a crear regulación al respecto para limitar su uso.
Con todo, hemos de señalar que este tipo de acciones siguen presentes en muchos países, y siguen siendo utilizadas por parte del sector público y del privado.
Prohibición de la acción de oro o acción dorada
Por último, es preciso señalar que lo señalado anteriormente, es decir, la polémica producida en torno a este tipo de acciones llevó a la Unión Europea a declararlas ilegales en el año 2000.
Como señalábamos, estas acciones eran bastante polémicas y quebrantaban diversos principios, como el principio de mercado único y el que hace referencia a la libre circulación de capitales.
Debido a esto que comento, la Unión Europea aplicó normativas para limitar el empleo de este tipo de acciones y, de la misma manera, acabar con su presencia en aquellos lugares en los que su utilización es, como decimos, muy polémico.