¿Cuánto cuesta un seguro de vida?

A la hora de saber cuánto cuesta un seguro de vida, es preciso conocer varios factores porque su precio siempre varía, especialmente entre unas compañías y otras. Algunas aseguradoras se centran en las personas mayores de 65 años, otras prefieren ofrecer opciones para gente joven y otras, incluso, deciden adecuarse a aquella gente que trabaja en profesiones específicas. De este modo…, ¡estate muy atento! Esto lo hacen con una curva de precios más o menos pronunciada y con las posibles coberturas adicionales. 

Antes de saber cuál es tu precio del seguro de vida deberás conocer cuáles son las variables que lo definen: el capital asegurado y la edad de la persona a proteger. Además, para las compañías será importante saber tanto tu profesión como tu estado de salud. Con esta información, las aseguradoras definen sus tarifas y las coberturas para poder calcular el precio. 

Al conocer a todas las aseguradoras del mercado, en Traetupóliza, ofrecemos una herramienta de comparación propia con la que podrás obtener y enterarte los mejores precios y coberturas en función de tu perfil. Así, conocerás el precio de tu seguro de vida en un momento.
Comprueba tu precio en el comparador de seguros de vida. 

En realidad, el cálculo, para que seas consciente de cuánto vas a pagar por tu protección, es sencillo: multiplicar la tasa de riesgo de fallecimiento, que dependerá, directamente, de tu edad, por el importe que quieras asegurar. Para poder calcularlo deberás saber qué capital necesitas y así conocer el precio anual de tu seguro de vida. Entonces, la fórmula es, ni más ni menos:

                         Probabilidad de fallecimiento (según la edad) x Capital = Precio

Visto lo visto, el precio de un seguro de vida, más allá de los factores listados, también quedará condicionado por las tarifas y los planes de cada compañía. En el sector, aparecerán enormes diferencias en los precios que ofrecen unas aseguradoras y otras.

Para que atiendas a las notables diferencias, aquí te dejamos un ejemplo con cálculos reales del precio de un seguro de vida para una persona con una salud media, una profesión sin riesgo y asegurando un capital de 50.000€.

 Como has podido observar para una persona de 45 años con el mismo capital asegurado hay diferencias desde 56€ a 71€ en compañías de referencia. Pero ojo, que para los 65 años la compañía aseguradora más barata no es la misma que para los 45. ¿Por qué? Única y exclusivamente por las políticas que establece cada marca. Algo que también podemos observar en la edad máxima de contratación.

 Lo sabemos: el cambio de precio, y su subida, puede confundirte. Sucede, al fin y al cabo, porque el riesgo de fallecimiento está directamente relacionado con la edad; por lo tanto, la fecha de nacimiento es un factor que incide directamente en lo que vas a pagar por tu seguro de vida, especialmente cuando el tiempo pasa y estás asegurado. 

Según cumples años, el riesgo por tu fallecimiento va aumentando y, proporcionalmente, el precio lo hace igual. No obstante, en este contexto, siempre habrá importantes diferencias en la subida que aplican unas compañías y otras.

Para contestarte, primero, observa este gráfico: como ves, muestra cómo van aumentando los fallecimientos por edades, con datos reales recogidos por el INE, en 2018. De este modo, la explicación sobre el aumento de precio se aclara, pues el riesgo para las aseguradoras existe con el paso del tiempo y tu envejecimiento como asegurado.

Pese a esta consideración que aplican las compañías, hay que reconocer que el cambio en tu precio sucede por pura estadística, en todos los seguros es así: a mayor riesgo, mayor aumento en el precio. Igual que sucede con un seguro de hogar en una casa con una fecha de construcción anterior o con un seguro de coche con los conductores noveles.

Por eso, nuestro consejo siempre es que pienses por qué adquieres un seguro y es que es muy importante darle una finalidad al producto. El seguro de vida se contrata, esencialmente, para evitar un problema económico en la familia en unas circunstancias concretas. Así, encontrar el propósito de tu póliza permitirá un mayor ajuste, del capital y de su precio, a tus necesidades.