Aunque dependa de muchas circunstancias, generar rentabilidad del dinero que vas ahorrando suele ser la opción más deseable. Sin embargo, el tipo de inversión que escojas tiene que depender de tus objetivos y tu horizonte temporal esperado para la disposición de ese dinero. Para el caso concreto de objetivos de corto plazo, los depósitos bancarios son una opción interesante dada su seguridad. En el artículo de hoy veremos algunos consejos que puedes serte útiles antes de que empieces a invertir tu dinero en depósitos.
Consejos a tener en cuenta antes de dejar tu dinero en depósitos
Los depósitos tienen una serie de ventajas para tu dinero. Por ejemplo, su simplicidad y seguridad, ya que sabes cuánta rentabilidad vas a obtener desde el primer momento. Una rentabilidad que es fija, y no depende de ningún factor, excepto de la capacidad de pago de la entidad, evidentemente. Esto es muy útil para planificar tus finanzas, sobre todo tus flujos de efectivo en el corto plazo. Sin embargo, a pesar de su simplicidad, hay una serie de factores a tener en cuenta, incluso antes de conseguir uno de los mejores depósitos de España.
Ajustar el vencimiento del depósito a tu horizonte temporal
Puede parecer algo evidente, pero muchas veces no tenemos en cuenta el horizonte temporal a la hora de elegir una inversión. Y no te olvides de que un depósito no deja de ser una inversión. Por ejemplo, no es raro encontrarse a inversores que invierten en bolsa a corto plazo, con el fin de dar “un pelotazo”, cuando la renta variable tiene que destinarse siempre a objetivos a largo plazo.
- Rentabilidad:
- TAE 3,00%
Intereses
296 €
- Rentabilidad:
- TAE 2,75%
Intereses
68 €
- Rentabilidad:
- TAE 2,60%
Intereses
195 €
Este ranking está realizado por los expertos de Rankia según los productos mejor valorados.
Tienes que tener en cuenta que tu dinero va a estar inmovilizado durante el tiempo que dure el producto, y que, por tanto, no vas a poder disponer de él durante ese tiempo. Así pues, el objetivo para el que vaya destinado el depósito tiene que coincidir con el vencimiento del mismo. Y no hacerlo de esa manera será nocivo para tus ahorros, tanto por exceso como por defecto. Si necesitas el dinero antes de tiempo, te podrían aplicar alguna penalización, y si lo necesitas mucho después, perderá poder adquisitivo, es interesante saber que no todos los depósitos te ofrecen la cancelación anticipada.
Elegir un depósito que te otorgue una rentabilidad aceptable
No te olvides nunca de que no vas a poder disponer de tu dinero durante un determinado tiempo, lo cual constituye un importante coste de oportunidad. Este coste tiene que venir compensado por la rentabilidad que te vaya a dar el depósito. En otras palabras, por una baja rentabilidad podría no compensarte constituir un depósito, ya que puede haber otras opciones más atractivas en el mercado, por eso es importante tener una lista de puntos que ver antes de hacerte con un depósito.
Eso sí, lo que no es una opción es tener el dinero sin rentabilizar. Me refiero al dinero excedentario, al ahorro, lógicamente. Todo aquel dinero que tengas parado, es dinero que está perdiendo valor por la inflación. Si guardas 10.000 € debajo del colchón, al cabo de un año seguirás teniendo 10.000 €. Sin embargo, lo que es seguro es que no podrás comprar la misma cantidad de bienes y servicios que hace un año.
La rentabilidad de los depósitos suele venir definida a través de la TAE o Tasa Anual Equivalente. Esta tasa incluye todos los gastos asociados al producto en cuestión, de tal manera que hace que diferentes vehículos financieros sean comparables, eso sí, tal solo a efectos de rentabilidad. Si la TAE cambia una vez hayas adquirido el producto, no puedes volver a ingresar dinero en tu depósito una vez abierto, aunque tu rentabilidad sea más baja.
Cerciórate de la seguridad del producto y de la entidad
Como antes hemos comentado, y seguro que no lo has pasado por alto, lo único que puede afectar a la rentabilidad que obtengas por tu depósito es la capacidad de la entidad de devolverte tu dinero y pagarte los intereses pactados, es decir, su solvencia. Por ello es de vital importancia que escojas productos seguros de entidades solventes.
En España tenemos una figura que se encarga de garantizar hasta 100.000 € por titular y cuenta. Se trata del Fondo de Garantía de Depósito (FGD). Es una capa de seguridad adicional para los pequeños ahorradores, de manera que puedan estar seguros de que su dinero, independientemente de la capacidad económica de la entidad, les va a ser devuelto.
En general, todas las entidades de derecho español están adscritas a este fondo, sin embargo, nunca está de más que te asegures de ello, visitando la página web del FGD. Y, por otro lado, debes tener especial cuidado con las entidades radicadas en el extranjero. Los países miembros de la UE deben tener una legislación parecida a la española en este sentido. Pero es posible que no sea el mismo caso en los países que no sean miembros.
Por todo ello, siempre es muy importante verificar la solvencia y la jurisprudencia que le aplica a la entidad con la que vas a formalizar un depósito.