¿Cómo será 2022 en cuanto a salidas a Bolsa? Es una buena pregunta que, en plan historiador, algo en lo que soy un mero aprendiz como en casi todo, responderemos a finales de este año, que promete desde luego muchas emociones y gran volatilidad. De momento lo que sí podemos decir es que 2021 ha sido un año histórico y espectacular con cerca de tres mil salidas a Bolsa, que han aprovechado un ciclo alcista con necesidad de abundante financiación y apoyo de bancos centrales a la Economía de la Inversión. El anterior récord de salidas a bolsa se remonta a 2007.
Las empresas no tienen en principio obligación legal de solicitar admisión a cotización bursátil. No obstante, de la cotización oficial se derivan una serie de ventajas:
a) Financiación para la empresa al salir a bolsa
b) Valoraciones objetivas de la sociedad a través del consenso de mercado
c) Publicidad y prestigio para la empresa con mayor difusión y alcance si el negocio va bien.
a) Financiación para la empresa al salir a bolsa
b) Valoraciones objetivas de la sociedad a través del consenso de mercado
c) Publicidad y prestigio para la empresa con mayor difusión y alcance si el negocio va bien.
Señalado lo anterior, la cotización oficial en Bolsa tiene también sus inconvenientes:
a) La empresa debe facilitar a la institución bursátil, al mercado en general y al público abundante información relativa a la empresa.
b) El componente objetivo de la respectiva valoración bursátil y la transparencia informativa pueden ser considerados en ocasiones como elementos inconvenientes para aquellas sociedades con resultados negativos o, en general, factores negativos de tipo coyuntural que pueden ser superados en su caso sin grandes dificultades.
a) La empresa debe facilitar a la institución bursátil, al mercado en general y al público abundante información relativa a la empresa.
b) El componente objetivo de la respectiva valoración bursátil y la transparencia informativa pueden ser considerados en ocasiones como elementos inconvenientes para aquellas sociedades con resultados negativos o, en general, factores negativos de tipo coyuntural que pueden ser superados en su caso sin grandes dificultades.
La decisión de una empresa que quiere dar el “salto” al mercado bursátil es una decisión muy importante de carácter estratégico y de planificación estratégica de la Dirección Financiera y de su Top Management en general, bien sea por voluntad propia o por alguna imposición del supervisor o regulador de mercado.
Se trata de una decisión estratégica que requiere un gran esfuerzo de transformación y adaptación, que suele estar vinculada al crecimiento y el tamaño y que supone ciertamente en estos momentos una “revolución” y aceleración de su digitalización y transformación digital. Toda la empresa se va a ver afectada tanto en su organización, como en su operativa e incluso en la cultura corporativa.
El gran reto de transformación y crecimiento se va a materializar y potenciar con el acceso a financiación bursátil, así como, tal y como indicábamos, la mayor publicidad, prestigio y credibilidad. A cambio la empresa, en buena ortodoxia financiero-bursátil, tiene que ofrecer al mercado rentabilidad con un adecuado nivel de riesgo, liquidez y solvencia. A nivel práctico y operativo de indicadores y ratios básicos, tanto a nivel histórico como previsional son clave fundamental los ratios de rentabilidad, liquidez, el número de veces que la ganancia está incluida en el precio (ratio P.E.R. o price earnings ratio), así como la relación entre valor contable respecto a valor bursátil o bien su inversa valor bursátil respecto a valor contable. La valoración bursátil puede permitir alicientes adicionales como también vincular objetivos y retribuciones de equipos directivos.
El actual contexto geopolítico actual por la crisis de Ucrania no es el más adecuado para una salida a bolsa por la amplitud de escenarios que pueden darse, siendo lógicamente posible algunos muy negativos, que parece que nadie quiere pero ahí están y pueden ocurrir, que incidirían incluso de manera muy dramática en una salida a bolsa tanto por lo referido a financiación y liquidez como a prestigio y reputación. Esperamos una normalización de los mercados y que se puedan retomar en breve salidas a bolsa en Europa como en el sector financiero la española Ibercaja, en el sector tecnológico la empresa holandesa We Transfer, o en el sector farmacéutico la alemana Cheplapharm, así como otras.
Esperamos que empresas como Ibercaja, que han retrasado su salida a Bolsa hasta abril, puedan retomar su proyecto en dicho sentido. No obstante, para el caso particular de este banco, con vocación eminentemente volcada en la Comunidad Autónoma de Aragón discrepamos con la política y enfoque del Banco de España y del Banco Central Europeo de forzar salidas a bolsa justificándolas por el efecto tamaño y las economías de escala si la entidad es solvente, rentable y con vocación fundamentada básicamente en un determinado territorio y su tejido socioeconómico. En general, si algo funciona bien no hay necesidad de cambios radicales. El análisis comparativo internacional indica que existen otros modelos, como es el caso alemán (Sparkassen) de cajas de ahorros, entidades locales muy eficientes y de carácter más local comparadas con los grandes bancos alemanes. La diversidad y la diversificación es siempre mayor eficiencia y mejor para el consumidor, el tamaño y las agrupaciones monopolísticas no son necesariamente lo mejor.
Luis Ferruz Agudo / Escritor y economista /