Una semana separa las medidas excepcionales que aprobó Italia con 76 casos de contagio por coronavirus y el momento en que España ha alcanzado ese número de casos.
"Una semana" es el título de la primera película que realizó por sí mismo y protagonizó Buster Keaton en 1920. La película de 24 minutos narra las desventuras de una pareja de recién casados a quienes han regalado una casa que se la monta uno mismo en una semana. Si alguien quiere verla está en Youtube.
El desastre de casa que monta Buster es perfectamente comparable al desastre de gestión de la crisis del coronavirus en la semana que va del 23 de Febrero al 1 de Marzo. A pesar de haber una nueva enfermedad suelta por el mundo con una morbilidad y mortalidad muy altas, que estaba siendo esparcida por el gravísimo error de China de permitir a la gente viajar tras las celebraciones del año nuevo lunar, ningún país europeo estaba adoptando medidas para evitar o incluso detectar que el virus llegara y se diseminara entre la población.
1. Hace una semana
El día 19 de febrero a mí se me pusieron los pelos de punta cuando se reveló que Irán no solo tenía dos casos de coronavirus, sino que los dos pacientes murieron ese mismo día, lo que quería decir que el virus llevaba semanas propagándose sin ser detectado. Ese día supe que la contención había fallado y que la epidemia se iba a convertir en pandemia. Mi cauto optimismo se evaporó en un instante. Incomprensiblemente ningún país europeo estaba realizando tests de presencia de virus a los pacientes de neumonía a pesar de que varios habían tenido casos procedentes de China, Alemania e incluso Francia.
El 14 de febrero un italiano de 38 años de Lombardía que no se sentía bien fue al médico que le diagnosticó gripe. A los dos días al tener problemas respiratorios fue al hospital de Codogno, donde a nadie se le ocurrió hacerle un test y tomar precauciones. Tras haber infectado a su mujer embarazada, al médico que le trató y a un amigo, y Dios sabe a cuantos más, en el hospital infectó a pacientes y trabajadores sanitarios. Por fin el día 20 de febrero a alguien se le ocurrió hacerle un test de coronavirus, y ante el positivo se empezó a testar a otros pacientes y salieron 16 casos más, 14 en Lombardía y dos en Veneto. El 22 de febrero una mujer de 76 años a la que había contagiado el 16 en la sala de espera del hospital murió, al igual que un hombre de 78 de Veneto.
El domingo 23 de febrero nos vimos sacudidos por la noticia de que el gobierno de Italia, con 76 contagiados y dos muertos había aprobado un decreto ley para aislar a 50.000 personas en cuarentena indefinida obligatoria.
Figura 1. Portada de tres de los principales periódicos españoles el 23 de Febrero con el espacio dedicado al coronavirus recuadrado en rojo.
La noticia fue portada de todos los medios. Italia suspendía partidos de fútbol, excursiones escolares, actos de masas. Las fotos mostraban a trabajadores sanitarios con trajes de protección, mascarillas, guantes y gafas llevando a infectados a los hospitales. Los italianos aterrorizados se abalanzaron sobre los supermercados para hacer acopio dejándolos vacíos.
Figura 2. Foto del traslado de un paciente infectado de coronavirus al hospital de Padua, ampliamente distribuída en la prensa internacional. Nicola Fossella (EFE).
¿Una reacción exagerada? Sin lugar a dudas. No solo hay que protegerse de los acontecimientos, también de las reacciones de la gente.
Figura 3. Estado en que quedaron algunos supermercados en Italia tras la declaración de alerta y establecimiento de la cuarentena.
En España ese día el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón dijo que “En España ni hay virus, ni se está transmitiendo, ni tenemos ningún caso”. Se le paga para que nos alerte, y claramente estamos tirando el dinero.
2. Ahora
Avance rápido una semana. Es domingo 1 de marzo y España tiene 84 casos de contagio, aunque todavía no hay muertos. Más que cuando Italia tomó drásticas medidas para contener la dispersión del virus. ¿Qué ha cambiado? Todo y nada. El virus sigue siendo igual de contagioso e igual de peligroso. En esta semana no ha habido avances de profilaxis o terapia. A diferencia de Italia, España no toma ninguna medida para limitar el avance del virus. Las medidas son todas destinadas a evitar que la población se alarme. La noticia está prácticamente ausente de las portadas de los periódicos donde solo se informa que se están estudiando varios agrupamientos de casos como los que provocaron la cuarentena en Italia.
Figura 4. Portada de tres de los principales periódicos españoles el 1 de Marzo con el espacio dedicado al coronavirus recuadrado en rojo.
No hay fotos de sanitarios con traje de protección. A los infectados se les deja en casa, al cuidado y contagio de su familia salvo que sus síntomas requieran hospitalización. Cuando se les lleva al hospital se hace discretamente. El virus mientras tanto se esparce como incendio en pasto seco y los casos aumentan un 40% cada día. En una semana podría haber más de mil casos y más de una docena de muertos.
Fernando Simón mientras tanto dedica parte de su tiempo a apariciones públicas donde nos cuenta milongas que un público entregado y unos reporteros elogiosos se tragan sin pestañear. Ayer 1 de marzo dijo en "El Objetivo" de la Sexta toda una serie de mentiras como que "los sitios donde se transmite es en los que hay personas frágiles, como los hospitales." Señor Simón no mienta, el virus se transmite allá donde hay una persona infectada y otra sin infectar.
Simón dice que la falaz teoría de la gotita media nos pone a salvo sin mascarilla con solo estar a un metro y medio de los contagiados. ¡Qué horror! La gotita media es la más contagiosa porque es la intersección entre tamaño (a mayor tamaño mayor carga viral) y permanencia en el aire (a menor tamaño mayor permanencia). Pero los aerosoles también contagian. Es lo único que explica el contagio del coronavirus SARS a través de los conductos de edificios según la OMS, y se sospecha que puede haber pasado en un edificio en Hong Kong con el CoViD19.
También es lo único que explicaría el alto nivel de contagio en esa placa de Petri flotante que fue el crucero Diamond Princess de Yokohama, donde los pasajeros fueron confinados en sus camarotes y solo podían visitar la cubierta los que no tenían portillo en el camarote, por turnos y manteniendo distancias superiores a los 2 metros entre ellos. Nada de gotitas, Simón, y se contagiaron como moscas.
Y si la teoría de la gotita fuera cierta entonces más razón para que la población use mascarillas para reducir la progresión del virus. Las gotitas que según usted caen por gravedad al metro y medio de distancia del infectado son las que tienen una buena probabilidad de quedar absorbidas por la fibra de las mascarillas, ¿o no? Pero el problema es que no hay mascarillas para todos, ¿verdad? Pues se hacen caseras. Todo menos dejar a la población absolutamente indefensa frente a un virus con una letalidad muy alta sin hacer nada para detenerlo y convencidos de que están a salvo lavándose las manos, cuando el virus es aerotransportado.
Y cuando llegó el turno de las preguntas del público, bochorno absoluto. La representante de un colectivo de mayores, la población más castigada por el virus, no tenía una pregunta sino un requerimiento. Que no se dijera la edad de los pacientes de coronavirus en los comunicados porque los mayores se sienten señalados y temen el rechazo. El triunfo absoluto de lo políticamente correcto sobre la vida y la muerte. Y Simón dijo que lo iba a tener en cuenta, después de todo eso son datos que solo importan a los médicos.
Italia tomó una serie de medidas dolorosas para proteger a su población cuando estaba en una situación similar a la que estamos nosotros ahora. A cosecuencia de ello las reservas turísticas cayeron en picado y se establecieron restricciones al viaje desde y hacia Italia en otros países. También a consecuencia de ello Italia está siendo severamente criticada. Simón dice que es extraño que Italia no permita celebrar eventos masivos en el interior de sus fronteras y, sin embargo, haya permitido que ciudadanos italianos salieran del país para asistir a encuentros deportivos sin ningún tipo de medida de control. Simón, Italia no tiene la culpa de que aquí no pongamos ninguna medida. No seas cínico.
Aumentan las críticas a Italia por su actuación frente a la epidemia de coronavirus.
La mayor parte de los especialistas apoyan la tesis del Gobierno, que defiende que el alto número de positivos confirmados la última semana se debe a que Italia está realizando más pruebas que ningún otro país europeo. "Italia está experimentando una situación más crítica porque está buscando casos más activamente que otros", dijo la prestigiosa viróloga italiana de la University of Florida, Ilaria Capua. "Había que haberlo hecho así desde el principio", apunta Ricciardi. Es por ese motivo que desde el pasado jueves, Italia sólo realiza las pruebas de coronavirus a quienes presentan síntomas de la enfermedad y proviene de una de las zonas consideradas en riesgo. Según las autoridades sanitarias, Italia ha realizado más de 10.000 pruebas para detectar posibles casos de coronavirus frente a los alrededor de 1.000 que se han llevado a cabo en Francia y Alemania.
La actitud correcta frente al coronavirus según los países europeos es:
Podéis imaginar lo que al final le pasa a la casa de Buster Keaton en "Una semana" o podéis verlo. Es lo mismo que nos va a pasar con el coronavirus.