A principios de febrero el Rankiano Xman6020 me comentó que estaba empleando una variante del DCA (dollar cost averaging o promediar a la baja) realizando compras cada X porcentaje de caída. Lo interesante es que yo casualmente había leído un libro que hablaba precisamente de una estrategia aplicando señales de 3% para vender o comprar trimestralmente.
La estrategia a la que me refiero es bastante sencilla y aunque puede aplicarse a acciones individuales, el libro utiliza y recomienda Fondos o ETFs que siguen a índices amplios y de bajo coste como al SP500 o incluso a las Small Caps, las cuales son las escogidas por Jason Kelly quien es el autor del libro: The 3% Signal: The Investing Technique That Will Change Your Life.
El libro comienza con una sección acerca de sesgos conductuales típicos en los inversores y explica como la mayoría no bate al mercado. También tiene una parte muy interesante que de hecho fue mi favorita en la cual habla un poco de Money Management para ayudar a la estrategia. Esto complementa muy bien el libro porque realmente son pocos los autores que se toman el tiempo para hablar sobre este tipo de temas tan importantes y poco discutidos.
La estrategia de Jason Kelly consiste en formar un portafolio inicial 80% RV y 20% RF, ambos con Fondos/ETF indexados de bajo coste. La RV de preferencia indexada a las Smallcaps. Al final de cada trimestre uno debe revisar si la parte de RV ha crecido 3%; si lo ha hecho no hacemos nada, si creció más entonces el extra por arriba de ese 3% lo vendemos y transferimos ese exceso a la parte de RF. Si creció menos del 3% o perdió dinero entonces utilizamos parte de la RF para comprar lo necesario de RV hasta igualar una supuesta ganancia de 3%, es decir, si la RV no gana 3% en un trimestre o pierde dinero, nosotros usaremos el dinero invertido en RF para compensar o mantener un nivel de crecimiento de 3% en la RV. Este procedimiento se repite en cada trimestre. El autor también recomienda crear un fondo de reserva de Cash para situaciones extremas, y utilizarlo en caso de que la parte de RF se agote durante una caída prolongada y/o muy fuerte.
Con esta estrategia es posible que nuestro porcentaje de RV termine con una ponderación del 100% de nuestra cartera. Lo mismo no sucede durante las subidas, ya que la estrategia recomienda tener siempre un alto porcentaje de RV (entre 70% y 80%) porque es sabido empíricamente que la distribución de retornos de la Bolsa es asimétricamente positiva en el largo plazo, o como dice Michael Batnick:
Don’t allow things that happen some of the time distract you from what happens most of the time., (12feb15)
Las siguientes son dos tablas que muestran el desempeño de La Señal del 3% en dos escenarios con diferentes parámetros.
Fuente: Jason Kelly
La ventaja de esta estrategia es doble: (i) se compra durante las caídas y se vende durante las subidas (algo que el DCA tradicional no hace porque sólo compra); (ii) la estrategia utiliza un Fondo/ETF de Bonos, lo cual brinda menor volatilidad a la cartera y mantiene un buen balance y diversificación en la asignación de capital. De hecho el libro trae un apartado para mejorar la parte de “vender durante las subidas” y así evitar estar vendiendo en subidas fuertes de recuperación como la de 2009 y aprovecharla. Además para todos aquellos que gustáis de señales bien definidas y estrategias simples con pocos pasos que se pueden automatizar, entonces la Señal del 3% es una buena alternativa para explorar.
La desventaja que desde mi humilde opinión le veo a la estrategia es que durante caídas fuertes y/o largas es muy probable que nos quedemos sin dinero para poder seguir comprando en las bajadas. Esto tal vez no afecte demasiado el rendimiento de la estrategia[1] per se, pero puede causar ansiedad y pánico en nosotros si el rebote tarda mucho en aparecer, lo cual podría tentarnos a vender en mínimos y perdernos la recuperación; y es que ningún método, técnica o estrategia puede eliminar los sesgos cognitivos con los que venimos de fábrica, lo mejor que podemos hacer es reconocerlos y aprender a controlarlos mientras practicamos la paciencia y disciplina.
La posibilidad de que el dinero de Bonos y Reserva se agote es algo que al autor menciona y da algunos consejos para sortear estos obstáculos y poder seguir comprando durante las caídas y no desaprovechar los precios más bajos, pero el problema que veo es que las caídas prolongadas casi siempre ocurren durante épocas de recesión económica, y es precisamente durante esos momentos cuando la mayoría de las personas no tiene de donde obtener más dinero o necesitan gastar sus ahorros, ya sea porque su ingreso se ha visto comprometido o porque las cuentas por cobrar tienen retrasos o porque es necesario ayudar a algún familiar o porque se han detenido otras inversiones o en el peor de los casos han quedado desempleados.
Como ya mencioné anteriormente, esta desventaja no es mortal, no hay ningún problema si el dinero para comprar durante las caídas se acaba, siempre y cuando aguantemos y esperemos, lo peor que puede pasar es que ganemos menos. Aun así creo que es importante hacer estos señalamientos y también hacernos la pegunta: ¿qué pasa si el monto de dinero que tenemos invertido en RV es tan alto (vg.: 500.000 o 1.000.000 euros) que la cantidad que tendríamos que desembolsar para cumplir con las compras de 3% trimestrales acabe siendo tan alta que nos veamos imposibilitados para seguir la estrategia, especialmente durante momentos de stress económico? En el backtest el autor muestra que comenzado con tan sólo con $10.000, existieron 19 señales que superaron el dinero que se tenía en la parte de Bonos. De hecho el cash extra que se necesitó durante los 12.5 años del backtest fue de $30.711, repartido en diferentes cantidades durante diferentes periodos. Ahora imaginaos cuánto dinero extra debimos haber tenido si nuestro balance inicial hubiera sido mayor a los diez mil dólares. Da la casualidad que los montos de extra cash más grandes fueron los que se necesitaban durante las caídas estrepitosas de finales de 2008 (Q3 y Q4) y principios de 2009 (Q1), $3.054, $6.537 y $3.905 respectivamente. Alguien en medio de la crisis y/o con un monto en RV bastante alto difícilmente hubiese podido llegar a esas cantidades en tan poco tiempo, sobre todo cuando el 40% de los americanos no puede conseguir ni siquiera $2.000 en caso de emergencia, ya ni decir de los españoles.
Lo anterior no lo escribo para desestimar la utilidad y eficacia de la estrategia, la cual creo es bastante buena e ingeniosa. Yo sólo hago estos cuestionamientos porque en las inversiones nada puede ser perfecto ni todo color rosa, toda estrategia tiene pros y cons, o como dice Rumpelstikin “toda magia tiene un precio”. Por lo tanto, es mejor conocer los límites y desventajas antes de comenzar para así poder estar más que preparados.
Otra cosa que tengo que añadir es que esta estrategia, al menos en el caso de España, funcionaría mejor a través de Fondos[2] para librarnos del engorroso pago de impuestos al estar comprando y vendiendo según las señales que aparezcan. Además creo[3] que este método es más conveniente para aplicarse durante los años laborales antes del retiro, ie, es un plan diseñado para la acumulación y crecimiento de capital.
El libro es de lectura muy rápida y trae varias secciones interesantes, no sólo la de Money Management que mencioné, sino que también trae una sección bastante divertida al final donde relata un cuento ficticio de tres inversores, pero apoyándose en noticias reales. Esta mezcla de noticias y estados de ánimo de los inversores ficticios, hacen que uno pueda recordar con más claridad lo que sentía cuando leía a todos los expertos y gurús opinar sobre la situación de los mercados y la economía durante la crisis inmobiliaria.
Sólo he encontrado dos pegas al libro, las cuales son muy pequeñas y no disminuyen sus méritos:
- (i) creo que pudo haberse ahorrado varias páginas, ie, lo pudo haber hecho más corto y sin tanto rollo repetitivo. Viéndolo desde otra perspectiva, tal vez el libro está escrito para principiantes muy muy nuevos en todo lo relacionado a este mundillo. Para lo más versados en estos temas el libro tiene un resumen al final de cada capítulo y esto puede ahorrar tiempo al leerlo y así ir directo al grano.
- (ii) Aunque existen los datos disponibles[4] para que cualquiera de nosotros haga su propio backtest de la estrategia desde 1926, la verdad es que hubiese sido un buen detalle del autor haber mostrado su backtest varias décadas atrás o incluso hacer periodos rolling para mostrar la robustez, sobre todo porque si el libro está enfocado a principiantes entonces a ellos les será más difícil estar hurgando entre bases de datos para hacer su propio backtest.
No dudo que la estrategia tenga buen desempeño en backtests con periodos más largos y móviles. No sólo el mismo autor me comentó en un email que la estrategia había sido probada durante varias décadas, sino que es obvio que comprar las Smallcaps ― que en conjunto son uno de los activos que mejor desempeño ha tenido históricamente― y comprarlas a precios bajos, es sin duda alguna una buena receta para ganar dinero, incluso en el caso de que nos quedemos sin dinero suficiente para seguir comprando. Mi punto es que hubiese sido interesante ver el comportamiento y probar la resilencia de la estrategia comenzando en los puntos de mayor stress, algo así como el peor inversor de la historia.
En fin, os dejo con algunas de mis frases favoritas:
Sure, buying cheap prices that accompany bad news makes sense, but nobody knows what depth of bad news will deliver optimum buy prices. “Buy the lows,”people chirp offhandedly as if it’s that simple, to which a battered veteran of wiggling price lines should reply, “Which lows?”This is to say nothing of the same difficulty in knowing what constitutes enough good news for selling. The market is equally tricky at bottoms and tops, and each new tricky moment provides investors with a fresh chance to blow it.
Generally, investors are smart and used to succeeding in life. They assume that what works elsewhere (hard work, studying, standing apart from the crowd) will work in the market, too. Yet it doesn’t because the market lacks the regularities needed to improve intuition with experience. Succeeding in stocks comes down to accepting that nobody can know the future, and then adopting an investment system that wins by reacting rather than predicting.
Everybody believes in buy-and-hold when times are good, but almost nobody does when times are bad. A fully invested portfolio looks most brilliant just before it collapses.
Over a lifetime, mostly invested in practice trumps fully invested in theory.
Investing wouldn’t be a challenge if the experts looked like buffoons. It’s a challenge because they look like experts and we want to trust them, but they’re wrong as often as amateurs.
The coin tossing commentators bellow their most confusing harangues precisely when it’s important to do the right thing by either buying low or selling high. When prices are low, we’re fearful and more likely to tune into the doomsayers urging caution. When prices are high, we’re greedy and more likely to tune into the cheerleaders urging aggression.
NOTAS:
[1]Aunque para saberlo con certeza deberíamos hacer un backtest abarcando más décadas y periodos móviles.
[2]Obviamente de gestión pasiva y bajo coste enfocados a smallcaps.
[3]Esto es sólo y únicamente mi opinión.
[4]Los backtest se pueden hacer con los datos gratis del Prof. French para las SmallCaps. Para los Bonos podemos utilizar los datos del Prof. Shiller o Damodaran. Cuando tenga más tiempo trataré de hacer un backtest más amplio y con periodos móviles que también abarque varios países.