Opiniones hay muchas, pero los números no tienen opinión
Según cálculos estimados, que yo mismo realicé hace unas semanas, solo un 0,07% de las personas que se dedican a hacer trading, cumplen las condiciones necesarias para vivir de ello. Esta estimación se basa en que en una curva de distribución normal, la media de rentabilidad de un trader profesional es del 30% anualizado. Esto, para aquellos lectores que no estéis familiarizados con la estadística descriptiva y con las formas de distribución de las poblaciones, significa que 30% sería aquel número resultado de tener en cuenta todas las rentabilidades ganadoras y dividirlas entre el número de traders ganadores, por lo qué algunos traders ganarian más, y otros menos. Siguiendo este hilo, según los datos de los brókers de cfds, que debido a la regulación ESMA, estan obligados a informar de cuantos traders perdedores y ganadores hay en sus filas, podemos comprobar como el 75% de los traders que participan en los mercados pierden de forma sistemática, mientras que el 25% ganan de forma consistente. De ese 25% ganador, evidentemente, no todos viven del trading, ya que pueden generar un 0,01% anual y ser ganadores, pero no generan la suficiente rentabilidad cómo para vivir de ello. O si, según el capital del que dispongan. Por ende, y para contentar a todo el mundo, a aquellos que diréis que un 30% de media anualizada es mucho, y para aquellos que penséis que es poco, establecí esa media anualizada, como las rentabilidades que un trader profesional medio genera, independientemente de su capital.
Y es ahí donde debemos detenernos de nuevo. Ya que para conocer cuántos traders viven de su trading con una media del 30% anualizada, debemos conocer cuántos traders disponen de un capital suficiente como para que esta media de rentabilidad represente un ingreso con el que vivir. Este monto de capital es variable según la población de origen del trader, ya que no es lo mismo un capital de 10.000$ en Latinoamérica, que en Europa, por ejemplo. Pero después de muchos cálculos y de datos extraídos de fuentes oficiales, se concluyó que independientemente de tu país de procedencia, con esa estimación de rentabilidad anualizada, se requiere de un capital con un tamaño de unas 3 veces el sueldo anual bruto más frecuente de un país. Para quien quiera extender más esta información, la tenéis en mi canal de Youtube.
Un trader profesional se pone en contacto conmigo
Ante esta exposición, con la que estoy seguro que algunos de vosotros, queridos lectores adictos a los mercados, estaréis de acuerdo y otros no, recibí una avalancha de mensajes por parte de la comunidad, un seguido de mensajes de entre los que destacó el de una persona que me informaba amablemente de que el formaba parte de ese 0,07% de traders que viven del trading, y de que si no fuera eso suficiente, era de los que más ganaba, generando rentabilidades inimaginables para alguien cómo yo, educado desde una formación institucional. Ante esta información, lo primero que pensé fue que era alguien que no estaba conforme con mi trabajo de divulgación, cómo es habitual, y que simplemente quería confrontar mi opinión a través de palabras y números vacíos, y que cómo me había ocurrido en numerosas ocasiones similares, cuando cómo método de confirmación de la veracidad de esa información le pidiese auditorias o pruebas de que lo que decía fuese real, se iba a negar a ofrecérmelas.
Pero, para mi sorpresa y para, espero, la de todos vosotros y vosotras traders, no fue así. No solo no se opuso a enseñarme sus resultados, sino que me facilitó su teléfono móvil particular y me propuso lo siguiente. Por casualidades geográficas, mi domicilio actual se encuentra a unos diez minutos en coche del suyo, por lo que me invitó, siempre que yo quisiese, a ver lo que hacía, con mis propios ojos.
Os interpelo directamente a vosotros ahora lectores, haced un ejercicio de empatía y poneros en mis zapatos. Imaginad que disponéis de una comunidad online con unas 25.000 personas que escuchan vuestras opiniones sobre trading. Algunas de estas personas os apoyan, la mayoría de ellas, y otras pocas, os rechazan e incluso os odian por que la información que compartís atenta directamente sobre sus creencias y expectativas, lo que les genera rabia que os expresan día si, día también, por redes sociales. Ante este contexto ¿Qué haríais? ¿Acudiríais a una cita en casa de un desconocido del que no sabéis nada más que un nombre que podría ser inventado? Esa persona conoce vuestra cara, donde vivís, vuestra voz, y muchas otras cosas que os hacen vulnerables. Podría ser alguien que intenta dañaros ¿cierto?.
Bien, mi decisión, cómo bien indica el leitmotiv de este artículo, fue dejar de lado la desconfianza, y basarme en la buena fe que había percibido en nuestra comunicación telemática y telefónica, para acudir a la cita. Por primera vez, alguien que decía ser un trader profesional de verdad, de los que ganan mucho dinero en los mercados, había aceptado mostrarme sus resultados. No podía negarme ante tal iniciativa, ya que no podría vivir sabiendo que quizás había dejado escapar la oportunidad de conocer a una persona que había logrado lo que todos soñamos con lograr en esta industria. Triunfar en el trading.
El día en que vi con mis propios ojos los resultados de un trader profesional
El día en que me dispuse a ir a comprobar con mis propios ojos como mis expectativas de esta industria eran superadas, llovía, y mucho. Me subí al coche y justo dar el contacto, se puso a diluviar. Por lo cual, tuve que aplazar unas horas la invitación. Anécdota que cuento como metáfora de una especie de barrera que la vida construía delante de mí para impedirme llegar al destino esperado. En realidad queda muy epopéyico en tinta negra sobre blanco, pero solo fue un contratiempo que me permitió tomarme el quinto café del día mientras veía en el móvil el último episodio de la resistencia.
Conduje durante el breve periodo de tiempo que según el GPS separaba nuestras residencias. Aparqué el coche a un minuto del portal de su casa y me dispuse a pulsar el interfono. Al abrir la puerta me encontré con una imagen muy alejada de lo que los prejuicios sobre las personas exitosas en el trading, os hacen imaginar. No solo no era alguien con malas intenciones, sino que su recibimiento fue jovial, alegre, amable y acogedor, tanto que incluso se me ofreció el sexto café de mi día. Me senté, charlamos amigablemente sobre nuestro contacto, sobre alguna que otra confusión en nuestras actitudes y voluntades debido a los límites de las redes sociales y cómo había todo derivado hasta ese momento, y después de unos instantes de interacción humana, de su boca salieron las siguientes palabras: ¿Qué quieres que te muestre?
Lo que vino a partir de ese momento se puede resumir con la siguiente analogía. Seguro que me entenderéis bien.
¿Sabéis las típicas historias Wellianas, de un habitante de Estados Unidos que niega la existencia de los alienígenas, y un buen día, cuando está paseando por su granja, es abducido y vuelto a dejar en la tierra, acto que le lleva a predicar la existencia de los aliens y los demás habitantes que no han sido espectadores de tal avistamiento, lo tratan cómo un loco?
Pues queridos lectores, traders, los aliens… existen. Y estoy buscando una finca donde plantar maíz para muy pronto hablaros de ellos.
Mucho profit para todos y para todas.
Mucho profit para todos y para todas.