Tal como acordó ayer su Consejo de Administración, Caixa Girona se ha incorporado al proyecto de fusión con las cajas de Manlleu, Sabadell y Terrassa, que debe conducir a la constitución de una nueva caja de ahorros catalana, situada en posiciones punteras dentro del sector en volumen de negocio y presencia territorial.
El pasado 21 de julio los consejos de administración de Caixa Manlleu, Caixa Sabadell y Caixa Terrassa acordaron emprender el proyecto de fusión, después de valorar diferentes modelos y alternativas de cooperación, con el fin de mejorar la eficiencia y ser más fuertes para afrontar la coyuntura actual y futura de la economía general y de los mercados financieros.
La iniciativa conjunta contó con la conformidad de la Generalitat de Cataluña y del Banco de España, que desde el primer momento consideró adecuada la operación y valoró el modelo como referencia en el proceso de reestructuración del sistema financiero español.
En los acuerdos de los consejos de las tres cajas y en los estudios realizados ya
se previó la posibilidad de ampliar el número de entidades participantes,
siempre que coincidieran con el modelo, objetivos básicos y calendario de
desarrollo.
En este marco, se produce la adhesión de Caixa Girona que, con su
incorporación, se potencia y se agranda el proyecto. Así, se incrementará en
un 25% los recursos totales de la nueva entidad y se reforzará el
posicionamiento en el territorio a más municipios y comarcas, gracias a la red
de oficinas altamente complementaria con las otras tres cajas participantes.
Proyecto a cuatro cajas
El proyecto de fusión queda así determinado a cuatro entidades, y se
mantiene el calendario establecido, con la previsión de que la nueva
institución financiera entre en funcionamiento a primeros del año 2010. Tanto
el Banco de España como la Generalitat de Cataluña han sido informados y
dan pleno apoyo al desarrollo del proceso.
Caixa Girona se integrará formalmente a las diferentes mesas de trabajo
constituidas (Comercial, Recursos Humanos, Tecnología, Seguros ...), en las
que se está configurando el proyecto definitivo, que está previsto concluir a
finales de septiembre, para posteriormente ponerlo en la consideración de los
organismos supervisores y de los respectivos órganos de gobierno de cada
caja.
Declaración de los presidentes
Los presidentes de las cajas de Girona, Manlleu, Sabadell y Terrassa, Manuel
Serra, Joan Contijoch, Salvador Soley y Jaume Ribera, respectivamente, han
expresado su satisfacción por la marcha del proceso y han destacado la
acogida favorable que ha tenido el proyecto a nivel económico, político y
social, así como por parte de los órganos de gobierno de las respectivas
entidades.
En este sentido, han indicado que se trata de una iniciativa financiera de
amplio alcance, que es positiva desde el punto de vista económico y social
para las zonas de actuación de las cajas y para el país en general.
Los presidentes han manifestado también que este proyecto tan ambicioso,
con una clara visión de futuro, ha sido posible gracias a un trabajo riguroso,
que ha contado con la plena sintonía de las cuatro cajas.
Finalmente, han valorado de forma positiva el clima de colaboración y
confianza, que se pone de manifiesto en las diferentes mesas de trabajo,
dedicadas a configurar el proyecto final, que ha de llevar a la creación de una
nueva caja de ahorros catalana más potente y mejor preparada para afrontar
los retos de futuro.
Magnitudes principales de las cajas
En datos de cierre del 2008, Caixa Girona administraba un volumen de
depósitos de 6.886 millones de euros, tiene unos recursos propios de 683
millones y obtuvo unos resultados netos de 26 millones. Caixa Manlleu cerró el
año con unos depósitos de 2.501 millones, unos recursos propios de 197
millones y unos resultados después de impuestos de 6 millones. Caixa
Sabadell contaba con un volumen de depósitos administrados de 11.886
millones de euros, unos recursos propios de 981 millones y consiguió unos
resultados netos de 42 millones. Caixa Terrassa administraba unos depósitos
de 10.659 millones, disponía de unos recursos propios de 1.090 millones y
obtuvo unos resultados netos de 49,5 millones.
Entre las diez primeras del Estado
La nueva caja de ahorros tendría unos activos totales de unos 35.000 millones
de euros, unos depósitos administrados de 33.000 millones y una inversión
crediticia global de unos 28.000 millones de euros. Con este volumen de
negocio, la entidad se situaría en el tercer puesto del ranking de las cajas
catalanas y en el octavo dentro de la cuarentena de cajas que actualmente
forman la Confederación Española de Cajas de Ahorros.
En cuanto al nivel de capitalización, las cuatro cajas acumulan unos recursos
propios de casi 3.000 millones de euros, que equivalen en promedio a un
coeficiente de garantía y solvencia del 12,3%, más de cuatro puntos superior
al mínimo (8% ) establecido por el Banco de España.
Se prevé una red del orden de 750 oficinas y unos 4.000 empleados
En base a datos provisionales utilizados en los trabajos de integración, la
nueva caja tendría del orden de unas 750 oficinas, que significaría una
reducción en torno a unos 200 puntos de venta en relación a la red actual del
conjunto de las cuatro entidades. En la reordenación de la red, se preservaría
siempre el servicio de proximidad al cliente para que en ningún caso se viera
afectado en su operatoria habitual. La nueva caja tendrá una implantación
extensa por el territorio de Cataluña, con oficinas en más de 250 localidades
de todo el país, desde grandes ciudades y poblaciones medianas a pequeños
municipios. La entidad también operará a otras comunidades del Estado,
como Madrid, Comunidad Valenciana, Andalucía, Aragón y Baleares.
Está previsto mantener las cuatro sedes centrales, entre las que se distribuirían
los diferentes servicios centralizados de apoyo a la red de oficinas.
Por la amplia presencia territorial, su actividad financiera estará muy
diversificada dentro de la economía del país, en los diferentes ámbitos
empresariales, servicios, comercio, sector turístico de litoral i del interior,
sector agroalimentario y, en general, con una presencia y orientación intensiva
en el segmento de la pequeña y mediana empresa.
La plantilla actual de las cuatro cajas es de unos 4.500 empleados, y en la
reordenación y composición de la red comercial y los servicios centralizados se
prevé un excedente alrededor de un 12%, según los datos con los que se está
trabajando actualmente. De esta manera, la plantilla se situaría en unos 4.000
empleados. Como ya se ha manifestado, este ajuste se prevé que se gestione
a través de programas de prejubilación y reubicación de personal dentro de la
nueva entidad. En este sentido, hay constituida una mesa laboral entre las
direcciones de personal de las cajas y los representantes de los sindicatos, con
el fin de negociar un acuerdo en todos los temas que afecten a las condiciones
laborales de los trabajadores.
Para la reubicación de empleados se potenciarán diferentes líneas de negocio,
como la banca de empresa, la banca personal, los seguros ..., con el objetivo
de impulsar su crecimiento y penetración en el mercado. Asimismo, se prevé
reforzar, con más recursos humanos, determinadas oficinas en función de su
volumen de actividad.
Arraigo en el territorio, proximidad y servicio al cliente
Cabe recordar que el eje básico del modelo diseñado es mantener el fuerte
arraigo de las cuatro entidades en sus territorios de origen y conservar la
identidad propia de las respectivas obras sociales.
En esta línea, se mantendrán los actuales nombres en las poblaciones
históricas de cada entidad, junto a la identificación de la nueva marca
comercial que se utilizará para el resto de territorios.
El compromiso con las zonas de actuación, la proximidad al cliente y una visión
de servicio orientada a la excelencia, a la innovación y a la mejora permanente,
constituyen los valores fundamentales de la cultura corporativa, en la que
coinciden las cuatro cajas.
Compromiso con la Obra Social
Por otra parte, cada entidad tiene una larga tradición y sensibilidad en el
campo de la obra social, lo que en estos últimos cinco años se ha traducido en
la aplicación en conjunto de unas dotaciones de más de 150 millones de
euros.
Se trata de una obra social sólida, diversificada, con obras diferenciadas por
parte de cada caja de carácter asistencial, de apoyo a los colectivos más
necesitados, desarrollo de actividades culturales y artísticas, formativas,
recuperación de patrimonio arquitectónico, etc. Y siempre con una
permanente voluntad innovadora para dar respuesta a las necesidades de las
sociedad, e identificar los proyectos de mayor interés a favor de la comunidad.
Teniendo en cuenta las especificidades de los territorios y las obras propias de
cada caja, se prevé crear unos consejos territoriales, con atribuciones para
impulsar y hacer un seguimiento de la política de apoyo a las obras propias,
llevar a cabo actuaciones de proximidad y colaboraciones con entidades de
cada zona. Está previsto que los recursos de obra social se distribuyan en
proporción a los volúmenes de dotación que han venido efectuando cada caja
durante los últimos años.