El 26 de noviembre de 2010 en una una entrevista a Manfred Max-Neef, economista chileno (Entrevista a Manfred Max-Neef, economista chileno), señalaba que "conocemos mucho, pero entendemos poco de la pobreza". La economía es una máquina cuyo funcionamiento aún no comprendemos bien.
Los diseñadores de la máquina, llamados economistas, se guiaron por muchos años por la ideología, es decir un conjunto de creencias sobre su funcionamiento. Manfred Max-Neef estableció las brechas en la formación de los economistas, los diseñadores:
Primero que nada, necesitamos de nuevo economistas cultos, que sepan historia, de dónde vienen, cómo se originaron las ideas, quién hizo qué y así sucesivamente. Lo segundo, una economía que entienda que es subsistema de un sistema finito más grande: la biosfera, y como consecuencia la imposibilidad de tener un crecimiento económico infinito. En tercer lugar, un sistema que tenga claro que no puede funcionar sin tomar en serio los ecosistemas. Pero los economistas no saben nada de ecosistemas, no saben nada de termodinámica, nada de biodiversidad, son totalmente ignorantes respecto a estos temas. Un economista debe tener claro que si los animales desaparecen, él también desaparecerá porque entonces ya no habrá qué comer. Pero él no sabe que dependemos totalmente de la naturaleza ¿te das cuenta? Sin embargo, para los economistas de hoy en día la naturaleza es un subsistema de la economía, concepto que es totalmente absurdo!.
Y si recordamos a Isaac Asimov, él proponía 3 leyes para la robótica:
- Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
- Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley.
- Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
La idea de estas leyes es poner en claro que la máquina fue hecha para servir al ser humano, y no al revés. No tiene sentido crear una máquina para terminar sirviendo a la máquina a expensas del bienestar personal.
Irónicamente la máquina económica nos ha esclavizado a todos, es la tecnocracia financiera en la que vivimos, y hay unos cuantos de una élite en los controles de la máquina financiera. Es el mismo esquema de la realeza y los plebeyos en distintos lados de la máquina.
En forma similar a dichas leyes de la robótica, Manfred Max-Neef ha propuesto las siguientes leyes para la economía (¿podremos llamarlas las leyes de la "robótica económica"? Después de todo la economía mundial es un robot virtual compuesto por muchos centros de datos y computadoras en los bancos):
- Primero: La economía está para servir a las personas y no las personas para servir a la economía.
- Segundo: El desarrollo se refiere a las personas, no a las cosas.
- Tercero: Crecimiento no es lo mismo que desarrollo y el desarrollo no necesariamente requiere de crecimiento. Crecimiento es una acumulación cuantitativa. Desarrollo es la liberación de posibilidades creativas.
- Cuarto: No puede existir una economía con un ecosistema fallando.
- Quinto: La economía es un subsistema de un sistema mayor y finito: la biosfera. Por lo tanto, el crecimiento permanente es un imposible.
- Y el valor fundamental para poder consolidar una nueva economía es que ningún interés económico, bajo ninguna circunstancia, puede estar por encima de la reverencia por la vida.
Max-Neef indica la premisa que da origen a dichas leyes para la economía.
Nada puede ser más importante que la vida. Y digo vida, no seres humanos, porque para mí el punto clave es el milagro de la vida en todas sus manifestaciones. Pero si predomina el interés económico, uno no solo se olvida de la vida y otros seres vivientes, termina también ignorando a los seres humanos. Si recorres esta lista que acabo de mencionar, uno a uno, verás que lo que tenemos ahora es exactamente lo contrario.
En un post anterior, yo había señalado que la economía era tan sólo un videojuego (El sistema económico ¿es sólo un videojuego?). Parece que hoy en día, los humanos y la naturaleza somos prisioneros del videojuego financiero dirigido por unos pocos. Los viejos temores de la máquina que se vuelve contra su amo, muy presente en la ciencia ficción retro, se ha materializado como una máquina virtual, pero no por una inteligencia artificial maléfica, sino la inteligencia de una élite autista y políticos serviles que no entienden el hambre de otro cuando tienen su panza llena.
Desde hace algún tiempo para acá, la ideología del fundamentalismo de mercado, una extraña secta económica que convierte una ciencia social en una religión pagana, propició la difusión de determinadas premisas. En el Manifiesto de economistas aterrados, el autor (los autores) del sitio web señala(n) las creencias aberrantes de dicha secta. Los dogmas de fe de dicha secta, descritas por los "economistas aterrados", son:
- Los mercados son eficientes (No permiten la asignación eficaz de capital).
- Los mercados financieros son favorables al crecimiento económico (Más bien empujan a la quiebra).
- Los mercados son buenos jueces de la solvencia de los estados (Las agencias de calificación financieras empujan información subjetiva y cuestionable).
- La subida espectacular de las deudas públicas son el resultado de un exceso de gastos (Más bien fue por no generar ingresos fiscales).
- Hay que reducir gastos para reducir la deuda pública (la macroeconomía no funciona igual que la economía de una casa, se ocupa crear contribuyentes y levantar los ingresos).
- La deuda pública traslada el precio de nuestros excesos a nuestros nietos (En realidad no son "nuestros excesos", sino que el dinero va de los pobres a los ricos)..
- Hay que asegurar a los mercados financieros para poder financiar la deuda pública (los PIIGS han sido objeto de ataques especulativos).
- La Unión Europea defiende el modelo social europeo (empuja la desregulación y globalización).
- El Euro es un escudo contra la crisis (politica monetaria única para economías diferentes no es un escudo).
- La crisis griega ha permitido finalmente avanzar hacia un gobierno económico y una verdadera solidaridad europea (se ha destruido la capacidad de crecimiento).
Está claro que la economía no se comporta como debiera, gracias a esta secta. Max-Neef concluye la entrevista diciendo a la entrevistadora americana Amy Goodman:
La situación es absolutamente dramática y se supone que (EUA) es el país más poderoso de la tierra. Y aún en estas condiciones, siguen con sus guerras absurdas gastando billones y trillones. Trece trillones de dólares para los especuladores y ¡ni un centavo se fue para las personas que perdieron sus casas! ¿Qué tipo de lógica es esa?
Finalmente cabe hacer la diferencia entre economistas y financieros. La economía se ocupa de la administración de los recursos (que en esencia es lo que se ocupa para vivir), mientras que los financieros son los que se ocupan de estudiar el manejo del dinero. Irónicamente en virtud del dinero se están destruyendo los recursos. Y si un día nos vamos a la Luna sin recursos, de nada nos servirá todo el dinero del mundo. Facundo Cabral lo expresaba como "Juan Comodoro buscando agua encontró petróleo, pero se murió de sed" y "lo importante no es el precio, sino el valor de las cosas".
El problema de la era actual, que empuja la máquina del dinero por encima de las personas y la naturaleza, que pone a los bancos como dioses supremos, es la extensión del deseo de tener de inmediato que empuja al consumo y la deuda, y más recientemente a la avaricia sin medida en un mundo que ha abolido los modelos y los valores morales. La avaricia inició como consumismo, una tendencia que ya en los años 1970 se empezaba a perfilar: "tener más es ser más". Jimmy Carter, el presidente número 39 de los EUA dijo en su discurso del 15 de Julio de 1979:
"En una nación que está orgullosa del trabajo duro, familias fuertes, comunidades unidas, y nuestra fe en Dios, muchos de nosotros tendemos a adorar la autoindulgencia y el consumo. La identidad humana ya no está definida por lo que uno hace, sino por lo que posee. Pero hemos descubierto que poseer y consumir cosas no satisface nuestra búsqueda de significado. Hemos descubierto que apilar bienes materiales no puede llenar los vacíos de vidas que no tienen propósito".
Mientras no deroguemos la avaricia, el mundo seguirá teniendo muchos problemas. A veces pienso que la idea de que la avaricia sea un pecado no tiene connotaciones realmente religiosas, sino que los antiguos más eruditos vieron el riesgo sistémico y lo simplificaron para las masas bajo el concepto de "pecado", donde "pecado" es toda aquella conducta que trae injusticia e infelicidad sistémica al ser humano.