Hace un tiempo el rankiano Tomás escribió su post Personas Pro sistema y personas Anti sistema: ¿quien es quien? donde
Cuando se habla de ir contra el sistema la gente a menudo encierra su mente en un sistema, de modo que sólo se visualizan matices del mismo sistema, o simplemente se vive encerrado en subniveles del sistema, como un animal encerrado en el corral.
Sistema monodimensional
Por ejemplo, imaginemos el mundo de la guerra fría en un país capitalista. Ir contra el sistema sería ser socialista. El socialismo es de izquierda y el capitalismo es de derecha, de modo que se vive encerrado en el eje monodimensional de izquierda-derecha, y olvidamos que la realidad es tridimensional. Vivimos atrapados en el sistema monodimensional pensando que vamos contra el sistema. Es que ¿cómo sabemos que la única alternativa a la derecha es la izquierda? ¿Acaso no existe al frente y atrás y arriba y abajo como alternativas también? Es así que en la guerra fría los de izquierda que vivían en países de derecha sentían que iban contra el sistema, cuando simplemente estaban atrapdos en un matiz del sistema.
Resulta que la izquierda española es bien neoliberal, o sea de ultraderecha, de modo que el espacio ideológico, teóricamente monodimensional, se ha curvado para crear una izquierda ultraderechista, que tras haber girado tres veces a la izquierda termina viendo hacia la derecha. Entonces hablar de ir contra el sistema es un adefesio conceptual. Si vas contra la izquierda ultraderechista española, ¿significa que vas a la izquierda o vas a la derecha? ¿O vas en contra de ambas?
Cuando ves a los seguidores de Elvis Presley o a los que iniciaron la revolución sexual, o a los roqueros o a los skaters (los que andan en patineta), ellos sintieron que iban contra el sistema. Pero al final sólo eran esclavos de la moda, porque es posible identificar productos, marcas y tiendas específicas donde se vende mercadería para cada uno de esos grupos. Todos los roqueros tienen una apariencia similar, los skaters también, son parte de una masa de personas que alimenta una industria de moda determinada. Igual que estos grupos, es posible caer en la misma trampa en el mundo de las ideas, y pasar a formar parte de una masa con ideas colectivas predigeridas por otros, sin individualidad diferenciadora, sin cuestionar las ideas antes de aceptarlas.
Sistema binario
Hay gente pro-sistema que reduce la compleja realidad a algo mucho más simple: a favor o en contra. Este es un concepto binario, cero o uno, encendido o apagado, demócrata o republicano, PP o PSOE, amigo o enemigo, etc. Es más fácil entender la realidad así, porque optimizas el uso de la memoria al ocupar un sólo bit, y evitas usar tu CPU cerebral con pensamiento crítico que agrega carga de procesamiento, que para algunos es algo inútil y para otros es un dolor de cabeza.
Los sistemas binarios suelen ser usados por clubes de fans e hinchas del futbol, de modo que puedes ver enfrentamientos verbales entre fans de la Guerra de las Galaxias y Viaje a las Estrellas, o entre seguidores de equipos de futbol. También suele usarse entre seguidores de las cosas militares para armar una pelea de gallos llamada guerra (La guerra: Apostando en la pelea de gallos) que es uno de los juegos financieros menos conocidos por el grueso de la gente que suele apuntarse como gallo en la pelea.
El sistema monopolar
En materia de encerrar a la gente en esta mentalidad binaria, los anglosajones han sido maestros de la simplificación al inventar el discurso orweliano, donde los opuestos se unen, y en vez de un dipolo binario, se tiene un sólo monopolo, donde no existen antónimos. De esta manera se hace ver que la existencia de los opresores es necesaria para el bienestar de los oprimidos. Un ejemplo claro de esto es la manera en que los banqueros oprimen a los españoles y aún así tienen la desfachatez de pedir ser rescatados con la falsa campaña mediática de los PIIGS.
Los trucos de realidades binarias o monopolares son parte de la corriente política que busca restaurar un fundamentalismo teocrático para que los políticos vuelvan a ser faraones omnipotentes al servicio de una élite, en lugar de ser meros empleados de una democracia, designados por la población, cuyo trabajo es garantizar el bienestar de la población y no de una élite. El mismo George Soros en una entrevista identificaba en EUA 3 tipos de fundamentalismo: religioso, político y de mercado.
Pensamiento crítico
Una de las formas de descubrir si se está siendo presa de un sistema es identificar contradicciones en las ideas. Yo fui educado para pensar que EUA era la policía del mundo, pero los hechos me revelaron que era una mentira (El pastor mentiroso) y debía desecharse. Queriendo salirme del sistema escuché a aquellos que decían que el tercermundismo era causado por afanes imperislistas extranjeros, pero la evidencia me mostró que el tercermundismo es causado por los políticos locales de cada país tercermundista, porque en esencia no hacen bien su trabajo.
En el proceso aprendí que las ideas son provisionales, que uno no debe enamorarse de ellas. Si aparece una idea mejor, tras ser analizada con rigor para encontrar sus fallas, puede adoptarse provisionalmente también en reemplazo de alguna idea anterior que no soporte el análisis con los nuevos datos.
Así como lo más sano es pensar que si bien un sacerdote o un pastor es un mensajero, pero no un embajador ni representante de la franquicia de Dios, pues la relación de uno con Dios es personal, sin intermediarios, así es bueno que la relación de uno con las ideas sea directa y personal, sin que las ideas sean predigeridas por otros.
La visión sistémica
Sin embargo el pensamiento crítico no es suficiente para salirse del sistema, pensar fuera del sistema o ir contra el sistema. Cabe añadir que si vas contra un sistema, estás tratando de acabar con un sistema, pero si no tienes una propuesta viable, no vas a solucionar el problema aunque lograras echar abajo el sistema, porque el funcionamiento del sistema alterno no está garantizado. Para muchos el sistema alterno es la ocurrencia del algún pensador, y es así que se entra en el mundo monodimensional de la ideología.
No se puede ir contra el sistema o proponer un sistema alterno viable si no se entiende el funcionamiento sistémico actual. Normalmente las personas para analizar un sistema desarman la máquina y ven sus partes, pero las partes desarmadas no permiten ver las lasgas cadenas de interrelaciones entre elementos del sistema.
De causa efecto a la igualdad matemática
Los anglosajones en sus simplificaciones suelen usar cadenas cortas de causa y efecto del tipo "si A entonces B" (A->B) y diseñan estrategias basadas en un corto plazo y convierten todo en igualdades (A = B). En realidad las cadenas son mucho más largas (A->B->C->D->E) y hay efectos secundarios y terciarios. Los anglosajones a menudo confunden las cadenas causa-efecto con una igualdad matemática (A = B) que elimina la ley de la causalidad y donde no importa el orden de aparición. Un ejemplo de esto es el sistema Justo a Tiempo (JAT) diseñado por los japoneses en los años 1980, que permitía reducir la necesidad de inventarios y esto bajaba costos (JAT -> Menor inventario -> Menores Costos). En EUA muchos empresarios vieron que las fábricas japonesas bajaban inventarios y empezaron a bajarlos ellos también, con la esperanza de reducir costos usando una igualdad matemática en lugar de la ley de causalidad (JAT = Menor inventario = Menores Costos), como si reducir inventarios per se fuera la causa del JAT y de los menores costos. Lo único que lograron al bajar inventarios fue crear niveles de servicio muy bajos y desabastecimiento, razón por la cual muchos dijeron "el JAT no sirve" y hasta la fecha no se usa mucho.
Es que la causa es el JAT (A) y su efecto primario es la reducción de inventario (B), y el efecto secundario es la reducción de costos (C) de modo que se tiene una cadena en la relación causal (A->B->C). No se vale tomar el efecto y asignarle la causa, porque la causa es causa y no es efecto. Es que los sistemas no son reversibles en términos de causa y efecto.
Evitar dilemas y efectos secundarios para burlar el sistema
Hay quienes tratar de diseñar estrategias del tipo A->B donde se desea un efecto primario, pero se desea evitar un efecto secundario. Tomás se ha referido a esto en Aplicación práctica de como se da la sensación de lucha contra efectos de segunda vuelta.
En ocasiones hay quienes quieren tener todo a la vez (por ejemplo querer estar en París y en Tokio al mismo tiempo), sin considerar que a veces hay que elegir. De esta manera EUA quiere seguir gastando (lo cual debilita el dólar) y por otro lado quieren que el dólar siga teniendo moneda de reserva, sin considerar que van a tener que elegir uno de los dos. Para no elegir, se han inventado el monopolo ideológico de que no importa la cantidad de dinero, algo que describí en mi post anterior Pensamiento crítico aplicado a la teoría económica. Asimismo EUA quiere inflación baja y bajo desempleo, pero va a tener que escoger, algo que ya expliqué en mi post anterior El horrible dilema: Inflación o desempleo.
Desafortunadamente a los sistemas no se les puede engañar, funcionan como funcionan.
Todas estas formas de torcer las cadenas causa-efecto, tratando de evitar efectos secundarios o tratando de tener todo en situaciones que plantean disyuntivas, son formas de engañarse, tratando de buscar atajos sistémicos. En EUA la mayoría de la gente tenía una visión microeconómica y no logró ver la crisis macroeconómica, que no es más que el efecto sistémico de las acciones individuales.
Con esa visión micro, los cambios realizados en el sistema de EUA desde 1950 hasta ahora han sido cambios sin un diseño macroeconómico. Y cuando un sistema no se diseña, se autodiseña. El sistema actual de EUA es un sistema autodiseñado que convierte a la potencia de 1950 en un país tercermundista.
La anarquía
La anarquía es definida por la Real Academia Española como la ausencia de poder público, que es exactamente lo que hay en España, pues aunque hay gobierno, en realidad son los bancos y los amigotes los que se benefician de las acciones del gobierno, de modo que para todos los demás no hay poder público que les ampare o que les gobierne debidamente.
Como sabemos, anteriormente en España si ha habido gobierno, con lo cual los políticos actuales han ido contra el sistema y de un plumazo han eliminado el poder público al privatizar el poder político de funcionarios electos, algo que suele llamarse corrupción, pero que hoy se llama "democracia de lobby" que viene a copiar el régimen actual vigente en EUA.
Evolución de los sistemas
El caso de EUA es muy interesante porque aunque se diga que EUA es y fue capitalista, en realidad su sistema ha ido evolucionando de modo que no es lo mismo capitalismo de 1950 o capitalismo de 1985 o de 2011. En 1950 los conservadores creían que el bienestar ciudadano estaba por encima de todo y los ricos pagaban hasta 90% de impuestos y con eso el gobierno podía gastar como país rico. Eran tiempos donde el trabajo duro y las familias unidas eran algo bien visto y no existía el consumismo, avaricia e individualismo que empieza a surgir en los 1970. Pero EUA ha cambiado, y los conservadores de hoy son lo opuesto a los conservadores de hace 60 años en EUA. Hace 60 años la deuda era una herramienta para controlar a otros países, pero con la llegada de la avaricia hoy la deuda ahoga a EUA.
La percepción de lo posible
Uno de los problemas que a menudo enfrentamos es nuestra percepción de lo que es posible y nuestras creencias.
Veamos por ejemplo el caso de los OVNIs. Yo hace unos pocos años vi un OVNI, una figura plateada elipsoide de unos 30 metros en forma horizontal que giraba sobre su eje vertical y se desplazaba en línea recta en una zona de vientos turbulentos donde no vuelan los aviones y desapareció de repente. Unos vecinos lo vieron también. Eso desafía lo que conozco de aerodinámica, y puedo afirmar que vi algo que no puedo explicar y que se que es real. Hasta allí llegan los hechos. Resulta que no puedo aseverar si venían de otro planeta, si era una cosa tripulada o no, o si tenían ojos almendrados o no, porque estaría especulando y suponiendo.
En el mundo anglosajón la necesidad de creer ha hecho que se cree un culto a los OVNIs con creyentes y sectas como si fueran dioses extraterrestres, y por otro lado los ateos de la ufología que dicen que todo son patrañas. Es que los OVNIs son para nuestra realidad cotidiana algo mágico, de modo que unos lo toman de forma religiosa y otros lo rechazan como imposible. Y eso nos hace comparar el asunto con la matemática, que en tiempos de la secta de los pitagóricos era algo mágico también y así la matemática fue objeto de culto.
Lo que pasa es que sabemos que la matemática no tiene nada de mágica, y la usamos como herramientra, como se usa un martillo sin creer de forma religiosa sino para resolver problemas. Y de esa misma manera se tendría que ver un OVNI, como cuando uno ve aves exóticas en un bosque. Nos dicen que es imposible, pero yo lo vi, pero yo no creo en los OVNIs como si fueran dioses, simplemente he comprobado que hay algo más allá de lo que yo consideraba posible y tengo más preguntas que respuestas, preguntas que no son religiosas por cierto.
Resulta que lo que es posible para una cultura no es posible para la otra o viceversa, un concepto que el prominente psicólogo John Mack señalaba en un documental (extracto del documental). Un sistema puede evolucionar hasta donde nuestra idea de lo posible llegue. ¿Cuán limitada es nuestra visión de lo posible? ¿Estamos encerrados en esa realidad subjetiva de lo posible, negando lo aparentemente imposible? Estas preguntas pueden ser aplicadas a nuestra idea de lo que un sistema o un diseño pueden hacer. Recordemos que hace 200 años volar era imposible, y si llevamos una computadora portatil con reproducción de video y un home theater a la inquisición española, nos quemarían vivos por hacer magia y brujería.
Ir con o en contra del sistema
Si uno está en contra de la manera en que funciona el sistema, la mayoría de la gente pensaría que hay que ir contra el sistema. Es como ver que un tren viaja a gran velocidad y querer detenerlo. Si vas contra el sistema te pones enfrente del tren y tratas de detenerlo con las manos como si fueras Supermán. No sólo es la forma más imprudente por lo inseguro, sino también la más difícil. En lugar de ponerse en el camino del tren, lo mejor es subirse al tren y activar el freno, lo cual significa que en lugar de ir contra el sistema, fuiste con el sistema e hiciste que el sistema hiciera lo que tú querías, desde adentro, en lugar de que el sistema te atropelle.
Ahora bien, resulta que hay quienes no quieren que detengas el tren, y ellos ni son tan pesados como el tren, ni tan fuertes, así que siempre tienes mejores posibilidades si buscas usar el freno en lugar de ponerte enfrente. Y así como tomas la opción inteligente de usar el freno, también hay opciones inteligentes para quitarte la molestia de los que te aplastan, y te hacen la vida miserable o se la hacen a tus vecinos con el desempleo.
Así que cuando uno quiere arreglar un problema sistémico primero debe entender la interacciones y las últimas consecuencias de un cambio en la operación del mecanismo sistémico, para poder tener una propuesta integral y no al estilo anglosajón, que pone un parche que arregla una parte de la máquina pero desarregla el sistema total. El mismo modelo de desechar y no reciclar, destruir el ambiente en lugar de cuidar los recursos, es parte de esa visión limitada. La idea anglosajona de ir contra el sistema es pensar de forma abolicionista, como si al abolir y destruir por completo lo que sea que viniera, lo siguiente fuera mejor. Eso es lo que uno podría llamar un salto de fe, que no tiene mucho de pragmático.
Realmente son pocas las situaciones donde se ocupa ir contra el sistema, pues uno puede encontrar propuestas alternas que coexisten. Por ejemplo, si no nos gusta el sistema del dinero, tenemos la posibilidad de convertirnos en Amish, un sistema probado y exitoso, en lugar de usar la propuesta teórica abolicionista y llena de fallas del Venus Project.
Más que el sistema, muchas veces lo que falla es la falta de voluntad de las personas que podrían hacer el mundo mejor. ¿Se puede realmente ir contra el sistema? Sí o no, dependiendo de lo que uno entienda como el sistema, porque uno puede estar afuera, o ser prisionero de un matiz del sistema, creyendo estar afiera pero realmente estar adentro. Y realmente a veces no se ocupa salirse o ir contra el sistema, sino simplemente cambiar el mundo en ciertas partes, en las que causan los problemas, porque si se cambia donde no están las causas, no se arreglan los problemas.