Si en el pasado las Fake News iban a por celebridades como Donald Trump, hoy los mismos periodistas le hacen la guerra a otros medios, de modo que ya tenemos el primer ejemplar de periodismo que se enfrasca en una auditoría ciudadana que más parece una guerra de medios. Es que ya hasta los periodistas se cansan de lo mismo.
¿Qué vemos en esta guerra?
Luego de una investigación de más de un año, CRHoy.com empezó a publicar una serie de reportajes evidenciando aparentes irregularidades en el otorgamiento de un crédito (...) Las publicaciones hechas por CRHoy.com han molestado a muchos y provocaron la destitución temporal del Gerente del BCR, Mario Barrenechea y la renuncia de la presidenta de la junta de ese banco, Paola Mora. Pero además -por alguna razón- molestan a La Nación, que dedicó su portada y tres páginas a lanzar una enredada cortina de humo sin señalar un solo supuesto delito, acto de corrupción o irregularidad. En las últimas semanas, Nación se ha dedicado a desacreditar a los directores del BCR que han denunciado supuestas irregularidades en el banco. - ¿A quién o qué defiende La Nación?
El Banco de Costa Rica salió a desmentir al diario La Nación. (...) Es decir, La Nación basó su nota en un supuesto informe que, según la comunicación del BCR, no existe. - BCR: Informe sobre el que La Nación hizo nota no existe
Grupo Nación, dueño del periódico La Nación habría sido cuestionado en el caso de una supuesta defraudación fiscal que CRhoy cubrió.
El caso fue de tan gran alto perfil que la medida de la expresidenta Laura Chinchilla, que intentaba no llegar a negociaciones en caso de investigaciones y sanciones por evasión fiscal, enfrentó a la presidenta a presiones mediáticas muy intensas. La relación entre La Nación y la expresidenta nunca pareció estar en buen término, pues siempre había un tono negativo en las noticias.
Con el caso de Trump vimos el bautizo de cierto tipo de prensa como Fake News, que buscan hacer dinero, no hacer valer la verdad. Y el productor de CNN John Bonifield nos dijo dijo como operan las Fake News con el tema de Trump.
A como el resto de los medios de comunicación empiecen a auditar la integridad de otros medios, en lugar de dejarse llevar por el impulso económico de ser Fake News, el periodismo ético tiene una esperanza. Es que de todos modos el periodismo de verdad no se puede automatizar con facilidad, las Fake News sí. Entonces si un periodista o editor humano desea mantener su empleo, tendrá que meterse a hacer periodismo de verdad, que el ordenador aún no sabe cómo auditar la ética de otras personas o empresas.
La ética es una de esas cosas que la automatización tendrá muchas dificultades en lograr. La ética promete ser una de las dos cosas más dificiles de lograr, y te pueden decir lo contrario, pero te estarán mintiendo. Claro, a la gente no le gusta la verdad, por lo que volvemos al mismo problema de los periodistas cubriendo noticias y destapando trapos sucios en las dictaduras de antaño. La pluma se puede automatizar, la ética no.
El periodismo ético será el único bote salvavidas para los periodistas que quieran conservar su empleo en la era de la automatización.