Desde los mínimos de los 1.120 $/onza, allá por diciembre de 2016, el oro ha vivido una expansión alcista indiscutible, llegando a apreciarse hasta casi un 13 % en los máximos del mes pasado.
Desde esos máximos, en la zona de los 1.265 $/onza, hemos visto una corrección considerable que ha llevado al precio a apoyarse en la zona del 50 % de Fibo del impulso anterior, coincidiendo con los 1.195 $/onza.
El pequeño movimiento alcista posterior está ahora mismo en ralentización, lo que nos obliga a plantearnos si existe continuidad alcista o si la incertidumbre nos llevará a corregir de nuevo hasta los soportes.
Por ahora, teniendo en cuenta que las últimas velas están dejando un sabor a giro, especialmente teniendo en cuenta que en la zona actual confluyen dos fibos diferentes, quizá podríamos plantearnos, a título especulativo, una posición corta con stop acotado buscando unos pocos puntos de caída. Cuidado con esto, de todas formas. Puede salir bien pero estaremos entrando en contra de la tendencia, por lo que la gestión del riesgo debe ser estricta.