La sesión de hoy nos deja dos noticias para las Bolsas, una claramente positiva, y la otra, menos.
La buena noticia la tenemos en la comparecencia de Mario Draghi. El Presidente del BCE, pese a no haber anunciado ninguna nueva media monetaria (tal y como se esperaba), ha ido más allá de dejar la puerta abierta de cara a próximas reuniones: Draghi se ha comprometido a revisar la política monetaria actual (de la que ha dicho que está funcionando) en la próxima reunión de marzo.
El Presidente del BCE ha puntualizado que el escenario ha cambiado desde la última reunión en diciembre, cuando el BCE decidió rebajar la tasa de depósitos y alargar el programa de compra de deuda por seis meses. Desde aquella reunión de diciembre, tenemos que el petróleo ha caído un 35%, lo que distorsiona absolutamente las previsiones de inflación que manejaba el BCE, del 1,1% a finales de año.
De esta manera, el mercado tiene grandes motivos para descontar que en la reunión de marzo, el BCE procederá a ampliar el tamaño mensual de las compras del QE, desde los 60.000 millones actuales a una cifra que, en principio, debería superar 80.000. Precisamente, lo que llegaron a descontar las Bolsas a finales del pasado mes de noviembre, cuando cotizaban casi un 20% por encima de los niveles actuales.
Estas palabras de Draghi han provocado una clara caída del Euro, una nueva bajada de la rentabilidad de la deuda europea, y una aceleración de las Bolsas, que ya presentaban subidas.
Sin embargo, a partir de las 14:40 se ha producido la noticia negativa. En esos momentos, el petróleo ha sufrido una caída, tras decir Aramco, la principal petrolera saudí, que deben prepararse para un largo periodo de precios bajos en el crudo. Eso ha sido suficiente para que las Bolsas europeas deshicieran todo lo ganado con las palabras de Draghi, evidenciando una sobreponderación de los movimientos del crudo frente al otrora máximo catalizador del mercado: las palabras del banquero italiano.
La vuelta de las subidas del petróleo tras la apertura de Wall Street, ha vuelto a impulsar a los selectivos de renta variable, que, no obstante, no han cerrado en los máximos del día.
Así pues, Draghi mueve ficha y contribuye a mejorar el panorama para unas Bolsas absolutamente sobrevendidas y ávidas de buenas noticias. Lo hace además sobre el nivel de soportes clave en los principales selectivos (los mínimos de agosto), que ayer fueron sondeados. Sin embargo, la dependencia de los movimientos del crudo sigue siendo la máxima para las Bolsas, y ahí es dónde reside la principal vulnerabilidad. A poco que el crudo diera una tregua durante una semana, y volviese a la zona de 30 %, las Bolsas europeas podrían desplegar subidas superiores al 5%.