Karlos Marx actualizó hace siglo y medio el mensaje igualitario de Jesucristo, que decía que todos éramos idénticos ante los ojos de Dios. No parecen olvidarlo en el Partido Comunista de China, que no quieren que nadie le haga sombra.
A las puertas del altar ha quedado compuesto y sin novia Jack Ma, que tendrá que guardar el traje en el ropero cuando creía que se iba a casar con la más guapa. El chino más rico del mundo estaba a punto de 'hacer historia' con el lanzamiento del banco Ant.
Pero Xi Jinping ha parado los pies al mandamás de Alibaba. Algunos inversores se relamían ante la OPV de Ant, que iba protagonizar el 'aterrizaje bursátil del siglo' con una capitalización récord de 34.500 millones de dólares.
Pero el organismo regulador del Banco Central de China advirtió el riesgo sistémico por el posible colapso del precio del banco después de comprender que los inversores iban a pedir créditos con un apalancamiento de más de setenta veces.
El sistema bancario chino no sufrió el estrés que esperaba... mientras la reputación del Régimen sigue cayendo a nivel occidental a pesar de que ha salvado su economía y salud. Xi Jinping debiera saber que por ahora no todo se puede comprar.
Aunque en territorio chino sí que pueden pararle los pies al 'banco de la hormiga' de Jack Ma, que fue llamado al orden hace unos días por la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China, el Banco Popular de China, la Comisión Reguladora de Bancos y Aseguradoras, y la Administración Estatal de Divisas del Régimen capitalista.
"Entrevista de supervisión", dijo el Régimen totalitario-capitalista. Y ni hubo entrevista ni supervisión: a Jack Ma le cortaron las alas de la hormiga Ant, que es la operadora de Alipay (convertida en la mayor plataforma de pagos electrónicos en China gracias a Alibaba).
La suspensión de la OPV del mayor banco del mundo, Ant, y el borrador tutelado por Xi Jinping (que hace barruntar que China va a realizar unas regulaciones antimonopolísticas encaminadas a rebajar el peso de los gigantes digitales) provocó que los cinco mastodontes digitales asiáticos perdieran 200.000 millones en dos días, según estimaciones de Bloomberg.
Alibaba no celebró el Día del Soltero porque cayó a plomo junto a Tencent Holdings, JD.com, Meituan y Xiaomi. Y es que China, sabedora de que este póker doma el mercado y tiene capacidad para bloquear a la competencia, quiere rebajar su influencia con un argumentario en favor del libre mercado.
El excéntrico Jack Ma, que perdió 2.600 millones de dólares de su fortuna en su particular 'martes negro', guarda obediente silencio tras el palo que ha recibido la nuca. Y es que ni su afiliación al Partido Comunista de China le sirve para escapar de los designios de un Régimen que en este caso ha hecho lo que debiera hacer Europa y EEUU: controlar esa bestia salvaje que se va a comer los derechos laborales de Occidente, Amazon.
En España parece que algunos empiezan a enterarse de qué va el baile: UGT y CCOO han propuesto al Gobierno que se cree un registro público de algoritmos por parte de las plataformas digitales. La opacidad de estas empresas, que en su mayor parte ni pagan impuestos ni crean trabajo digno, debería tener coto.
La derivada española del Régimen
China ha conseguido que la 'segunda división' europea' en términos económicos, Italia, Portugal, Grecia, Hungría o Polonia, entren la La Ruta y la Franja. Este proyecto implicará una inversión milmillonaria por parte de un Régimen que quiere colonizar sin el belicismo ni el imperialismo cultural de los Estados Unidos.
Pero España ha decidido no sumarse al proyecto porque Pedro Sánchez se ha fiado de su instinto de supervivencia y ha optado por la prudencia al sumarse a un club junto a Francia y Alemania, muy influenciadas en términos geopolíticos por los EEUU y recelosas de la expansión china.
Xi Jinping aun así lo está intentando ante Sánchez, que ha decidido mantener la Ley que impide a las empresas extranjeras posean más de un 10% del accionariado de las empresas estratégicas españolas. Y este hecho enfada a China, que tiene compañías deseosas de asaltar Naturgy, Red Eléctrica e Iberdrola para controlar la piel de toro.
La carta china en España
El Partido Comunista de China está intensificando actos y donaciones al hasta ayer marginal Partido Comunista de España (PCE). Los asiáticos son sabedores que sus homólogos españoles influyen en el Ejecutivo central por primera vez en ocho décadas.
Y el peso estratégico del PCE que lidera Enrique Santiago, mano derecha de Pablo Iglesias dentro de Unidas Podemos, puede posibilitar que los morados derriben las barreras que ha puesto ante China el camaleón Pedro Sánchez, habituado a cambiar de parecer si la situación lo requiere.
Santiago no está buscando romper la barrera de entrada extranjera en estratégicas, sino que Sánchez acepte la entrada de un país estratégico como España en La Ruta y La Franja (o sea, la nueva 'ruta de la seda').
Mundo Obrero, órgano de expresión del PCE, asegura sin reparos que "España necesita una Europa que rompa el corsé neoliberal, y que apueste por la colaboración con Rusia y China, orientada a la mejora de las condiciones de vida de los pueblos, el mantenimiento de la paz internacional, y el desarrollo sostenible. Trabajaremos para ayudar a conseguir establecer una colaboración chino-española a todos los niveles".
Haikus
El eurodiputado de Unidas Podemos Manu Pineda, secretario de políticas internacionales del PCE, afirma que "China ha conseguido levantar potentes empresas estatales, sus habitantes no padecen la lacra del desempleo (. . .) y todo ello mejorando el nivel de vida de 1.400 millones de habitantes, y prestando una creciente atención a la protección de la naturaleza y a los riesgos del cambio climático".
Y el camarada José Luis Centella, presidente del PCE, dice que "la mayor contribución al mundo del PC de China es la propuesta presentada por el Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de China, Xi Jinping, para construir el futuro del planeta desde 'una comunidad de futuro compartido para la humanidad'. Porque trasciende todo tipo de diferencias en la sociedad humana y apunta hacia los posibles mayores beneficios para todos los pueblos".
Enrique Santiago, convertido en el líder de un partido comunista español convertido en lobby prochino, según El Cierre Digital, afirmó tras recibir un donativo de mascarillas chinas que "frente a un modelo capitalista y neoliberal prácticamente mayoritario en todo el planeta actual, iniciativas como estás demuestran que otro mundo en el que imperen la solidaridad y la fraternidad frente al individualismo insolidario es posible".
Cierto es que el PCE está haciendo un duro trabajo en favor de China por la resistencia del PSOE... que contrasta con la docilidad del PP. Y es que Xi Jinping hacía y deshacía en España con los gobiernos de Rajoy gracias a las grandes relaciones de su embajada con Esteban González Pons y María Dolores de Cospedal, por sus actos los conoceréis. Ambos firmaron un acuerdo en 2013 entre el PP y el Partido Comunista de China que demostró el nivel ético de ambos... políticos y partidos.