No tomar posiciones en la renta variable puede ser un éxito para los intereses del pequeño y mediano inversor. No todos los periodos ofrecen las mismas oportunidades de compra y la calve para hacer efectiva una buena inversión reside en elegir el momento adecuado para entrar en Bolsa.
La participación en Bolsa no siempre está relacionada con plusvalías. Mantenerse alejado de la renta variable reporta en algunos momentos más beneficios, la no perder dinero en situaciones complicadas.
Cuando la tendencia bajista se apodera de los mercados bursátiles y las caídas del valor de las acciones superan el 20%, muchos inversores se ven "atrapados" justo cuando más necesitaban ese dinero para solucionar otros problemas domésticos. Esta opción es también recomendable cuando la situación personal del inversor haga prever que necesitará en el corto plazo el capital invertido.
Los efectos de realizar una inversión en mal momento son casi siempre inmediatos y radicales: puede perderse gran parte del capital invertido o quedarse "enganchados" en un valor con precios inferiores a los de compra. Desde este punto de vista, es más cómodo esperar a que aparezcan auténticas oportunidades.
El secreto de una buena inversión reside en seleccionar el momento adecuado para entrar en Bolsa y en elegir en qué etapa ausentarse. Hay que reconocer cuáles son las situaciones idóneas para estar fuera del mercado, con completa liquidez.
En primer lugar, están las causas derivadas del propio mercado, que marcan las pautas sobre los momentos para no invertir:
No hay que minimizar los aspectos personales, que también influyen en la conveniencia o no de operar en la renta variable:
Cuando se van a realizar operaciones bursátiles de cierta importancia es preferible estar en liquidez, estudiar y analizar la evolución de los mercados.
Esta distancia permitirá realizar un análisis más subjetivo de la realidad de la renta variable, además de asistir a movimientos corporativos de los que pueden salir oportunidades de compra. También se conseguirá hacer una selección de las futuras adquisiciones a través de simuladores de Bolsa, como el Desafío Rankia 2009. No deben hacerse compras de forma apresurada, cuyos efectos pueden ser devastadores, en especial cuando el capital aportado es elevado.
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La participación en Bolsa no siempre está relacionada con plusvalías. Mantenerse alejado de la renta variable reporta en algunos momentos más beneficios, la no perder dinero en situaciones complicadas.
Cuando la tendencia bajista se apodera de los mercados bursátiles y las caídas del valor de las acciones superan el 20%, muchos inversores se ven "atrapados" justo cuando más necesitaban ese dinero para solucionar otros problemas domésticos. Esta opción es también recomendable cuando la situación personal del inversor haga prever que necesitará en el corto plazo el capital invertido.
Los efectos de realizar una inversión en mal momento son casi siempre inmediatos y radicales: puede perderse gran parte del capital invertido o quedarse "enganchados" en un valor con precios inferiores a los de compra. Desde este punto de vista, es más cómodo esperar a que aparezcan auténticas oportunidades.
Motivos para ausentar de las inversiones en Bolsa
El secreto de una buena inversión reside en seleccionar el momento adecuado para entrar en Bolsa y en elegir en qué etapa ausentarse. Hay que reconocer cuáles son las situaciones idóneas para estar fuera del mercado, con completa liquidez.
En primer lugar, están las causas derivadas del propio mercado, que marcan las pautas sobre los momentos para no invertir:
- En periodos bajistas del mercado.
- En momentos de recesión o crisis económica.
- Cuando algún índice o valor rompe los soportes que tiene en su evolución bursátil.
- Si un valor está agotado en su tendencia alcista o tiene un grado de sobrecompra exagerado.
- Cuando los valores tengan un deterioro muy fuerte en su comportamiento bursátil.
- Cuando la lógica del mercado así lo indique.
No hay que minimizar los aspectos personales, que también influyen en la conveniencia o no de operar en la renta variable:
- Nunca se debe invertir si se necesita tener liquidez por cualquier motivo.
- No hay que destinar más del 20% del capital disponible para una primera toma de posiciones en la renta variable.
- No deben acudir a la Bolsa quienes tienen un elevado grado de endeudamiento y una cuota de ahorro mensual limitada.
Estudiar el mercado antes de invertir en Bolsa
Cuando se van a realizar operaciones bursátiles de cierta importancia es preferible estar en liquidez, estudiar y analizar la evolución de los mercados.
Esta distancia permitirá realizar un análisis más subjetivo de la realidad de la renta variable, además de asistir a movimientos corporativos de los que pueden salir oportunidades de compra. También se conseguirá hacer una selección de las futuras adquisiciones a través de simuladores de Bolsa, como el Desafío Rankia 2009. No deben hacerse compras de forma apresurada, cuyos efectos pueden ser devastadores, en especial cuando el capital aportado es elevado.
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