El PER -número de veces que el beneficio está contenido en el precio-, es el indicador del Análisis Fundamental más generalizado y aceptado, sobre todo cuando se pretende saber si una empresa está cara o barata en Bolsa. La ventaja es su objetividad, pero no se puede aislar de otros muchos factores, como son el ciclo en el que está inmersa la empresa, la tendencia de crecimiento de sus beneficios, las ventajas competitivas de las que goza la compañía, o el sentimiento del mercado hacia la empresa o el sector.
PER. Relación entre precio y beneficio por acción. Es mejor que sea bajo, pero eso no significa que la empresa tenga más recorrido al alza en Bolsa. La comparación debe hacerse por sectores para que se lo mas homogénea posible.
El PER puede ser útil, pero no es una regla de oro. No es definitivo a la hora de tomar decisiones y no es una herramienta exclusiva ni excluyente, no es demasiado válido a corto plazo, mientras que lo es más para un horizonte más largo.
Es muy probable que las empresas que el año anterior que contaban con un PER más bajo no sean en todos los casos las que más se revalorizan el siguiente ejercicio. En algunos casos se produce el efecto contrario.
Se puede emplear el PER estimado que da un imagen más de futuro, pero es fácil equivocarse ya que se basa en estimaciones de resultados que pueden resultar erróneas. Para ello hay que conocer bien la empresa y el entorno macroeconómico. Hay que conocer el ciclo económico y ver si estamos en la parte expansiva o recesiva. Para ello emplearíamos la ratio PEG
PEG = PER / Crecimiento estimado
Cuanto mas bajo sea el cociente mas barata puede considerarse la empresa. Si se tienen buenos conocimientos macroeconómicos, de la empresa y sentido de proyecciones de resultados este es uno de los indicadores más importantes.
Un caso representativo es la empresa Inditex que históricamente tiene un PER alto y es uno de los valores que mejor evolución presentan; al principio de la crisis el mercado supuso que la caída de la demanda bajaría sensiblemente su tasa de crecimiento por lo que con buen criterio se cuestionaba si su PER era sostenible. Su adaptación a la crisis, con la apertura de más tiendas en zonas geográficas menos afectadas por la crisis y una buena gestión de las existencias le ha permitido seguir creciendo aunque a tasas menores de los años de expansión.
El PER ajustado no recoge los beneficios extraordinarios. Si los omitimos se puede evitar que distorsionen el análisis. También es conveniente examinar la media del PER histórico (de varios años) porque es muy probable que las empresas tengan una regresión a la media.
La comparativa del PER debe realizarse respecto al conjunto de las empresas de su sector. El objetivo es comparar compañías lo más parecidas entre sí. El PER no es práctico en las empresas tecnológicas y que hay que tener cuenta, por ejemplo, que los valores de crecimiento tienen alto ese indicador.
En el análisis bursátil el PER es una de las primeras fórmulas que se enseñan y si una vez obtenida aplicamos su inversa, tendremos la rentabilidad esperada. Así de fácil, así de rápido y así de bonito; pero en Bolsa las cosas no son fáciles, rápidas ni bonitas. Hasta aquí hemos resuelto si la empresa se considera cara o barata basándonos en una fórmula matemática y además obtenemos la rentabilidad prevista lo que ocurre es que como advertía Keynes “ toda afirmación breve en economía es falsa” o sea, es importante y necesario hacer análisis fundamental utilizando fórmulas pero hay que aplicarlas dentro de un contexto y saber que estamos en un mercado basado en la oferta y en la demanda, por lo que no debemos de contentarnos con conseguir una fórmula como un fin sino solo como un medio mas del análisis.
En primer lugar deberíamos de separar los conceptos de razón teórica de razón práctica; la razón teórica busca el conocimiento y la ideología del conocimiento pretendeque la razón le proporcione una representación exacta y completa de la realidad. Cuando vemos estrellas en el firmamento la razón teórica es que si las vemos es que existen, pero si la estrella se encuentra a millones de años luz, lo que estamos viendo pertenece a un remoto pasado y posiblemente la estrella que vemos ya ni siquiera existe. Lo mismo ocurre con el PER, solo hay que recordar los inicios de la crisis lo fácil que era encontrar PER’s tan bajos; un caso muy representativo era el PER de los bancos que eran teóricamente bajos desde el enfoque de la fórmula matemática pero su cotización en tendencia bajista persistía en demostrar que las acciones bancarias no estaban baratas.
Según el filósofo José Antonio Marina hay que distinguir entre problemas teóricos y problemas prácticos; un problema teórico se resuelve cuando se conoce la solución; en cambio un problema práctico no se resuelve cuando se conoce la solución, sino cuando se pone en práctica, que suele ser más difícil porque la realidad tiene un componente de resistencia e imprevisibilidad desconcertantes. La realidad es mucho más compleja que las teorías. Con la formula del PER resolvemos un problema teórico pero no es el fin porque aquí empieza la reflexión para resolver un problema práctico.
Las corrientes del pensamiento del racionalismo dieciochesco, la Ilustración y mas recientemente la filosofía de la ciencia intentan centrarse en las evidencias científicas y en el caso concreto de la bolsa, basarse en fórmulas matemáticas, que están muy bien para saber donde estamos pero no deben de excluir las leyes del mercado; además la predicciones también están basadas en cálculos y proyecciones sobre acontecimientos futuros que alteraran la situación actual. Así el ejemplo mas claro es el del sector bancario, los bajos PER’s no eran ni son un prueba de que estas empresas están baratas, sino que prevén obtener menores beneficios por deterioro de activos y ampliaciones de capital con el consiguiente efecto de dilución en el BPA (beneficio por acción). No se trata de reducir la fórmula a una cuestión opinable sino utilizarla de forma paralela con otras técnicas para no caer en la trampa de presuntas verdades absolutas.
Lo que nos provoca errores no son las cosas que ignoramos, son las cosas que sabemos y no son así realmente y es porque muchas veces mantenemos creencias dudosas porque parecen las conclusiones mas lógicas de la evidencia disponible y no son productos de la irracionalidad sino de una racionalidad defectuosa.
Naturalmente no estoy contra la utilización del PER ya que lo empleo siempre pero creo que tenia razón el filósofo Popper cuando se opuso a la pretensión científica de demostrar todo a base de leyes o fórmulas y afirmó que las hipótesis científicas pueden ser refutadas cuando los hechos desmienten sus previsiones,mantenía que las teorías científicas no pueden verificarse, deben tratarse como hipótesis sujetas a falsación, mientras no se demuestren que son falsas pueden aceptarse provisionalmente, o sea, utilizarse como hipótesis de trabajo pero manteniendo la duda. Popper mantenía que la razón no es capaz de establecer generalizaciones con criterios de verdad fuera de toda duda. La razón nos dice que la teoría del PER es correcta matemáticamente pero el mercado basado en la oferta y la demanda la contradice o al menos, no le da validez total.
En la enseñanza ha prevalecer la ciencia sobre la opinión y distinguiendo entre ser y apariencia, cuando se enseña el PER se ha de hacer como una convicción de un modelo y no como una enseñanza estática, es decir:
PER bajo: la primera interpretación es que en poco tiempo se puede recuperar la inversión, pero también implica que el mercado detecta un riesgo mayor en la empresa, se perciben problemas.
PER alto: se necesita mayor tiempo para recuperar la inversión pero el mercado percibe menos visibilidad de problemas.
Benjamin Graham tenia razón en sus argumentos dentro del entorno macroeconómico en el que encontraba que era posterior a una época de 30 años en la que había habido dos guerras mundiales y la mayor depresión del siglo, en la situación actual Graham debía de haber tenido una estrategia distinta con respecto al PER.
Los argumentos son mas fuertes cuanto mas contradicciones se superan y ahora en plena crisis está quedando claro que los PER’s bajos que parecían señales de compra solo eran un espejismo del mercado.
He utilizado el PER y sigo utilizándolo como un importante medio dentro del Análisis Fundamental y creo que debe ser tenido como una hipótesis de trabajo que no hay que olvidar porque es un importante referente, pero creo que en general no se aplica de forma correcta ya que en muchos casos se hace de forma aislada para obtener un criterio cuando solo es una ratio mas del Análisis Fundamental.