Sólo hay que mandarles una carta certificada o un burofax comunicando la baja en el plazo establecido e ignorarles tú a ellos dando orden al banco de que no paguen el siguiente recibo, así de fácil.
No mezclemos churras con merinas, las tarjetas virtuales no están creadas para pagos físicos en comercios, están pensadas sólo para pagos en Internet.Yo no quiero convencer de nada nadie, que cada cual use sus tarjetas cómo y para lo que le apetezca, creo que aquí ya han quedado bastante claro los usos y las recomendaciones para su uso.
En cualquier caso, e independientemente de los mayores o menores “problemas” que puedan dar algunas tarjetas virtuales, o sus bancos, es obvio que son infinitamente más seguras que las convencionales.
Recomiendan tenerlas apagadas para operaciones en Internet o desde fuera de España, no para el resto de operaciones, de hecho las de los bancos que yo tengo NO permiten apagarlas para el resto de usos.
Problema ninguno, la llevo usando años y nunca he tenido ningún problema con los reembolsos por devoluciones de compra, al menos la mía siempre está “abierta”, de forma que se puede retirar/descargar ese importe en cuenta me llega el aviso del abono. Lo que no sé es cómo funcionan las del resto de bancos.Respecto de los abonos en tarjetas convencionales, ten en cuenta que recomiendan tenerlas apagadas para operaciones en Internet o desde fuera de España, no para el resto de operaciones.
Yo opino todo lo contrario, el comercio electrónico depende de la seguridad al 100 % de los sistemas de pago, y estos sistema de pago sólo pueden ser seguros si nuestros datos de tarjetas o cuentas bancarias NO circulan por la red, esa es la razón por la que los bancos recomiendan tener las tarjetas “apagadas” y que no se faciliten nuestros datos bancarios a NADIE, y aún así ningún banco asegura que tampoco nos la puedan meter doblada.Yo tengo una de Caja Rural y funciona muy bien, no exigen recargas mínimas, ni periódicas, ni nada de eso, el único “inconveniente” es que hay sitos donde detectan el tipo de tarjeta que es y no dejan que se use (reservas de hoteles, viajes, etc.). Lo interesante de esta tarjetas es que podemos estar tranquilos de que intenten hacer uso de ella porque su saldo debe ser siempre cero, o de un par de euros, de forma que se precarga antes de hacer la compra ... ¿incómodo?, sí es un poco incómodo (muy poco), pero muchíííííísimo menos incómodo que mantenerla con saldo y que me roben cada dos por tres.
Las tarjetas de crédito convencionales no tienen absolutamente ninguna seguridad; una vez que se usen sus datos en cualquier compra por Internet, esos datos están en cientos de servidores de centrales de pagos desprotegidas y a merced de cualquier hacker medianamente espabilado (lo digo por experiencia después de que me intentasen tangar 400 € al hacer una prereserva en un hotel de lo más fiable, gracias a que fueron un poco torpes y quisieron metérmela por un pago por Paypal, cuando esa tarjeta no era la que estaba asociada a mi cuenta y Paypal me lo reembolsó). La única tarjeta segura para uso en Internet es una tarjeta virtual con saldo cero (o cualquier otro saldo mínimo) y precarga inmediatamente antes de la compra. Sobre el resto de tarjetas recomiendan mantenerlas “apagadas” permanentemente para operaciones por Internet o desde fuera de España. Son recomendaciones de mi banco, y creo que ya deben ser de primero de usuario de tarjetas.
Me gustaría estar muy equivocado, pero me temo que estamos asistiendo en directo al fin de la banca supuestamente “gratis”, lo que por otra parte, creo que nunca ha existido, porque no hay nada gratis, y lo que es gratis para unos, lo pagan otros. Pero a este paso lo pagaremos todos, y varias veces, ojalá me equivoque, pero en este tipo de cosas llevamos las de perder.
El uso de tarjetas de crédito o débito convencionales para compras en Internet es una bomba de relojería, que tarde o temprano nos acaba estallando en las manos, y que está absolutamente desaconsejado. Yo recomiendo:“apagar” todas las tarjetas de crédito/débito para compras internacionales o por Internet.utilizar única y exclusivamente tarjetas virtuales, que siempre pueden tener un saldo mínimo, de forma que se recargan con el importe exacto de cada compra inmediatamente antes de hacerla. Es facilísimo y rapidísimo, ya la tienen casi todos los bancos, e incluso en algunos son gratuitas.De esta forma se minimizan riesgos al máximo, por no decir que es prácticamente imposible, que cualquier chorizo se haga regalos con nuestro dinero.