La economía mundial se ha asentado en la senda de la recuperación. No obstante, el camino no es sencillo. Cada país ha tomado un enfoque diferente a la hora de afrontar el coronavirus, desde la “tolerancia cero” a la “coexistencia con vacunas”, y esto implica distintas velocidades de recuperación. Por si esto fuera poco, la subida de la inflación supone una nueva piedra en el camino. El miedo a una situación de estanflación (bajo crecimiento, alta inflación) como la vivida en los años 70 ha provocado una nueva de incertidumbre en los mercados. A medida que la economía mundial vaya cambiando de marcha se generarán muchas oportunidades, pero las reglas de inversión siguen siendo las mismas: mantenerse innovadores y abiertos a los nuevos planteamientos, diferenciar entre los cambios temporales y los estructurales, y gestionar el riesgo de las carteras.
Licenciada por la Universidad Complutense en Ciencias Económicas, especialidad Economía Cuantitativa. Master en el CEMFI (Centro de Estudios Monetarios y Financiaros), con beca por el Banco de España. Actualmente es Economista Jefe DB SAE y responsable de productos estructurados, cuentas y depósitos. Anteriormente trabajó en el Servicio de Estudios de BBVA como responsable de economías emergentes, y como ayudante de investigación en la Fundación de Estudios de Economía Aplicada.