Aqui dejo una bonita comparacion entre la IGLESIA y UNA EMPRESA.
http://www.vozpopuli.com/empresas/30477-el-otono-de-el-corte-ingles-y-el-dilema-de-don-isidoro
".... “¿Qué tienen en común la Iglesia Católica y El Corte Inglés?” Para su autor, José Luis Pastor, “la Iglesia es una de las empresas con mayor volumen de clientes y presencia física en todo el mundo, siendo, al mismo tiempo, una de las que soporta una mayor tasa de deserción de fieles”. Tras hacer recuento del potencial de la “marca” (un logotipo imbatible -la cruz-; una promesa de marca única -la vida eterna-; una red de sucursales con presencia hasta en la aldea más remota; el manual corporativo más leído de la historia -la biblia-; una red comercial formada por trabajadores dedicados en cuerpo y alma a propalar las ventajas del producto -curas y monjas-, y un CEO capaz de generar publicidad gratuita con un simple chasquido de dedos –el Papa-), Pastor se preguntaba “¿Cómo es posible que tal acumulación de ventajas competitivas no sea suficiente para frenar su caída y evitar la expansión de productos sustitutivos (cienciología, budismo, evangélica, etc.) que mantienen una tendencia de alto crecimiento? ¿Cómo explicar que la industria de la fe sea incapaz de explotar sus activos?”.
Salvadas las distancias –insuperables desde la dimensión espiritual y teológica de la Iglesia-, el autor establecía un paralelismo entre ambas organizaciones afirmando que El Corte Inglés (ECI) “es el único gran almacén del mundo que sobrevive bajo el formato de dimensión de gama. Es un generalista extremo, lo cual le lleva a una inabarcable amplitud de familias de productos, y a un nivel incomparable de profundidad de referencias dentro de cada categoría”. Un gran almacén que nada tiene que ver con modelos de negocio como el de Harrods, Lafayette o Sears, y cuya fortaleza histórica descansa sobre dos pilares: ser la tienda donde es posible encontrar todo lo que uno pueda buscar, por un lado, y no tropezar con ninguna dificultad en caso de reclamación o devolución del producto, por otro. ECI y la Iglesia tienen, sin embargo, un elemento en común: todo ha cambiado a su alrededor, pero ellos parecen no haberse dado cuenta. En consecuencia, su mercado se está extinguiendo. “Las nuevas generaciones ni compran en ECI ni acuden a misa los domingos”. El corolario es claro en ambos casos: pérdida de clientes y/o fieles y caída de ingresos....."
o Sea a partir de ahora ¿a rezar al Botin ?
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