Supongo que lo mejor es que el 33% del mercado tenga Win, el otro tercio Mac y el restante Linux, hay que diversificar para tener menos riesgos. No se si hay mas SO para ordenador, ya que las aplicaciones solo trabajan para los mas importantes o eso creo..
Buenos días.
Chema Alonso opina que sólo los expertos deben opinar. Pues, siguiendo el consejo de este opinador sobre las opiniones del prójimo, voy a dejar el enlace de un opinador experto a propósito del cataclismo de estos días.
El opinador experto, señor Feng Li, ha opinado. Destaco sus expertas opiniones.
In addition to exposing the hidden web of dependencies that sustain our digital society and economy, the outage also highlighted the geopolitical dimensions of these dependencies.
Countries with strong ties to Microsoft and CrowdStrike felt the brunt of the impact, but businesses in countries like China, with their relatively insulated and controlled IT infrastructures, appear to have been less affected.
China's focus on using indigenous technology and reducing their dependency on foreign technology may have also contributed to the lesser impact on their systems.
The incident serves as a stark reminder that technological dependencies can translate into geopolitical vulnerabilities, with state authorities increasingly needing to consider not just the economic but also the strategic and geopolitical implications of their IT alliances.
It has also raised serious questions about the resilience of both the Windows operating systems and the cybersecurity measures by CrowdStrike that are supposed to protect them.
Perhaps we need to invest more in improving software reliability and methodology, rather than rushing out chatbots. An unregulated AI industry is going to be a recipe for disaster, particularly in a world with growing geopolitical tensions.
Todas esas reflexiones se pueden condensar en pocas palabras: soberanía tecnológica. ¿Quieres un ejemplo concreto, real? Te cuento. Hace años un delincuente que había cumplido condena solicitó a la policía de su país, la holandesa, que borrase sus antecedentes penales, por lo visto tenía derecho a solicitarlo. La policía se puso manos a la obra para cumplir con la normativa vigente, pero no pudo satisfacer la petición de expresidiario.
¿Sabes cuál fue la causa? Que tenían problemas para utilizar el software que gestionaba el proceso de borrado de antecedentes penales, un software israelí. Pidieron a la empresa información sobre el código, pero la empresa se negó a proporcionárselo con el argumento de que era un secreto comercial, ya que se trataba de un software de pago. No recuerdo lo que ocurrió al final, pero la policía holandesa dependía del soporte de una empresa israelí, la cual podía hasta desaparecer, para gestionar los antecedentes penales de sus ciudadanos.
No es más que un ejemplo, uno entre miles, cientos de miles, ... de ejemplos. El problema es que dependemos de una tecnología que no podemos controlar, que termina sabiendo de nostros mucho más que nosotros de ella. Y que esa tecnología no es nuestra.
No es la panacea, Linux es un kernel, Android utiliza el kernel de Linux, y yo odio Android más que a ningún otro SO en este mundo. ¿Por qué? Porque no puedo rootearlo a gusto, porque no puedo quitar la basura de aplicaciones que me han instalado, porque no puedo retirar algunos permisos no accesibles, porque me ha secuestrado el smartphone y no puedo borrarlo e instalar un SO nuevo y ...
¡!¡!¡! ¡!¡!¡! ¡!¡!¡! .... y porque esta sociedad estúpida y neoesclavista quiere comprimir toda nuestra vida en uno de estos repugnantes teléfonos móviles para controlarnos desde ahí.
El saber qué código se está ejecutando en nuestros dispositivos y tener el derecho a modificarlo no es la garantía de que un bicho malo no pueda introducirse por algún agujero de seguridad, no es la garantía de que un ciberpsicópata más listo que el resto no pueda explotar ese fallo en su beneficio, pero sí es la garantía de que podemos estudiar, analizar y modificar ese código para que sirva a nuestros propósitos sin depender de firmas extranjeras con sus derechos, su copyright y sus cuestinables intenciones.
Quiero tener poder sobre mis dispósitivos,
quiero tener la facultad de poder estudiar el código que se ejecuta en ellos, si me apetece,
quiero poner y quitar los programas a mi antojo, no quiero que Google o Microsoft decidan por mí,
quiero que esta sociedad deje de imponerme la obligación de tener un teléfono inteligente.
¡!¡!¡! ¡!¡!¡! ¡!¡!¡! Estoy hasta la coronilla de este mundo de tecnosnobs empeñados en poner wifi hasta en sitios que me abstendré de nombrar por razones de delicadeza, urbanidad y buen gusto.
Saludos. Los rayos del sol ya se reflejan en el monitor de mi ordenata. Buen día.