A las elecciones del 20-N yo les llamo las Elecciones del Gatopardo, todo cambiará para que todo siga igual. Con las famosas medidas de austeridad serán la excusa perfecta para desmantelar el Estado de Bienestar.
30 años de despilfarro neoliberal auspiciado por el thatcherismo financiero, primero endeudándonos para que fueramos buenos chicos de por vida, ahora trafican con la sobredeuda que ellos mismos sembraron, para después poner a su disposición las soberanías de los Estados. La clase política se convierten en meros titiriteros que solo sirven para hacerse la foto G-27, mientras Sarkozy y Merkel (Merkozy) se hacen arrumacos ante la cámara.
¿Ahora viene el viejo truco de la devaluación monetaria para bajar los sueldos artificialmente, más inflación, y luego inflar otra burbuja? Crearon una moneda única, devaluaron las anteriores, sin aplicar una fiscalidad comunitaria ¿dónde está el truco?
Primero inflaron el ladrillo infectando Los Mercados con subprimes, Madoffs y demás extravagancias financieras, ¿ahora toca traficar con las energías y con los alimentos básicos?
Los que asesoraban por Lehman Brothers, lo hundieron un día después, ahora son los sumos sacerdotes que nos "califican" la deuda a la que han bautizado como "deuda soberana".
Se les acaba de ocurrir una mágica idea, inventar una Banca Pública en la que se acumulen todos esos engendros financieros contaminados que generan en su Casino de Wall Street, y desde allí expandirlos o "disolverlos" de alguna forma bajo las alfombras de la Doble-Economía Global.
Ahora el gasto en el que nos metieron se ha convertido en un pecado, llega la Austeridad, y la deuda privada se ha convertido en deuda pública por el arte del birlibirloque de la magia de Los Mercados.
El Mercado es mágico. Así clamaba Reagan junto a la Maga Thatcher.
Es evidente que estamos gobernados por traficantes y por pastores de ovejas que hacen de títeres vende-peines.
La Democracia ha sido vendida el mejor postor en el Mercadillo Global, ahora la prensa debería empezar a hablar de "democraduras", o "dictablandas" bajo la bendición del Nuevo Dios: Los Mercados.