Re: Bruselas avisa: si Cataluña se independiza unilateralmente quedará excluída de la UE
no te he tenido que ir muy lejos para que alguien diga cosas que digo yo .
el modelo este ultraliberal , me lo conozco , es el de UPN ( ha fracasado
que no quiere decir que lo hiciera en cataluña )
si me apuras el de esperanza aguirre y por supuesto el de Artur , ya que en cuestiones economicas lo de masachusets y demas es un 805 el que predican aqui y llevan 28 años en el gobierno .
al final se reduce a que si no me bajas impuestos ( la Wolkswagen me voy a otro lado .
pero para que lo entienda todo el mundo el modelo es el de ryanair .
si quieres que vaya a tu aeropuerto me tienes que dar tanto , Ryanair pone la cifra y no al reves .
No juzgo , solo expongo , porque el cuento este me lo conozco 18 años es mucho tiempo .
Hasta el día de hoy, el debate sobre el impacto económico de una eventual independencia de Cataluña se ha centrado de forma casi exclusiva en dos cuestiones: el "dividendo" que supondría el fin del déficit fiscal con España y el "coste "de un posible boicot a productos catalanes. Estos son, sin duda, dos factores importantes y que deben tenerse en cuenta a la hora de evaluar la rentabilidad económica de la independencia. Pero el énfasis en estas dos cuestiones refleja una actitud parecida a la de un inversor "pasivo" o "rentista," que se fija sólo en el aumento o disminución de los intereses o dividendos que puede conllevar un cambio en el control de la empresa. Esta actitud contrastaría con la del inversor que pasa a controlar la empresa, y que reconoce la oportunidad que se le ofrece para influir, a través de sus decisiones, en los beneficios que generará aquella y, por tanto, en la rentabilidad de su inversión.
Volviendo al caso de una Catalunya independiente, esta oportunidad vendría dada por la posibilidad de diseñar de nuevo las instituciones y reglas del juego que regirán el nuevo Estado, y por la disponibilidad por parte de este de un abanico amplio de instrumentos de política económica que actualmente están bajo el control casi exclusivo del gobierno y parlamento españoles. Esto permitiría definir políticas propias y un nuevo marco regulatorio en los terrenos laboral, fiscal y financiero, entre otros, así como en el funcionamiento de todos los ámbitos de la administración pública, sin más restricciones que las provenientes de las normativas europeas. Dada la importancia que estas decisiones tendrían a la hora de determinar la prosperidad del nuevo Estado (y por tanto el atractivo de la opción soberanista), sería deseable que el debate actual se enriqueciera con propuestas que respondieran la siguiente pregunta: la independencia, para hacer qué?
En este sentido, debo confesarles que la perspectiva de una Cataluña-Estado no me genera una atracción incondicional. Para que me entiendan, y llevando el argumento al extremo, si la independencia lleva a hacer de Cataluña una nueva Cuba o una Corea del Norte en el Mediterráneo, creo que más vale que lo dejemos correr. Mi atracción por la opción soberanista está vinculada a los conceptos de oportunidad y de posibilidades que aquella ofrece. En todos los terrenos, pero especialmente en el económico. Para decirlo claro y catalán, me atrae la oportunidad y las posibilidades que ofrecería la construcción de un Estado nuevo que tuviera entre sus objetivos fundacionales el logro de un crecimiento sostenible máximo y que, por tanto, diseñara las sus instituciones y las reglas de juego de acuerdo este objetivo, desde el día cero. En el terreno económico, este es un objetivo que debería generar un amplio consenso, al margen de ideologías y partidismos, y más allá de las discrepancias legítimas a la hora de definir las políticas concretas a implementar. Entre otras razones, porque no creo que haya una alternativa creíble si queremos poner fin a la lacra del paro (la fuente de desigualdad más perversa) y mantener un estado de bienestar de calidad.
El informe "Doing Business," publicado anualmente por el Banco Mundial nos da una medida del recorrido potencial en este sentido. En su última edición sitúa a España en la posición 44 (entre 183 países) de su ranking global basado en la "facilidad para hacer negocios," (con Puerto Rico y Colombia ante él, y seguida de Ruanda y Túnez). En algunos de los sub-indicadores la situación es aterradora (por ejemplo, se encuentra en la posición 133 en términos de facilidad para comenzar un nuevo negocio). Este informe y otros similares, como el "World Competitiveness Report", no hacen más que confirmar lo que es evidente para cualquier empresario: el marco institucional español está lejos de ser el más adecuado para la generación de riqueza basada en el La actividad productiva. La construcción de un nuevo Estado ofrece una oportunidad única para hacer borrón y e iniciar un proceso ambicioso y estimulante que mire adelante sin la carga del pasado.
En mi opinión, el atractivo económico de la Cataluña independiente se vería muy potenciado si en la construcción del nuevo Estado se tuvieran en cuenta los siguientes principios (sin ánimo de hacer un listado exhaustivo):
1. Necesidad de un nuevo modelo de administración pública basado en los principios de austeridad, eficiencia y servicio de calidad al ciudadano. Satisfacer esta necesidad requeriría, a mi juicio, la introducción de criterios de gestión empresarial en el funcionamiento de la administración, con rendimiento de cuentas estricto e incentivos basados en la productividad individual. La figura obsoleta, discriminatoria y anti-económica del funcionario, como la del caballero feudal, debería pasar a la historia. El sistema de gestión de los centros de investigación de la Generalitat, basado en la autonomía, el rendimiento de cuentas, y los incentivos vinculados a la excelencia de los resultados ofrece, en este sentido, un modelo de éxito reconocido que podría exportar al grueso de la futura administración catalana.
2. Importancia capital de procedimientos administrativos y judiciales sencillos, rápidos y eficientes, que maximicen la seguridad jurídica de los particulares y garanticen plenamente sus derechos. Cualquier recurso bien invertido en este campo tendría una rentabilidad social inmensa.
3. Necesidad de un marco laboral flexible, con un contrato único indefinido que ponga fin a la dualidad actual, y donde el papel de los tribunales no consista en "decidir por las empresas" sino que esté restringido a garantizar el respeto a los procedimientos establecidos y la no discriminación.
4. Una fiscalidad sobre empresas y trabajadores que favorezca la inversión extranjera y la atracción de talento. El fin del déficit fiscal y la prioridad de la lucha contra el fraude deberían dar margen para esta nueva fiscalidad.
5. Adopción del inglés como tercera lengua oficial, enfatizando su papel como lengua de relación con el mundo, incluyendo la relación entre empresas y profesionales extranjeros y administración. Esto requeriría una campaña intensa de alfabetización con la colaboración de medios de comunicación y escuelas. Este también sería, sin duda, un elemento clave en la internacionalización de la empresa catalana y la reducción de su dependencia excesiva del mercado español que, pese a los avances en las últimas décadas, aún resulta desproporcionada con la relativa insignificancia de este mercado dentro de la economía global (0.6% de la población mundial y 1.7% del PIB mundial, una vez se excluye Cataluña).
6. Un estado del bienestar de calidad, generoso con los pobres, pero con mínimas distorsiones y desincentivos, e implacable con el fraude.
En resumen, y para terminar: creo que es importante reconocer que la independencia de Cataluña, por sí misma, nos podría hacer más ricos (en acabar con el déficit fiscal), pero no necesariamente más productivos. Esto último requeriría hacer un buen uso, desde el día siguiente de las fiestas, de la oportunidad única y de las posibilidades enormes que ofrece la construcción de un nuevo Estado. Si estamos o no a la altura de este reto dependerá exclusivamente de nosotros, y ya no se valdrá echar las culpas a los demás. Al fin y al cabo, quizás esto es el mejor regalo que nos llevaría la independencia.
ESTE ULTIMO PARRAFO ES CON EL QUE ESTOY DE ACUERDO QUE HACER AL DIA SIGUIENTE ; QUE MODELO SOCIAL ETC .
nadie habla aqui de SS que para mi es un contrato social pero bueno , tal vez por la independencia o POR ESPAÑA como dice Mariano tengamos que dejarnos robar y hasta poner la vaselina
para la penetracion .
Un saludo
La desigualdad importa aunque aún no lo sepas