El Banco de España quiere acabar con el destrozo que la guerra del pasivo provoca en los márgenes de la banca abaratando de forma drástica los depósitos que oferta para captar ahorros de clientes. En encuentros con los grandes bancos antes de Navidad les "recomendó" topar la retribución en imposiciones a un año en el 1,75% frente al 4% que rozaban e incluso excedían numerosas ofertas a finales de 2013. En depósitos hasta dos años el umbral aconsejado es del 2,25% y sube al 2,75% cuando excede dicho plazo, indicaron fuentes financieras.
La respuesta no se ha hecho esperar. El Popular y Banco Sabadell han acercado sus productos al umbral sugerido, mientras que BBVA, CaixaBank y el Santander ultiman la nueva política de precios tras dejar de ofrecer anteriores retribuciones superiores en sucursales y web.
Exigirá más capital
El supervisor ha trasladado la recomendación de forma verbal y algunas entidades esperan que la materialice con topes u horquillas formales en una circular. Fijar topes por ley es delicado por el riesgo de considerarlo una intervención en precios, por lo que el Banco de España no prohibiría precios sino que apuntalaría su recomendación con penalizaciones a la entidad que no se desentienda de seguir el consejo con mayores exigencias de capital.
El organismo baraja dejar a las entidades ofrecer extratipos en el 15% del volumen total de dinero nuevo que capte o en renovaciones de depósitos para dejar cierto margen de maniobra a los bancos que deseen premiar o retener a sus mejores clientes o en aquellas imposiciones de mayor plazo.
Una regla así obligaría a captar o renovar el 85% del dinero restante en depósitos con los tipos recomendados o inferiores. A falta de la concreción en una circular, se pondera exigir entre 0,75 y 125 puntos básicos extras de capital según las reglas de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), por el dinero captado en exceso, indicaron en una entidad financiera.
La graduación permitiría al banco usar superdepósitos para evitar que otro le arrebate los mejores clientes e impediría que una entidad rebañe el mercado y capte ahorros a manos llenas con un extratipo, como ocurrió el pasado año. Algunas entidades financieras confiaron ayer en que la circular sea flexible y los tipos sirvan de orientación general, con la posibilidad de modularlos según la relación con el cliente, el ahorro que deje bajo gestión y el plazo de la imposición.
La banca, en general, comparte la preocupación del supervisor de atajar una guerra del pasivo que ha devorado los márgenes financieros y lastrado duramente los resultados desde que la crisis obligó al sector a buscar en el cliente los fondos imposibles de levantar en el mercado de capitales y el interbancario. Los superdepósitos han casi generalizado las rentabilidades próximas al 4%, cuando el euribor se mueve en el 0,55%.
La iniciativa del Banco de España tiene lugar, curiosamente, apenas cuatro meses después de que el Gobierno destopase los superdepósitos. El pasado 31 de agosto acabó con una normativa del anterior Gobierno socialista que penalizaba los extratipos exigiendo por ellos una mayor contribución al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). La que fue denominada Ley Salgado fracasó en el objetivo de frenar el deterioro en los márgenes porque la banca movió la guerra a otro frente: captó ahorros a través de pagarés con atractivas rentabilidades, un efecto pernicioso al carecer dichos productos de la protección del Fondo de Garantía que sí tiene el ahorro en depósitos y cuentas. Se estima que los ahorradores cuentan con unos 50.000 millones de patrimonio aún en pagarés.