Me voy a Lisboa

"la primera vez que le ví con una de las pistolas, calibre .45,"

Caray, eso son palabras mayores.

Un abrazo.

Si, yo también he pensado lo mismo, jajajajaja (o al cónyuge, que nos mirará raro). Dicen que ese ta-ta-ta-chan era lo que imaginaba Beethoven cuando pensaba en la muerte, llamando a su puerta. ;-)

También podías haber escogido la Cabagada de las Walkirias o el ¡Oh, fortuna! de Carl Off.

"a mí me resulta admirable la gente que tiene más estudios que yo y me encanta compartir su tiempo y su amistad, porque aprendo mucho con ellos."

Efectivamente, ese es el quid o la visión. De cualquiera se puede aprender algo, pero si la persona tiene unos estudios, la cantidad de información que puede ofrecer, se supone mucho mayor.
Podría ser cuestión de culturas. Los anglos una de las primeras cosas que te preguntan (dicen) es a que te dedicas y cuanto ganas, cuando aquí lo consideraríamos de mala educación.

Un abrazo.

Esto me demuestra una vez más que los temas que no se conocen en profundidad es mejor no hablar, jajjaaaaa...

Así que los pantaloncitos son pintados... No voy a comentar nada que no son horas, ;-)

Me he fijado en tu foto, que es chico. Bueno, claro, si no, se llamaría Bob-a y no Bob... ;DD

Un saludo cordial

Bienvenida Brujitabuena.

Supongo que vienes para compensar a Karli, que se define como bruja mala ;-) (ya será menos).

¿Síííí? Pero ¿por qué?

¿Es malo? Si tiene cara de bueno.

Realmente no sé nada del Sr. Esponja. Tendré que informarme o mejor, informadme vosotros, que sois los expertos en "Clan"... ;-)

¿De qué van estos dibujos animados, qué hace la esponja, es un superhéroe?

Un saludo cordial

Por supuesto, ¡receta más sencilla y resultona no hay!

Cocer unos huevos en un recipiente, 10 mimutos en ebullición, que queden bien cociditos. Para los creyentes, dicen que rezar 3 Credos es suficiente tiempo...

En otro recipiente, calentar a temperatura media dos cucharadas de aceite, un trozo de mantequilla en cantidad similar al aceite y homogeneizar bien las dos grasas. Añadir dos cucharadas de harina (la cantidad te la dice la masa, cuando empieza a engrumarse es suciciente harina). La harina tiene que hervir en la grasa, porque si no, al final la salsa sabrá cruda.

Añadir poco a poco leche templada (yo lo hago con fría porque -modestia aparte- tengo ya la salsa dominada) y no dejar de revolver, disolviendo los grumos previamente formados. Cuando consideremos que ya tenemos suficiente cantidad de salsa o ya está líquida/espesa a nuestro gusto, retiramos del fuego.

Quitamos la cáscara a los huevos, los cortamos por la mitad y extraemos las yemas que mezclaremos con la salsa, aportando un color amarillito muy apetitoso.

Abrimos una latita de bonito del Norte en aceite de oliva, escurrimos el aceite y desmigamos el bonito, añadiéndolo a la salsa.

Ahora podemos decidir si queremos rellenar los medios huevos y emplatarlos con la salsa o sencillamente, ponerlos encima de la salsa y servir templaditos.

Como toque final, se pueden espolvorear con queso rallado y darles un calentón de gratinador, 3 minutitos justo antes de servir.

Están buenísimos.

Un saludo cordial

Lo que te decía de las buenas intenciones y el infierno, guapetona, ;-)

Un abrazo