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Exceso de celos en MERCADONA.
Mi critica va dirigida hacia el exceso de celo que nos tienes expuesto a los clientes los empleados de Mercadona con el tema del COVID-19, como de los mismos vigilantes de seguridad de la empresa PROSEGUR en el caso del establecimientos sito en Avenida MANUÉL DEL VALLE de la ciudad de SEVILLA, enfrente del Palacio de Congreso.
Esta mañana fui con mi señora a hacer la compra como hacemos cada 15 días, para evitar aglomeraciones, hacemos uso de mascarilla, gel desinfectante y guantes, y por supuesto la distancia de seguridad impuesta de 2 metros. Mi señora va media hora antes a comprar y cuando llego yo rellenar el segundo carro. Pues un vigilante me dice que agilizémos la compra, aun estando ubicado en un punto amplio como medida de seguridad, sin estorbar a nadie y con el único delito de quedarme parado 10 minutos esperando a terminar mi esposa de comprar. Los empleados algunos (afortunadamente no son todos), indicándonos posición de como situar los carros tanto en los pasillos como en las cajas, y eso teniendo medidas de seguridad como mamparas de metalcrilato por citar alguna. Si llevo mis guantes me tengo que echar gel y ponerme sus guantes, es como comer pizza con pan haciendo un símil. Algunas veces la educación de los empleados se la dejan en sus casas.
No olvidemos un detalle, hay una pandemía SI, pero que somos también personas, no números en una estadistica de mercado y que psicológicamente comprar en Mercadona es como ir al Matadero o peor a la guerra. Yo he comprado en otros Supermecados e Hipermercados, y con las mismas medidas de seguridad y no ha sido excesiva la presión para realizar la compra. Y si sus empleados quieren seguridad lo primero que deben de hacer ellos aplicarlas tanto dentro del establecimientos como cuando van a desayunar a cualquier cafetería, cosa que no hacen, 4 empleados uniformados de Mercadona sin mascarilla, ni guantes y en la misma mesa que vi esta mañana precisamente yendo a su establecimiento a realizar la quincenal compra.
Así que por mi parte, mi dinero también se resiente del exceso de celo, y no soy el único que comparte este tipo de critica, pregunte un poco al pueblo.
Así que he elegido que lo de cada uno en su casa y dios en la de todas, Sr. Roig.
Gracias por los servicios prestados,se lo agradezco pero quédense con sus excesivas normas que yo me voy donde me traten como cliente normal y no como un preso en Guantánamo.
“No hay mayor aliado de los tiranos que un pueblo sumiso porque cree tener alguna esperanza en lo que sea: el progreso material o la vida eterna.”
Esta mañana fui con mi señora a hacer la compra como hacemos cada 15 días, para evitar aglomeraciones, hacemos uso de mascarilla, gel desinfectante y guantes, y por supuesto la distancia de seguridad impuesta de 2 metros. Mi señora va media hora antes a comprar y cuando llego yo rellenar el segundo carro. Pues un vigilante me dice que agilizémos la compra, aun estando ubicado en un punto amplio como medida de seguridad, sin estorbar a nadie y con el único delito de quedarme parado 10 minutos esperando a terminar mi esposa de comprar. Los empleados algunos (afortunadamente no son todos), indicándonos posición de como situar los carros tanto en los pasillos como en las cajas, y eso teniendo medidas de seguridad como mamparas de metalcrilato por citar alguna. Si llevo mis guantes me tengo que echar gel y ponerme sus guantes, es como comer pizza con pan haciendo un símil. Algunas veces la educación de los empleados se la dejan en sus casas.
No olvidemos un detalle, hay una pandemía SI, pero que somos también personas, no números en una estadistica de mercado y que psicológicamente comprar en Mercadona es como ir al Matadero o peor a la guerra. Yo he comprado en otros Supermecados e Hipermercados, y con las mismas medidas de seguridad y no ha sido excesiva la presión para realizar la compra. Y si sus empleados quieren seguridad lo primero que deben de hacer ellos aplicarlas tanto dentro del establecimientos como cuando van a desayunar a cualquier cafetería, cosa que no hacen, 4 empleados uniformados de Mercadona sin mascarilla, ni guantes y en la misma mesa que vi esta mañana precisamente yendo a su establecimiento a realizar la quincenal compra.
Así que por mi parte, mi dinero también se resiente del exceso de celo, y no soy el único que comparte este tipo de critica, pregunte un poco al pueblo.
Así que he elegido que lo de cada uno en su casa y dios en la de todas, Sr. Roig.
Gracias por los servicios prestados,se lo agradezco pero quédense con sus excesivas normas que yo me voy donde me traten como cliente normal y no como un preso en Guantánamo.
“No hay mayor aliado de los tiranos que un pueblo sumiso porque cree tener alguna esperanza en lo que sea: el progreso material o la vida eterna.”