El dividendo me ha vuelto a fastidiar el análisis Elliott.
Resulta que Alba ha dado hoy un dividendo de tres euros y me he puesto a mirar el Visual para ver cómo va la cosa. Había vendido, hace días, a 43,97 porque me parecía que ya había alcanzado un techo, y estaba esperando a una buena corrección para volver a entrar.
Tenía todas las ondas marcadas con sus números y colores correspondientes, para hacerme una idea de la situación, y una línea soporte dibujada en el importe de venta, para no ir de listo y poder darme de tortas por recomprar a mayor precio.
Me aparece el gráfico, y veo que el máximo del año está en 42,79, y que, además, ha sido justamente hoy, cuando yo estaba convencido de de haber vendido más de un euro por encima. Como en el currelo suelo utilizar el ProReal Time, que lo puedo ver gratis en Bankinter y seguir las cotizaciones en tiempo real, mientras realizo puntualmente mis innumerables tareas, esperaba que el cierre de hoy estuviera muy por debajo de mi precio de venta ya que ese gráfico no resta los dividendos de la cotización.
Lo peor no es el susto que te pegas, ya que la estupefacción sólo dura unos pocos segundos, sino la caótica visión del gráfico que con tanto esmero habías estado componiendo en semanas anteriores.
Los números, que con tanto cuidado habías puesto en cada cima de cada impulso y en cada base de cada corrección, con su color correspondiente para poder distinguir cada grado de onda, tal y como Elliott tuvo la paciencia de explicarnos, se encontraban, unos a dos centímetros de los límites, que en un gráfico es como de aquí a Tombuctú, y otros habían desaparecido.
La línea soporte, ya no parece, hasta que pinchas con el ratón en la lupa de ampliar gráfico y te aparece dos centímetros por encima.
Si el gráfico está en blanco y negro, los números desaparecidos suelen ser los de color oscuro o muy claro, los de color fucsia y rojo los localizas rápidamente, pero te tienes que tirar, más o menos, un cuarto de hora localizando los de todos los colores y lo peor es que hoy, a lo mejor, no tienes la misma inspiración que cuando los pusiste, y una vez que vuelves a recolocarlos todos, te das cuenta que hiciste el primo vendiendo a 43,97.
¿Y ahora, qué hago?. ¿Bajo la línea soporte de 43,97 a 40, 97, teniendo en cuenta que en el futuro no me acordaré el precio real al que las vendí, o la mantengo dos centímetros arriba, teniendo en cuenta que me desaparece cada vez que le doy a la lupa de aumento?.
Ahora lo tengo claro. Prefiero que no se deduzcan los dividendos de las cotizaciones.