Todo lo que se marca desde la política tiene riesgo regulatorio que por otro lado se compensa con concesiones (como si lo llamáramos ‘monopolio’ aunque no es ‘mono’), vivimos tiempos difíciles en política con un exceso de populismo y eso no es bueno... ahora tienen que pagar los bancos, las eléctricas, etc... los platos rotos por los políticos como si esas empresas no fueran sociedades ANÓNIMAS, y quién son esos propietarios anónimos que pagan: los accionistas... más de lo mismo.
A largo plazo no creo que sea muy dañino, pues la política va y viene y el consumo energético estará siempre ahí, no obstante el riesgo regulatorio puede ser dañino de veras, pudiendo llegar a convertirse en riesgo país y alejando la inversión extranjera, y esto afectaría de forma genérica a energéticas y no energéticas. España aún está lejos de esto.
Yo sí apuesto por el sector energético, de momento por eléctricas y cuando tenga oportunidad REE y GAS y quizá Repsol si lo plantea bien, el coche eléctrico ha venido para quedarse.
saludos.