En teoría lo mismo da, puesto que el precio de las nuevas acciones más el derecho debería equivaler al precio de mercado de las acciones que ya están cotizando... Lo único que podría diferir sería el tema fiscal, pero imagino que poco se puede hacer ahí.
Lo que hay que ver es si sale más barato entrar vía derechos que vía acciones cotizando, aunque en principio no debería ser así por temas de arbitraje.
El valor de las nuevas acciones suele ser inferior al precio de mercado, por lo tanto hay un efecto dilución, es decir que se deprecia el precio de cotización de las acciones en el mercado, pero esta dilución se compensa con los derechos. Al final teóricamente hay equidad y nadie sale perjudicado ni beneficiado, excepto cuando se produce una ampliación liberada (cargo a reservas de la empresa) como si de un dividendo se tratase.
Saludos.