Guerra comercial por la concesión de créditos rápidos

Los gastos de las vacaciones estivales parece que han potenciado la guerra comercial en este tipo de productos que nos toca "sufrir" en los spots publicitarios de la hora del desayuno. Este artículo compara la oferta existente. Extracto:

AVALANCHA DE CRÉDITOS RÁPIDOS PARA LAS VACACIONES DE VERANO

BEGOÑA CALZÓN, Invertia.com

Las vacaciones de verano son un momento feliz tanto para el negocio de los llamados Establecimientos Financieros de Crédito (EFC), tipo Cofidis, como para los bancos y cajas, incluidas las más grandes: el Santander, BBVA y La Caixa.

Entonces se disparan las peticiones de las familias de créditos rápidos o instantáneos para sufragar este gasto extra. Tanto es así, que el Santander no ha dudado en sumarse ahora a la estrategia publicitaria de los EFC, que bombardean la programación televisiva de la mañana con spots que prometen dinero fácil y sin pedir explicaciones.

La entrada de los grandes bancos y cajas en este negocio el año pasado está reduciendo ya los márgenes. Los EFC y los bancos aplican unas tasas anuales efectivas (TAE) superiores al 20%, pero en raros casos llegan ya al 25% como hace un par de años. En las cajas, aunque los intereses se reducen notablemente, al final salen igualmente caros porque suelen cargar gastos y comisiones.

Los créditos y préstamos rápidos se diferencian de los créditos personales en que en la mayoría de los casos están vinculados a la adquisición de productos o servicios de pequeña cuantía, que no suele superar los 6.000 euros. Por lo tanto, son una variedad de créditos al consumo que tienen singular atractivo para los clientes que priman la comodidad en la tramitación de su solicitud a los intereses que les cobran.

Los establecimientos financieros de crédito suelen ser algo más caros que los bancos y cajas, lo que justifican en el elevado riesgo que asumen. Su actividad como prestamistas está vigilada por el Banco de España, aunque esta institución se limita a controlar que no se les confunda con los bancos; treta que les puede suponer sanciones de hasta 30.000 euros.

Los emigrantes y amas de casa son el público más adepto a este producto. De hecho, un factor decisivo en el reciente auge de la demanda de estos créditos en nuestro país es el aumento de la población emigrante, ya que están disponibles en nuestro mercado desde hace 15 años. Prueba fehaciente de ello es que para el BBVA uno de cada cuatro créditos fáciles que se tramitan en sus oficinas (llamados “Dinero Express”) lo solicitan inmigrantes.

En cualquier caso, dado el elevado endeudamiento de las familias, este frenesí empieza a preocupar en el Banco de España, que señala que el riesgo de morosidad en estos créditos (en torno al 5%, muy por encima del 0,3% que tienen los créditos hipotecarios) puede empezar a crecer si los tipos mantienen su tendencia al alza o si no se estrechan los controles de solvencia para evitar el sobreendeudamiento. Según los datos del supervisor del sistema financiero español, a finales del pasado mes de enero los hogares españoles tenían contraídas deudas por valor de 655.300 millones de euros, de los que 478.600 millones correspondían a créditos para la compra de vivienda y el resto, 175.700 millones, a créditos al consumo.

El Banco de España ha advertido a los suscriptores de créditos rápidos que "es importante ser consciente de que estos créditos tienen unos tipos de interés que pueden llegar a duplicar o triplicar muchos de los ofrecidos habitualmente por las entidades bancarias y de crédito a sus clientes habituales, y, sobre todo, que la mayor flexibilidad de pago que suelen ofrecer estos productos no exime de cumplir con la obligación de devolver, dentro del calendario decidido, las cantidades recibidas, los intereses debidos, primas de seguro y otros gastos incurridos".

Entre los problemas que presenta la publicidad estos créditos, y al margen de que generalmente no publicitan la TAE aplicable, quizá el más importante para los clientes que per