... quién quiso quitar el 25 %
http://www.elconfidencial.com/conlupa/indice.asp?noticia=1&fecha_d=13/09/2004&dia_s=Lunes&psw=CADA VEZ QUE CARMEN CALVO CENA CON JESÚS POLANCO, LA MINISTRA DE CULTURA SE APRESURA A DARLE GUSTO
Algunas gentes, incluso el PP, han hablado de globo sonda para referirse a la espectacular metedura de pata del director general del Libro, Rogelio Blanco, al anunciar la eliminación de los descuentos en los libros de texto, y la no menos espectacular marcha atrás de su ministra, la sin par Carmen Calvo, pero de globo sonda nada de nada: la idea de imponer un precio fijo a los libros iba en serio, y llevaba música de BOE y aromas de proyecto de ley.
La ex ministra de Cultura del PP, Pilar del Castillo, sabe por experiencia propia lo que supone enfrentarse al poder de los grandes editores, con Anaya y Santillana, chez Polanco, a la cabeza. Al final consiguió dar vía libre a descuentos de hasta un 25%, no sin antes vencer la feroz oposición de los citados que, envueltos en la bandera de la defensa de las pequeñas librerías, se oponían en redondo. Más de lo mismo: la misma filosofía que subyace tras la polémica sobre la libertad de horarios comerciales.
El resultado de la iniciativa del PP no ha podido ser más positivo, puesto que las familias se han beneficiado de descuentos de entre un 15% y un 25%, que menos da una piedra. Pero he aquí que Doña Carmen Calvo, ministra de la Cultureta de esa izquierda que aspira a vivir eternamente de la subvención, señora con pretensiones de descubrir el Mediterráneo cada vez que abre el grifo de su casa, optó por tirar por lo sano y, sin pensárselo dos veces, decidió darle gusto a los editores.
Particularmente a uno, para qué nos vamos a engañar. Porque la cosa no es nueva, que ya ocurrió lo mismo con motivo del anuncio, el pasado 29 de abril, de un IVA reducido (4%) para los discos y de un simbólico (1%) para los libros. De acuerdo con la lumbrera hoy al frente de Cultura, había que hacer que "los ciudadanos compren cultura y los creadores, cada vez más, puedan vivir profesionalmente".
La señora ministra no se había enterado de que, según Bruselas, un país miembro de la UE no puede bajar por su cuenta el IVA de los discos. Más grave aún, la señora ministra había cenado la noche anterior al anuncio con monsieur Polanco y claro está, le faltó tiempo para complacer al tycoon, que para eso estamos, para servir a don Jesús en lo que menester sea.
La posibilidad de que ahora haya ocurrido otro tanto de lo mismo es algo más que una simple sospecha. Imposible imaginar que un Gobierno socialista se embarque en una aventura de esa clase, que ha provocado la reacción en contra que cabía esperar por parte de familias y asociaciones de padres –CEAPA incluida-, sin que de por medio haya mediado el deseo de complacer una petición, un requerimiento, una exigencia -pónganle ustedes el nombre que quieran-, de don Jesús del Gran Poder.
Ya sabemos que los ricos de verdad lo son porque no se cansan nunca de acumular dinero. Y no es que al dueño de Prisa le vayan mal las cosas, no, aunque tampoco pueda presumir de ausencia de nubarrones en alguno de los negocios del grupo. La tv digital, por ejemplo, y las dificultades financieras derivadas de la competencia que se le avecina por parte de la tv digital terrestre, primero, y de los compromisos financieros contraídos con el fútbol y las grandes majors del cine americano, después. Y si se trata de ayudar al hombre que controla el agit-prop socialista, cualquier cosa.
La tocata y fuga protagonizada por Carmen Calvo en el asunto del precio de los libros de texto es, en definitiva, un ejemplo más de la irresponsabilidad, la inmadurez y el infantilismo con el que se viene manejando este Gobierno en todo tipo de asuntos. Es verdad que a gobernar también se aprende, pero uno empieza a dudar de que en la mollera de este alumno haya algo más que pelo.
Ayer mismo, sin ir más lejos, el propio Zapatero se largó un discurso en Bilbao, en torno al espino