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Si te refieres a mí, te diré que yo no he sido nunca empleado de Afinsa. Si defiendo a la Compañía, es porque estoy cada día más convencido y a tenor de los hechos que han ido apareciendo en éste caso, desde que estalló hace ya casi seis años, que la intervención estuvo sustentada en motivaciones político-financieras. Promovida sobre intereses creados por parte de un Gobierno corrupto y apoyada por elementos del Poder Judicial, políticamente dependientes.

Por consiguiente, la defensa más eficaz para los afectados, pasa, necesariamente, por dirigir la lucha contra los verdaderos promotores del expolio y no apuntar, obstinadamente, hacia el blanco equivocado, tal y como se empeñan algunos. Afortunadamente, cada vez van siendo menos. Todo lo que suponga atacar a la empresa, es seguirle el juego a los verdaderos culpables, quienes habrán de sentirse muy cómodos, viendo como se desvía la atención que debía recaer sobre ellos.

Tu obligación como afectado, debería ser, desde mi punto de vista, que te dedicaras a adquirir información verídica, de fuentes, verdaderamente, independientes. Asesorarte y documentarte debidamente, en lugar de establecer tus propias conjeturas sin hacer ningún esfuerzo. Verías como entonces, no importaría demasiado, ignorar cosas de sellos o entender algo de economía.

Si ántes tenías 15.000 y te devolvieron, tan sólo, 1.500, está claro, que, alguien, se propuso robarte y que, hasta ahora, te lo clavó bien, todo y fácilmente.

De igual modo, si estimas que aquí se insulta, puedes estar seguro, que ese talante indeseable, sólo aflora, con una correspondencia recíproca, que debería ser, desde luego, a todas luces, reprochable.

Sobre los masoquistas y enteradillos, te reitero mi consejo, de asesorarte primero, para que puedas opinar con fundamento, al menos, en lugar de estar, plácidamente, sentado y esperando a verlas venir.