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Fondo de gestión pasiva

Un fondo de gestión pasiva, también conocido como fondo indexado, es un tipo de fondo de inversión que busca replicar el rendimiento de un índice de referencia específico, en lugar de buscar superarlo. En otras palabras, estos fondos intentan seguir de cerca el comportamiento del índice que representan, sin tomar decisiones activas de compra y venta de activos.

Un fondo de gestión pasiva, también conocido como fondo indexado, es un tipo de fondo de inversión que tiene como objetivo replicar el rendimiento de un índice específico de mercado o lo que conocemos como "benchmark", como puede ser el S&P 500 o el FTSE 100. En lugar de tomar decisiones activas de compra y venta de activos para intentar superar al mercado, como sucede con los fondos de gestión activa, un fondo de gestión pasiva simplemente sigue o "se ajusta" a un índice de referencia. Esto implica comprar todas o una representativa selección de las acciones o bonos que componen ese índice, en las mismas proporciones.

Un ejemplo clásico de este tipo de fondo es uno que replica al índice S&P 500, compuesto por las 500 mayores sociedades cotizadas en las bolsas estadounidenses. Este fondo de gestión pasiva mantendrá en cartera las mismas acciones y en las mismas proporciones que las que se encuentran en el índice. De esta manera, si el S&P 500 sube un 10%, se espera que el fondo también lo haga.

La gestión pasiva se basa en la teoría de que los mercados son eficientes, o lo que es lo mismo, que, a largo plazo, es muy difícil superar de manera consistente al mercado en general, por lo que es más efectivo simplemente igualar su rendimiento. 

Uno de los aspectos más curiosos de los fondos de gestión pasiva es que, a pesar de su enfoque "pasivo", pueden ser una opción muy "activa" para los inversores. Y es que, al replicar el comportamiento del mercado, estos fondos permiten a los inversores participar de la evolución del mercado en su conjunto, beneficiándose de su rendimiento a largo plazo.

Además, los fondos de gestión pasiva suelen tener comisiones más bajas que los fondos que realizan una gestión activa. Esto se debe a que no requieren de un equipo de gestores que esté constantemente analizando y tomando decisiones de inversión. Por tanto, para los inversores que buscan una forma sencilla y económica de invertir en el mercado, los fondos de gestión pasiva pueden ser una opción atractiva.

No obstante, es importante recordar que, al igual que cualquier otra inversión, los fondos de gestión pasiva no están exentos de riesgos. Si el índice al que replican sufre una caída, el fondo también la sufrirá. Por tanto, siempre es recomendable tener en cuenta los objetivos de inversión y la tolerancia al riesgo antes de invertir en cualquier tipo de fondo.

¿Qué es la gestión pasiva? ¿En qué se diferencia de la gestión activa?


La gestión pasiva es una estrategia de inversión que tiene como objetivo replicar el rendimiento de un índice de mercado específico en lugar de intentar superarlo. Para lograr esto, un fondo de gestión pasiva invierte en los mismos activos y en la misma proporción que el índice de referencia. Por ejemplo, si estamos hablando de un fondo que sigue al índice S&P 500, este comprará acciones de todas las empresas que componen dicho índice, en la misma proporción en que se encuentren.

La idea principal detrás de la gestión pasiva es que los mercados financieros son altamente eficientes a largo plazo, y que es muy difícil, incluso para los gestores de inversiones profesionales, superar regularmente el rendimiento del mercado. Por lo tanto, en lugar de intentar batir al mercado, un fondo de gestión pasiva simplemente intentará igualar su rendimiento.

En contraste, la gestión activa es una estrategia que tiene como objetivo superar a un índice de referencia en lugar de simplemente replicarlo. Los gestores de fondos de gestión activa utilizan su juicio profesional y realizan un análisis detallado para seleccionar y administrar las inversiones que creen que rendirán mejor que el mercado en general.

Entonces, la principal diferencia entre estos dos tipos de gestión radica en su enfoque de inversión: mientras que la gestión activa trata de superar al mercado a través de la selección y el tiempo de las inversiones, la gestión pasiva se centra en igualar el rendimiento del mercado replicando su composición.

Además, estos dos tipos de gestión también difieren en cuanto a costos. Los fondos de gestión pasiva suelen tener comisiones más bajas, ya que no requieren de un equipo de gestión que tome decisiones constantes de inversión. En contraste, los fondos de gestión activa, al requerir una mayor intervención y análisis, suelen conllevar costos más altos.

Características de un fondo de gestión pasiva


Un fondo de gestión pasiva es una categoría de fondos de inversión que siguen un conjunto predefinido de reglas de inversión con el objetivo de replicar un índice en particular. 

A continuación, vamos a señalar las principales características de este tipo de fondos:

  • Replicación de un índice: Como si se tratara de un espejo, los fondos de gestión pasiva se crean con la intención de imitar el rendimiento de un índice específico. Por ejemplo, un fondo puede estar diseñado para replicar el índice S&P 500, que incluye 500 de las más grandes empresas de EE.UU. Para replicar un índice, el fondo comprará todas las acciones en ese índice en las mismas proporciones.
  • Menor costo: Como no hay un equipo de gestión tomando decisiones activas de inversión y simplemente están replicando un índice, los costos asociados a estos fondos son generalmente más bajos que los de los fondos de gestión activa.
  • Rendimiento del mercado: La meta de un fondo de gestión pasiva es igualar el rendimiento del índice que replican, no superarlo. Esto significa que si el índice tiene un buen rendimiento, el fondo también lo tendrá. Sin embargo, esto también significa que si el índice cae, el fondo también caerá.
  • Diversificación: Dado que estos fondos compran una amplia gama de acciones o bonos, proporcionan una diversificación instantánea a los inversores. Esto puede ayudar a minimizar el riesgo de que una sola inversión perjudique significativamente el rendimiento general del fondo.
  • Transparencia: Los fondos de gestión pasiva son generalmente más transparentes que los de gestión activa. Como su objetivo es replicar un índice, los inversores pueden fácilmente entender qué acciones o bonos posee el fondo en cualquier momento.
  • Liquidez: Muchos fondos de gestión pasiva son fondos cotizados en bolsa (ETFs), lo que significa que se pueden comprar o vender en una bolsa de valores en cualquier momento durante las horas de mercado, al igual que las acciones individuales. Esto proporciona a los inversores una gran flexibilidad para entrar y salir de sus inversiones.

Estas son algunas de las principales características de los fondos de gestión pasiva, aunque hemos de señalar que estas pueden variar ligeramente dependiendo del tipo de índice que replican y de la estructura del fondo en particular.

¿Qué objetivos tiene un fondo de gestión pasiva?


Los fondos de gestión pasiva, como cualquier fondo de inversión, tienen una serie de objetivos específicos. Estos objetivos se desprenden de su propia naturaleza y metodología de inversión. 

A continuación, te explicamos los principales objetivos que persiguen este tipo de fondos:

  • Replicar el índice: La meta principal de un fondo de gestión pasiva es imitar fielmente el comportamiento del índice que toma como referencia. Esto significa que si el índice que replica sube o baja, el fondo seguirá esa misma tendencia. La idea no es superar al índice, sino moverse al compás de su rendimiento.
  • Diversificación: Al seguir un índice, que suele estar compuesto por un conjunto variado de activos, los fondos de gestión pasiva proporcionan diversificación. De esta forma, el inversor adquiere un abanico amplio de activos con una sola inversión, en lugar de tener que seleccionar y comprar cada uno por separado.
  • Minimización de costes: Los fondos de gestión pasiva buscan reducir los costes asociados a la inversión. Como no hay una gestión activa que requiera de un equipo de análisis y decisiones constantes, los costes suelen ser menores que en los fondos de gestión activa. Esto puede traducirse en una mayor rentabilidad neta para el inversor.
  • Transparencia: La estrategia de inversión de los fondos de gestión pasiva es clara y fácil de entender: seguir el índice. Esto permite al inversor conocer con certeza en qué se está invirtiendo su dinero.
  • Acceso a mercados: Los fondos de gestión pasiva brindan a los inversores la posibilidad de acceder a diferentes mercados o segmentos del mercado de manera sencilla. Por ejemplo, un fondo que replica un índice de acciones globales permite a los inversores tener exposición a mercados de todo el mundo con una única inversión.

En resumen, estos son los principales objetivos que persiguen los fondos de gestión pasiva. No obstante, estos objetivos, en última instancia, pueden variar en función del fondo que se trate.

Apoyos y críticas a le gestión pasiva


Como ocurre con cualquier estrategia de inversión, la gestión pasiva tiene tanto defensores firmes como críticos acérrimos. Por esta razón, en este apartado te vamos a contar cuáles son los argumentos que ofrece cada bando.

Empezando por el lado positivo, los defensores de la gestión pasiva subrayan varios puntos. En primer lugar, la eficiencia en costes. Como no hay un equipo de gestores realizando un análisis constante y tomando decisiones de inversión, los costes suelen ser menores que en los fondos de gestión activa. Esto puede resultar en una mayor rentabilidad neta para los inversores.

Además, está la transparencia. La estrategia de inversión de los fondos de gestión pasiva es clara y fácil de entender: seguir el índice. Esto permite a los inversores conocer con certeza en qué se está invirtiendo su dinero. También se valora la diversificación, ya que un solo fondo de inversión pasiva puede proporcionar exposición a un amplio abanico de activos.

En cuanto a las críticas, algunos argumentan que la gestión pasiva es demasiado simplista, que se limita a seguir al rebaño sin tener en cuenta el contexto económico o financiero. Dicen que no hay ninguna habilidad ni conocimiento en juego, solo una copia ciega de un índice.

Además, los críticos sostienen que al replicar un índice, un fondo de gestión pasiva inevitablemente incorpora todas las ineficiencias que pueda haber en ese índice. Por ejemplo, si una empresa está sobrevalorada, pero forma parte del índice, el fondo de gestión pasiva la incluirá de todos modos.

Finalmente, algunos argumentan que la gestión pasiva no puede proteger a los inversores en tiempos de crisis del mercado. Sin un gestor activo que pueda tomar decisiones estratégicas para minimizar las pérdidas, los fondos de gestión pasiva simplemente seguirán el descenso del índice que replican.

Ventajas y desventajas de invertir en fondos de gestión pasiva


Al igual que ocurre con cualquier otro instrumento financiero, los fondos de gestión pasiva presentan una serie de ventajas y desventajas que conviene tener en cuenta a la hora de decidir si es la opción más adecuada para nosotros.

Ventajas de los fondos de gestión pasiva


Entre las ventajas de la gestión pasiva, destaca por un lado la eficiencia de costes. Al replicar un índice y no requerir un análisis exhaustivo de los mercados ni una intervención constante, los costes asociados son normalmente más bajos que en la gestión activa. Esta eficiencia se traduce en menores comisiones para el inversor.

Otra ventaja es su simplicidad y transparencia. En un fondo de gestión pasiva sabemos exactamente qué se está haciendo con nuestro dinero: se está invirtiendo en los activos que componen un índice concreto, en las mismas proporciones. Esto permite a los inversores tener un control y una comprensión clara de su inversión.

La diversificación es otro de los puntos fuertes de la gestión pasiva. Con una sola inversión en un fondo indexado, es posible obtener exposición a una amplia variedad de activos, lo que contribuye a mitigar el riesgo.

Sin embargo, la gestión pasiva también tiene sus desventajas.

Desventajas de los fondos de gestión pasiva


Una de las críticas principales es que, al seguir ciegamente un índice, los fondos de gestión pasiva compran todas las acciones o bonos del índice, sin importar si están sobrevalorados o infravalorados. Esto puede llevar a ineficiencias y posibles pérdidas.

Además, al replicar un índice, los fondos de gestión pasiva están sujetos a todas las fluctuaciones del mercado. En tiempos de volatilidad o de caídas del mercado, no hay un gestor que pueda tomar decisiones para proteger la inversión. De este modo, si el índice cae, el fondo caerá en la misma proporción.

Finalmente, la gestión pasiva puede limitar el potencial de rendimiento. Al buscar replicar un índice, un fondo de gestión pasiva nunca superará a dicho índice. Por lo tanto, a pesar de que el riesgo es menor, también lo es la posibilidad de obtener rendimientos superiores.

Ejemplos de fondos de gestión pasiva


A lo largo de este artículo hemos visto todo aquello que necesitamos saber acerca de la gestión pasiva, pero nada mejor que un ejemplo práctico para entender plenamente este concepto. Por esta razón, para terminar, vamos a adentrarnos en el mundo de los fondos indexados, poniendo como ejemplo uno muy conocido: el fondo Vanguard S&P 500 ETF.

Este fondo, gestionado por la empresa de inversión estadounidense Vanguard, es uno de los fondos de inversión pasiva más famosos del mundo. Se trata de un fondo que replica el rendimiento del índice S&P 500, que agrupa a las 500 empresas más grandes de la bolsa de Estados Unidos. Es decir, cuando adquieres participaciones de este fondo, estás comprando una pequeña parte de cada una de estas 500 empresas.

La filosofía de este fondo se basa en la creencia de que, a largo plazo, es muy difícil superar a la media del mercado, y que la mejor estrategia es simplemente tratar de replicar esa media. Por lo tanto, este fondo invierte en las mismas empresas y en la misma proporción que el índice S&P 500.

Así, si el índice S&P 500 sube un 5%, el rendimiento del fondo también subirá aproximadamente un 5% (descontando las pequeñas comisiones). De la misma forma, si el índice cae un 5%, el fondo también caerá en esa misma proporción.

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Fondo de gestión pasiva, Francisco Coll, 26 de julio del '23, Rankia.com
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