El precio de mercado es el precio que debemos pagar por adquirir un bien o disfrutar de un servicio a aquella persona o empresa que lo ofrece. Esto, siempre que se produzca en un mercado libre y competitivo, es decir, donde no existe intervención ni manipulación.
El precio de mercado es un concepto fundamental en
economía. Cuando hablamos del precio de mercado, hablamos del precio al que se ofrece un determinado bien o servicio. En otras palabras, el precio que los consumidores están dispuestos a pagar por adquirirlo o recibirlo.
Ahora bien, es preciso señalar que hablamos de precio de mercado cuando estos se forman en un mercado libre y en el que existe competencia. Pues, de estar los precios intervenidos por parte del Estado o el sector privado (a través de un monopolio), no podríamos hablar de mercado.
Por tanto, hablamos del precio al que encontramos un bien o un servicio en el mercado. Cuando vamos al supermercado, el precio de mercado de las naranjas es aquel que figura en el letrero de la estantería. Cuando vamos a la pescadería, aquel que publica el pescadero por la mañana en los letreros del mostrador. Cuando negociamos activos en la
bolsa de valores, hablaríamos del precio que presenta el
activo en ese determinado momento.
En esencia, y como su propio nombre indica, el precio al que encontramos un producto o un servicio en el mercado, y el cual debemos pagar para adquirirlo o recibirlo.
Diferencia entre valor y precio
Antes de seguir es preciso señalar que existe una gran diferencia entre lo que llamamos "valor" y aquello a lo que llamamos "precio". Aunque solemos confundirlos en la práctica, no hablamos de lo mismo.
Cuando hablamos de precio, hablamos de la cantidad de dinero que debemos desembolsar por adquirir un determinado bien o disfrutar de un servicio concreto. En otras palabras, el precio establecido por el empresario en un mercado libre y competitivo, el cual representa la cantidad que está dispuesta a pagar un consumidor por adquirir dicho bien o recibir el servicio.
Sin embargo, cuando hablamos de valor, y atendiendo a las lecciones de la Escuela Austriaca y la teoría del valor subjetivo, hablamos de un concepto muy distinto. En este sentido, el valor es un concepto más amplio, y representa, grosso modo, la satisfacción que recibe una persona cuando adquiere un producto o recibe un servicio. El valor se basa en la utilidad esperada, y puede diferir del precio.
De ahí que surjan paradojas relativas al valor, como la del diamante y el agua.
Dependiendo de la utilidad citada, ¿cuánto estaríamos dispuestos a pagar por una botella de agua dulce en una selva, repleta de diamantes, en la que no hay agua?
La respuesta a esta pregunta nos muestra cómo el valor difiere del precio en muchos escenarios.
Precio de mercado y valor de mercado
Existen excepciones, como la bolsa, en las que sí relacionamos valor con precio.
En la bolsa de valores, el precio de mercado es igual al
valor de mercado.
En otras palabras, en ambos escenarios estamos haciendo referencia al precio que debemos desembolsar para adquirir un determinado activo en el mercado.
Precio de mercado y precio de equilibrio
Cuando hablamos de precio de mercado y
precio de equilibrio, sí podemos decir que hablamos de dos conceptos que presentan una mayor semejanza que los conceptos anteriormente explicados, pero que debemos diferenciar, aun con esas.
En cierta forma, el precio de equilibrio es aquel en el que la cantidad demandada es igual a la cantidad ofertada, alcanzando así el mercado el equilibrio. En otras palabras, el precio al que se vaciaría el mercado, y en el que
oferta y
demanda quedarían satisfechas.
Cuando hablamos del precio de mercado, hablamos del precio que están dispuestos a pagar los consumidores por adquirir un bien o un servicio. Si tenemos en cuenta que este se forma en un mercado libre y competitivo, podemos decir que estamos hablando de un precio muy similar al precio de equilibrio. Pues, si no existen monopolios ni intervención estatal, el precio vendrá determinado por la ley de oferta y demanda y, por ende, por el mercado.
Ahora bien, es muy raro que el mercado esté en equilibrio. La escasez, una mayor demanda, u otras situaciones inciden en un precio que, por lo general, no suele estar en equilibrio. Es por ello que, aunque hablemos de dos conceptos similares, debemos diferenciarlos sabiendo que el precio de equilibrio es aquel en el que se vacía el mercado, mientras que el de mercado es aquel que presenta dicho bien o servicio en un mercado en el que se producen desequilibrios.
Precio natural y precio de mercado
Al igual que diferenciamos conceptos como valor y precio, o precio de mercado, y precio de equilibrio, es preciso seguir diferenciando conceptos, y llega el momento de saber diferenciar lo que es un precio natural de lo que es un precio de mercado.
Como ya sabemos, el precio de mercado es el precio que están dispuestos a pagar los consumidores por adquirir un bien o un servicio. Ello, siempre que este se forme en un mercado libre y competitivo.
Por otro lado, el precio natural de un bien viene determinado por los costos de producción, y decimos que es el precio que presenta un bien o un servicio cuando restamos a este los beneficios que se llevaría el empresario. En otras palabras, el precio que presenta un bien o servicio sin incluir las ganancias del empresario, o lo que es lo mismo, el costo en el que, sin obtener ingresos, cubrimos los costes de producir dicho bien.
No obstante, es preciso señalar que hablamos de un concepto del que se han generado visiones opuestas, las cuales han llevado a los economistas a discrepar en lo que se refiere a este concepto y la definición que hacemos de él.
Tras una discusión histórica, se ha llegado a la conclusión de que el precio natural es igual al precio de equilibrio. En otras palabras, el precio, el que ninguna demanda queda insatisfecha, a la vez que se compra todo lo ofertado. Con el precio natural, se dice, se forma el precio de mercado. Debido a que es el precio de producir el bien y al que debemos incluir las ganancias que, posteriormente, queremos generar en la venta.
De esta manera, podemos concluir diciendo que precio natural y precio de equilibrio son lo mismo, y con base en estos se forma el precio de mercado, al incluir la ganancia esperada y que los consumidores, en un mercado imperfecto, están dispuestos a pagar.
PIB a precios de mercado
Por último, es bastante común encontrarnos con este concepto, es decir, con "precio de mercado", cuando analizamos el
producto interior bruto (por sus siglas, PIB).
Concretamente, existe una medición del PIB que se hace con los precios de mercado.
Para ello, y dependiendo de la institución que lleve a cabo la medición y el país, se realiza la medición de los bienes y servicios, teniendo en cuenta su valor de mercado y atendiendo a una serie de particularidades, como es la suma y resta de impuestos, subvenciones, entre otros elementos.
De esta manera, obtenemos un PIB que nos sirve para hacer mediciones y comparaciones con otros territorios.