Un futuro financiero es un tipo de derivado financiero por el cual dos partes acuerdan la compraventa de un activo (financiero o no) en una fecha futura previamente establecida, y además a un precio fijado de antemano.
Es decir, el futuro financiero es un tipo de contrato que consiste en pactar el intercambio de un activo en un momento posterior y por un precio pactado.
Al activo que se intercambiará mediante este acuerdo se le conoce como activo
subyacente.
Por medio de este contrato, el comprador asume la obligación de adquirir el activo en cuestión, pagando el precio fijado. En tanto, el vendedor debe entregar el activo, recibiendo el precio aceptado en la fecha pactada.
En otras palabras, el contrato no es optativo, tanto el comprador como el vendedor tienen obligaciones asumidas. A continuación, veremos otras particularidades de los futuros financieros.
Características de los futuros financieros
Entre las características de los futuros financieros podemos destacar:
- Su cotización varía según también lo hace el precio del activo subyacente.
- Se trata de un instrumento que puede negociarse en el mercado. Es decir, quien es, por ejemplo, el comprador en el contrato, puede venderlo a otro inversor. Esto, antes de la fecha en la que suceda el intercambio (fecha de vencimiento).
- Estos derivados suelen tener condiciones estándar. Así, cada futuro se puede efectuar por una cantidad de materia prima, por ejemplo, el valor del contrato puede equivaler a 100 onzas troy de oro.
- Los negociantes deben pagar garantías, es decir, una cantidad de dinero que reduce el riesgo de que la otra parte no reciba lo acordado en el acuerdo (riesgo de contrapartida).
- El activo subyacente del contrato de futuro puede ser de naturaleza financiera (como un índice bursátil, acciones, préstamos, etc.) o no financiera, como pueden ser comúnmente las materias primas (commodities) como los metales o productos agrícolas.
- Un inversor puede vender un contrato a futuro sin necesariamente haberlo comprado. Puede haberlo pedido prestado. A esto se le conoce como venta al descubierto. En este caso, se dice que el inversor se está poniendo en corto. En cambio, si se adquiere un futuro esperando que el precio del subyacente suba, se dice que el agente está tomando una posición larga.
¿Por qué un futuro financiero?
Apostar por un futuro financiero puede responder a distintos motivos. Puede ser, por ejemplo, que el inversor esté haciendo una operación de cobertura. Supongamos que el agente tiene en su cartera un activo del cual se prevé que caiga su precio. Entonces, puede vender hoy un futuro financiero a un precio acordado, asegurándose de este modo que recibirá ese monto y no uno menor a cambio del activo. Es decir, se está protegiendo de la caída proyectada del activo.
Otra opción es que se esté realizando una operación de especulación. El inversor, por ejemplo, puede adquirir un futuro financiero a tres meses a un precio x. Esto, esperando una tendencia alcista. De ese modo, puede incluso vender el contrato antes de la fecha de vencimiento por un precio mayor al de compra y obtener una ganancia.
Finalmente, puede darse el arbitraje. Esto significa comprar el futuro financiero en un mercado y venderlo en otro, en otro país, donde su cotización sea más cara.
¿Cuándo se gana y cuándo se pierde en un contrato de futuro?
El inversor gana, en simple, cuando acierta en su apuesta. Supongamos que se acuerda un futuro financiero de 100 acciones por 30 dólares cada una, con lo cual el precio total es de 3000 dólares.
Si en cuatro meses las acciones cotizan a 29 dólares, esto significa que el vendedor obtuvo 3000 dólares en lugar de 2900, ganando 100 dólares. En cambio, el comprador estaría perdiendo, pagando 100 dólares más de lo que hubiera podido pagar en el mercado por las acciones al vencimiento del contrato.
Sin embargo, si el precio de las acciones en cuatro meses fuera de 32 dólares, el vendedor estaría perdiendo al recibir 3000 en lugar de 3200 dólares (32x100). En tanto, el comprador gana porque paga 3000 dólares en vez de 3200.
*En el ejemplo, por temas de simplificación, estamos obviando las comisiones y garantías que deben pagar por partícipes.