8. Paga por tu empresa menos de lo que vale
De nada sirve comprar una buena empresa si lo haces a un mal precio. El precio lo determina todo. Compra sólo empresas de alta calidad y bajo riesgo y hazlo sólo a un buen precio. ¿Cómo determinar cuál es un buen precio? Lo has adivinado, vete a una librería y compra un manual de valoración de empresas. ¿Cuál? Que no se llame “Valora Empresas Sin Esfuerzo” ni “Valoración para tontos”. Compra el libro que menos te apetezca. El que más te recuerde a los tochos de la universidad. Valorar empresas no es divertido (bueno, a mí me divierte pero yo soy un freak). Cómprate un libro, no un comic.
9. Compra sólo empresas que conozcas
Otro clásico de las listas de consejos para novatos.
Conocer una empresa significa: 1) entender su situación financiera, 2) entender su negocio y 3) entender por qué gana dinero (ventaja competitiva). Pero tienes que ir más allá. Tienes que conocer bien el sector y los puntos clave del análisis de las empresas de ese sector (los buenos y los malos).
Por ejemplo, si estás analizando una farmacéutica, tienes que conocer los motores que impulsen el crecimiento futuro de todo el sector (nuevos medicamentos, envejecimiento de la población, nuevos mercados como China e India...) y las amenazas del mismo (políticas de precios, cambios en la legislación, vencimiento de patentes...) Tienes que saber cómo está posicionada tu empresa en cada uno de esos puntos y ver qué posibilidades de éxito/fracaso tiene. Por último, tienes que conocer cómo se posiciona tu competencia. En el ejemplo de las pharmas, tienes que saber qué empresa tiene mejor músculo financiero, quién está más protegida por patentes, qué cartera de productos tiene un mayor potencial, cuáles son las distintas estrategias de cada una... Como ves, conocer una empresa requiere mucho trabajo.
10. Diversifica todo lo que puedas
La clave aquí está en la coletilla “todo lo que puedas”. El límite lo marca el punto anterior. Si puedes conocer bien 10 empresas, compra 10 empresas. Ni 9 ni 10. Si puedes conocer 20, compra 20. Si puedes conocer 5, compra 5. Normalmente, si puedes conocer 20 terminarás con una cartera formada por las 8 o 5 mejores oportunidades de inversión.
Tener entre 5 y 10 empresas es lo óptimo y créeme que es lo que te pide el cuerpo. Cuando tienes la increíble capacidad de conocer bien 20 empresas, ese mismo conocimiento te va hacer rechazar más de la mitad de las posibilidades de inversión porque verás que los riesgos superan los beneficios (las buenas inversiones no abundan). Por otro lado, cuando conoces muy bien 20 empresas, te darás cuenta que concentrar toda la cartera en sólo una es muy peligroso (porque conoces los riesgos de cada una y sabes que siempre hay algo que se te escapa – sí, hasta eso te dice el conocer bien una empresa).
11. Duda
Si al analizar una empresa lo ves todo de color de rosas, te estás equivocando. Siempre hay motivos de preocupación. Si no, ¿por qué alguien estaría dispuesto a venderte esas acciones? Escribe las amenazas y las debilidades de tu empresa. Escribe sus fortalezas y sus oportunidades. (¿No sabes de qué hablo? ¡Revisa el libro de estrategia empresarial, novato!) Busca empresas con problemas en el presente pero con capacidad suficiente para solucionarlos en el futuro. Esas son las empresas más baratas, no tengas dudas.
12. Actúa de forma contraria a la masa
¡No seas simple, novato! Ser un “inversor contrario” no significa llevar la contraria al mercado porque sí. Ser un contrario significa tener espíritu crítico y no dejarse llevar por el miedo o la euforia de la masa. Un contrario se aísla, analiza una empresa y decide si la masa está en lo cierto o si está equivocada.
Normalmente, los valores y/o sectores que gozan del beneplácito del mercado suelen estar caros, de la misma manera que los valores y/o sectores repudiados por él suelen estar baratos. Busca siempre sectores con excesos de sentimiento porque es más fácil identificar oportunidades dentro de ellos, que en los sectores sobre los que no hay ningún exceso. Ahora, por ejemplo, el mercado adora a las empresas de renovables y detesta a los constructores de viviendas. Pues bien, es más probable encontrar una constructora de viviendas barata y una de energías renovables cara que al revés. Pero ten en cuenta que no por ser una constructora de viviendas una acción va a estar barata, ni por ser una empresa de renovables va a estar cara. Hay que analizarlas, pero son buenos ejemplos de excesos.
Otro ejemplo claro lo vimos hace poco más de año y medio en el sector de los semiconductores. El mercado adoraba AMD porque pensaba que se iba a comer a Intel. Un contrario analiza AMD, analiza Intel, compara las expectativas del mercado con el potencial real de cada empresa y actúa en consecuencia. Fíjate en la comparativa de sus cotizaciones y saca tus propias conclusiones.
13. Respeta cada céntimo de tu cartera
Es muy normal encontrar inversores que cuidan cada detalle de su cartera y dejan un “pequeño” 10% para especular (también es muy común que digan “para jugar”). Normalmente lo que ocurre en estos casos es que consiguen una “aburrida” buena rentabilidad con el 90% de su cartera y una “divertidísima” ruina con el 10% restante. Muchas veces invierten en alto riesgo ese 10% para obtener “un pico” de rentabilidad y lo que finalmente obtienen son unas pérdidas que, precisamente, eliminan el pico de rentabilidad obtenido con su cartera “seria”.
Respetar cada céntimo significa hacer pocas operaciones para pagar menos comisiones, menos impuestos y dejar que el interés compuesto actúe a nuestro favor. También significa reinvertir los dividendos y tratarlos como si formaran parte del capital inicial. Es muy normal que la gente “se juegue” el dividendo en inversiones de riesgo. El mismo error del inversor anterior.
Cada céntimo es sagrado. Es nuestra materia prima y debemos respetarla.
14. Rompe las reglas
Evita caer en las etiquetas típicas. Desarrolla tu propia filosofía de inversión. No copies a los grandes inversores, aprende de ellos. No eres “value” por el mero hecho de comprar una empresa de PER 9, ni “Growth” por comprar una empresa de PER 30. No eres “contrarian” por el mero hecho de comprar una acción que ha perdido un 70% de su capitalización (Astroc, por ejemplo) ni dejas de serlo por comprar una que ha multiplicado por 100 (Berkshire, por ejemplo).
Sigue tus porpias ideas y tu propia forma de ver el mercado porque es la única que vas a entender y por tanto a seguir. Da igual lo que te diga la gente. Da igual lo que gane el vecino. Da igual lo que suba o baje la Bolsa. Lo que importa eres tú y tu objetivo de largo plazo.