De la misma manera que existen los seguros de vida, las compañías aseguradoras también ofrecen productos de protección de la muerte: estos son los seguros de decesos. Si no has oído hablar de este tipo de pólizas y tampoco conoces sus coberturas, a continuación, te explicamos cuáles son las situaciones que aseguran y sus especialidades de protección. Así, podrás entender cuáles son las diferencias entre un seguro de vida y el seguro de decesos... ¡Sigue leyendo!
¿Qué incluye el seguro de decesos? Definición y funciones de protección
Más allá de cualquier tipo de póliza de vida, el seguro de decesos, o de muerte, es ese producto de protección que ofrece su cobertura al hacerse cargo de los gastos derivados del entierro y de cualquier otro desembolso funerario que los familiares tengan que hacer frente tras el fallecimiento de la persona asegurada. De esta manera, el seguro de decesos también será conocido, por su funcionamiento, como un seguro de gastos finales.
A partir de esta definición, tendremos que ser conscientes de que un seguro de decesos no se parece a un seguro de vida y es que no son lo mismo. Esto es así porque, aunque ambos resultarán efectivos a partir del fallecimiento del asegurado, cada uno se contrata con un objetivo diferente y será necesario comprender cuándo y cómo te protege cada uno. Si necesitas cualquier tipo de asesoramiento para saber qué producto te conviene más contratar, no dudes en consultarnos.
No obstante, y a partir de lo que hemos dicho hasta ahora, lo único que tienes que tener claro es que las coberturas de los seguros de decesos estarán relacionadas con las gestiones y trámites necesarios tras el fallecimiento de una persona. Como tal, estas pólizas cubrirán aquellos gastos derivados del servicio funerario de la gestión documental tras la muerte del asegurado. En este punto, además, cada aseguradora podrá incluir otras coberturas opcionales en su seguro de decesos, según su grado de especialización en el sector. Para ello, de nuevo, puedes contar con nosotros si necesitas conocer qué compañía cubre tus necesidades.
Así podrás contratar tu seguro de decesos
A la hora de acordar tu contrato, debemos destacar la facilidad con la que se puede emitir una póliza de decesos. De esta manera, para poder adquirir un seguro de este tipo, solo se necesitarán algunos datos personales del asegurado: resulta que, para aceptar tu póliza, no se requieren más trámites que un cuestionario médico.
Pese a esto, lo que sí deberemos tener en cuenta antes de firmar es que las primas de estos seguros varían mucho y lo hacen a partir del estado de salud del asegurado. Por su parte, sobre los criterios a aplicar sobre la prima, siempre estarán determinados por cada aseguradora. Por eso, como con cualquier otro tipo de póliza, aunque puedas tener acceso a un seguro de decesos sin necesidad de pasar un examen médico, nuestro consejo es que, al contestar las preguntas durante tu solicitud, no engañes a la compañía: así podrás reducir considerablemente el coste de tu acuerdo.
Protegerse con un seguro de decesos: ¿por qué?
Para elegir un seguro de muerte, debes pensar en su objetivo principal: con él, podrás proteger a tu familia y asegurarles menos sufrimiento tras tu fallecimiento. Este tipo de pólizas permiten una ayuda económica a tus seres queridos con la que hacerse cargo de esos gastos funerarios, los que ya comentábamos. Por ello, estarán cubiertos de cualquier desembolso relacionado, sin preocuparse de su propio dinero y pudiendo hacer frente al momento tan difícil que supone perder a un familiar.
De este modo, antes de tu muerte, si firmas este tipo de acuerdo, optas por protegerlos incluso cuando dejes de estar a su lado. En este sentido, es cierto que un seguro de vida ofrece un colchón económico para solucionar cualquier problema financiero a partir de tu fallecimiento o posible invalidez, pero estas pólizas cumplen la indemnización para el beneficiario con mayor urgencia. Es decir, puede que el pago del capital asegurado no se complete a tiempo para cubrir el entierro y otros gastos derivados… Como tal, el seguro de decesos es ofrecido, precisamente, para dicho fin y con tal rapidez, evitando que los beneficiarios tengan que enfrentarse a la burocracia de su aseguradora durante estos imprevistos tan complicados.
Diferencias: ¿es mejor una póliza de vida o un seguro de decesos?
Para empezar, la primera gran diferencia que existe entre ambos productos es que la emisión de un seguro de decesos es, como dijimos anteriormente, un proceso mucho más ágil, rápido y sencillo frente al que supone la contratación de un seguro de vida. Esto es así, precisamente, por la segunda distinción entre ambos seguros: los de vida quedan limitados por restricciones de edad y condicionados por tu estado de salud para que las compañías acepten su emisión. Esto no ocurre con un seguro de decesos: estos podrán emitirse hasta los 85 años y sin necesidad de un examen médico. No obstante, debes tener claro que, igualmente, la aseguradora decidirá la prima que se aplicará a tu protección.
Tal y como ya se ha determinado, es lógico que un seguro de decesos ofrece unas coberturas totalmente diferentes a las de una póliza de vida: si esta indemniza el capital a los beneficiarios, la de decesos corre, específicamente, con los gastos del entierro y cualquier servicio derivado. Además, cada póliza podrá tener ventajas adicionales diferentes, por lo que habría que ver cada caso en concreto.
Teniendo en cuenta estas diferencias, la principal y más clara similitud que podemos destacar entre el seguro de decesos y un seguro de vida es que ambos activan su protección a partir del fallecimiento del asegurado. Ten en cuenta todo esto y, antes de contratar…, ¡Comprueba cuál es la mejor opción para ti!