Si bien es cierto que las pólizas de vida son productos cuya utilidad demuestra tu amor y responsabilidad sobre tus seres queridos, debes entender que se tratan de un contrato de cobertura y ayuda variables según la modalidad que aceptes. Por eso, a continuación, te especificamos todas las particularidades de este acuerdo de protección frente a otros seguros. ¡Atento!
Un seguro de vida es…
Para empezar, lo primero es tener claro que los seguros de vida son contratos personales que cubrirán, al menos, y en su modalidad más sencilla, el fallecimiento de la persona asegurada a cambio de una prima anual: esto implica que, en caso de producirse la muerte del designado, la compañía aseguradora abonará el capital determinado en el acuerdo al beneficiario de la póliza.
El fin principal es ayudarnos a proteger tanto a nuestra familia como a todas aquellos que dependen de nosotros. Su función principal será siempre proporcionar tranquilidad y protección. Aquí te dejamos un vídeo explicativo sobre la definición:
Para poder seguir entendiendo el funcionamiento de los seguros de vida se deben tener en cuenta las diferentes figuras que intervienen en el contrato:
- Asegurado: la persona sobre la que contrata el seguro y que puede coincidir con el tomador.
- Tomador: quien contrata y paga la prima.
- Asegurador: entidad a la que se le paga la prima y que deberá pagar el capital acordado.
- Beneficiario: persona que recibirá el capital pactado en la póliza cuando se den las circunstancias acordadas en el contrato. Lo designa anteriormente el asegurado.
Coberturas de los seguros de vida
Como antes te dijimos, generalmente, los seguros de vida dan cobertura al fallecimiento del asegurado. Por tanto, si sucede un imprevisto que concluye en su muerte, el designado como beneficiario será el que obtendrá el capital acordado en la póliza.
Por eso, siempre firmarás esta cobertura, pues la de fallecimiento es la protección básica de todo seguro de vida y, a partir de ella, podrás completar tu acuerdo añadiendo coberturas adicionales.
Coberturas adicionales en los seguros de vida
A la cobertura principal de fallecimiento se podrán añadir diferentes coberturas que dependerán de las compañías de seguros. Pese a ello, son 3 las que suelen destacar sobre el resto:
- Cobertura por incapacidad permanente: es la segunda opción más conocida por los usuarios y, generalmente, la más escogida por los asegurados. Principalmente porque cubre también el riesgo de que por enfermedad o accidente, el asegurado no pueda seguir realizando su actividad laboral o profesional.
- Cobertura por incapacidad o fallecimiento por accidente: con esta opción las aseguradoras ofrecen una compensación extra por fallecimiento o incapacidad en caso de producirse un accidente. Puede llegar a ser el doble o triple de capital de garantía principal. Así, si por ejemplo el asegurado fallece en un accidente de tráfico, los beneficiarios podrán percibir el doble o triple de capital.
- Cobertura por enfermedad grave: es también una cobertura adicional que se suele marcar y en la que entran, por ejemplo, enfermedades como el cáncer. Si bien es cierto que para personas de mayor edad no suele estar disponible este tipo de coberturas.
¿Cuánto capital es recomendable asegurar?
El capital por acordar con tu aseguradora es un dato determinante: al final, será el importe al que se compromete a pagar la compañía al beneficiario si se produjera el siniestro. De esta manera, responde a la cobertura económica y, así, será la cantidad que cobrarás. Además, ten en cuenta que el capital también dependerá de la edad y, desde ahí, de la situación en la que cada uno se encuentre elegir un capital u otro. Entonces, nuestra recomendación es que elijas el capital a asegurar en función de las necesidades:
- La situación actual y capacidad económica.
- Los familiares que se tengan a cargo.
- Las deudas contraídas.
- Los riesgos que se quieran cubrir. Se pueden contratar distintas coberturas: fallecimiento, invalidez absoluta y permanente, invalidez profesional, enfermedades graves, doble capital en caso de accidente, triple capital en caso de accidente en casi de accidente de circulación.
¿Cuánto cuesta un seguro de vida?
El precio del seguro de vida no es fijo y varía no solo de la entidad aseguradora sino también de diferentes factores que influyen en el precio de tu seguro de vida:
- Edad: el riesgo de fallecimiento aumenta contra más mayor es la persona.
- Capital: esta es la cantidad que percibirán los beneficiarios y, por lo tanto, a un mayor coste posible para la aseguradora la prima tendrá un precio más elevado. No es lo mismo asegurar 25.000€ que 250.000€.
- Cobertura: según la que se escoja tendrá una prima más alta o más baja. Siempre, la cobertura de fallecimiento tiene un precio más alto que la de fallecimiento e invalidez.
- Profesión: en caso de incurrir en una profesión de riesgo hay más probabilidad de fallecimiento y, por lo tanto, tendría una sobreprima.
- Salud: tener afecciones de salud afecta directamente, puesto que repercute en posibilidades mayores de morir. Esto también afecta, de forma general, en sobreprima.
- Hábitos y costumbres: en este ámbito pueden encontrarse actividades de riesgo como, por ejemplo, ir en moto.
¿Cuáles son los requisitos necesarios para contratar un seguro de vida?
No, no te preocupes, no se piden tantos requerimientos como podría parecer. De hecho, la realidad es que únicamente se precisan dos:
- Ser mayor de 18 años.
- Tener residencia fiscal en España.
No obstante, la compañía realizará un cuestionario de salud previo para valorar el riesgo de protegerte, de modo que pasarlo acaba por ser otro requisito antes de confirmar tu contrato. Esto es así porque es posible que, tras este cuestionario, tu asegura no quiera formalizar la póliza.
¿Cuándo necesito un seguro de vida? ¿Durante cuánto tiempo?
Esta es, precisamente, una de las preguntas más importantes que cualquiera que quiera asegurarse debe plantearse. Para ayudarte, nosotros ofrecemos dos escenarios que deberían inspirarte para querer protegerte, asegurar un capital y, por ende, cubrir a los tuyos. Así, para Traetupóliza, los dos casos más habituales de necesidad son:
- Tener una hipoteca o deuda pendiente.
- Tener allegados (hijos, pareja, etc.) a tu cargo y que estos dependan económicamente de ti.
Estas situaciones son fáciles de localizar para cada caso, pero… ¿durante cuánto tiempo merece la pena contratar tu seguro? La respuesta es simple: te hará falta mientras perdure el problema que quieres, precisamente, evitar con el contrato.
Así es el proceso de contratación de los seguros de vida
Después de todo, si estás interesado en contratar una póliza de vida, nuestro primer consejo es que te dejes asesorar por un profesional especializado, pues, pese a que, sí, es un proceso relativamente sencillo, cometer algún error o dar una declaración inexacta puede ocasionarte un grave problema en el futuro, a la hora de cobrar el siniestro. Por eso, desde Traetupóliza podemos ayudarte con todos los trámites que necesites.
Comparador seguros de vida Traetupóliza
Para firmar tu acuerdo, a continuación, te presentamos cuáles son aspectos básicos a tener en cuenta para contratar un seguro de vida:
- Tener claras las necesidades antes de contratarlo.
- Elegir el tipo de seguro adecuado
- Elegir un mediador independiente para que nos asesore sobre qué póliza de vida es la más adecuada para ti y tu caso.
Con esto claro, toca llegar a un acuerdo con la entidad aseguradora. Y los pasos que tendremos, entonces, que dar dependerán de cada compañía, del proceso que precisen para aceptar tu riesgo. No obstante, siempre suelen ser los mismos:
- Elección del producto con el que protegerte y la compañía con la que contratarlo.
- Solicitud del seguro: para ello, será necesario completar un cuestionario con aquellos datos (personales, de profesión y de salud) con los que la entidad aseguradora emitirá la valoración del riesgo por el que va a asegurarte. Suelen ser datos.
- Valoración del riesgo por parte de la compañía de seguros: la entidad analizará la información y decidirá si tu caso y situación son asegurables o no. Además, en este paso se determinarán las condiciones de contratación. Si fuera preciso, la compañía puede pedirte informes médicos o, incluso, llevarte a cabo su reconocimiento médico.
- Emisión de la póliza: una vez analizado el riesgo por la compañía y si aceptas las condiciones, tu póliza será emitida la póliza.