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Es todo lo que pido a mis lectores, que veamos en dónde estamos y no nos dejemos cegar por el buen rendimiento que han tenido las bolsas en 2019 (el mejor desde el rebote de la gran recesión en 2009). No quiero que se me tome por profeta del desastre, ni quiero decir que la próxima crisis sea inminente, ni que en 2020 la bolsa caerá un 30%, ni siquiera digo que caerá.

Pero lo que sí digo es que son momentos para ser prudentes, que muchos de los motores que nos han llevado hasta aquí se están apagando, y que las soluciones no son fáciles ni convencionales, ni siquiera probadas, ya que la alquimia de los Bancos Centrales todavía está usando el ensayo-error como método para ver si funcionan sus políticas.

Hay varias razones para pensar que estamos en un momento “avanzado” del ciclo económico. Varios de los factores que antes contribuían a un aumento de la actividad económica y la generación de ganancias por parte de las empresas están en un punto en el que prácticamente no pueden mejorar mucho más, por el contrario, probablemente se conviertan en un lastre de ahora en adelante.

Repito que con esto no quiero decir que es hora de ponerse cortos, creo que nadie (o muy pocos) tienen la capacidad para predecir un tope de mercado y mucho menos de la economía. Pero lo que si creo es que hay que posicionarse de una forma en que en caso de que estallen los fusibles, no nos quedemos totalmente a oscuras, tener al menos un par de velas guardadas en el cajón y en el mejor de los casos comprarse la batería de emergencia.

 

Este post bien se podría quedar hasta aquí, el corazón del mensaje está en las líneas anteriores. Los que quieran conocer algunas de las razones por las que creo debemos ser prudentes bien pueden seguir leyendo:

 

Desempleo en mínimos

Por un lado, tenemos las tasas de desempleo de los países desarrollados:

Como se observa en el gráfico, en el conjunto de países OCDE la tasa de desempleo se encuentra muy cerca del 5% (5,2% el último dato). Un nivel que ya es inferior al alcanzado en el momento de mayor actividad durante la burbuja de crédito que hubo en el año 2006-2007. Recordemos que en aquel entonces existía un ambiente propulsado por la concesión de hipotecas, que no solo estimulaba la compra de casas, en ese entonces las hipotecas eran usadas para la compra de productos con una vida útil mucho más corta, como lo fueron vehículos, viajes, electrodomésticos y en definitiva cualquier capricho que una hipoteca sobredimensionada podía permitir. El que estemos en un nivel de desempleo inferior al que hubo en ese momento de burbuja de consumo la verdad es que nos hace ser cautos.

El nivel actual de desempleo tiene otra lectura: Una economía al crecer genera empleo, generando un “ciclo virtuoso” ya que una mayor demanda hace que las empresas necesiten más mano de obra para generar más productos, que a su vez generan mayor demanda ya que existe una mayor cantidad de personas ganando un salario, y el círculo continúa. En estos momentos podemos decir que el círculo “está roto”, una mayor demanda ya no generará mucho más empleo, de modo que el aumento de demanda y de actividad económica que se producía por la contratación de nuevas personas ya no va a existir.

 

Márgenes corporativos en máximos

Existe una muy interesante publicación del departamento de estudios de la gestora Bridgewater (probablemente el Hedge Fund más grande del mundo, con más de 160mil millones bajo gestión), en donde podemos observar cómo diferentes factores han llevado a que los márgenes de ganancias de las empresas Norteamericanas (y que se puede usar como muestra de la mayoría de las compañías trasnacionales) estén a niveles que tienen poco margen de mejora, y desde nuestro punto de vista, es más probable que se contraigan de los niveles actuales.

Factores como las tasas de interés y los impuestos que tienen que pagar las empresas han jugado a favor de la expansión en sus márgenes. Además, el porcentaje que se destina al pago de salarios también ha disminuido.

Todos estos factores que han contribuido a la expansión de esos márgenes, en nuestra opinión, tienen poco margen (no pun intended) de mejora. De modo que uno de los factores que han producido subidas en los valores de las acciones, como lo ha sido la expansión de las ganancias empresariales impulsadas por la expansión de sus márgenes tampoco será un factor que “reme a favor” en el futuro.

 

Política monetaria acomodativa

Las tasas de interés que los Bancos Centrales tienen regulada están a niveles muy bajos en los EE.UU. y en cero en la Unión Europea (negativo si tomamos la tasa que “paga”, cobra en este caso, el BCE a las reservas de los bancos en su balance, es decir, los depósitos que hacen los Bancos en el BCE). Esto deja prácticamente sin margen a los bancos centrales para dar estímulo a las economías vía tasas de interés en caso de una caída de la demanda.

Lo que mantiene a los Bancos Centrales “a raya”, es decir, sin subir las tasas de interés y de hecho mantenerlas a niveles muy bajos es la falta de inflación que todavía falta por aparecer en los países desarrollados. En los EE.UU. la tasa efectiva de los fondos depositados en el Federal Reserve que usan los bancos para prestarse entre ellos es del 1,55% y en Europa esta tasa se ubica prácticamente en 0%. Tasas de interés muy “acomodativas” que se ubican por debajo de la inflación, y que tratan de seguir inyectando estímulo a la economía, a pesar de que estemos prácticamente en pleno empleo.

Y esto nos deja con otra lectura interesante: Si la política monetaria actualmente es expansiva, y lo que está haciendo es inyectar adrenalina al sistema económico. ¿Qué alternativas tienen los Bancos Centrales si las economías empiezan a caer? ¿Cómo piensan dar un impulso económico en un escenario en el que los indicadores muestren señales de debilidad y una posible caída en recesión?

Los más probable es que se tenga que recurrir a medidas “no convencionales”, pero que son de difícil aplicación, en especial en el espacio económico común europeo, en donde existen una serie de reglas que las economías de los países miembros deben cumplir. Serán tiempos interesantes que pondrán a prueba las costuras de la Unión Europea.

 

Para cerrar comentar que he querido mostrar solo “motores” que han servido de impulso hasta ahora y que en estos momentos “se están apagando”. Son factores importantes que han servido al crecimiento tanto de la actividad económica, y de las valoraciones y que independientemente de nuestro punto de vista objetivamente están en máximos y ya no sirven como factores de impulso. No he querido entrar en otros indicadores como encuestas entre otros que podrían mostrar un foto momentánea que bien puede cambiar de un momento a otro.

 

Yo en lo particular ya tengo mis luces de emergencia instaladas.

 

Saludos a todos y feliz 2020

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