Los periódicos en algún momento, han dejado de ser el envoltorio del pescado a ser el lugar donde se reúnen los análisis que nos dicen que “la crisis provoca ….”, (rellene los puntos suspensivos con toda clase de efectos). La verdad es que ha llegado un punto donde se le da personalidad propia a la crisis. Lo normal es por supuesto que en un desbarajuste de tales proporciones, surja la famosa manifestación contra la crisis. ¿Cómo no vamos a ir a una manifestación contra la crisis?. Por supuesto tenemos que hacer entender a la menda que ya vale de jugar de esta forma con los banqueros centrales, las empresas, los gobiernos y con las familias. De hecho, yo propongo que no nos limitemos a una manifestación contra la crisis. Yo creo que podríamos denunciarla por los perjuicios causados, desde luego, imponerle grandes impuestos para pagar los daños y por supuesto quitarle su piso. Y eso, porque estoy alegre, ya que normalmente apoyaría una propuesta para ir a su casa y lincharla.
Sólo veo un pequeño problema en esto de manifestarnos, echarle la culpa y reclamarle a la crisis. ¡Ni tan siquiera Hacienda puede encontrarla!. Claro que tenernos a todos ocupados mirando a la crisis, sirve y muy bien para que nos cuelen aquello de “no tiene sentido buscar culpables”. Pues hombre, ¿Cómo vamos a buscarlos?.
Pero bueno. La realidad es que la crisis no provoca ni la morosidad, ni la caída del empleo, ni la caída de las aerolíneas, (por ahora en sentido figurado), ni los problemas de los bancos, ni las penurias de tantas y tantas personas. Y la crisis no provoca esto, porque todas esas cosas y más son los síntomas de algo que no existe, de un fenómeno y de una realidad que provoca esta situación.
Millones de familias en todo el mundo han quedado atrapadas en una situación surrealista durante años de salarios contenidos, en un entorno de especulación masiva en todos los productos básicos y políticas monetarias desquiciadas. Ahora nos encontramos con más de lo mismo, pero debemos añadir las políticas fiscales de auténticos sociópatas.
¿Tiene sentido buscar culpables?. Púes claro que sí. Ya sé que durante un tiempo le hemos echado la culpa a los negritos de Alabama que habían adquirido su piso. Claro que era un poco tonto, creer que la parte más baja de la sociedad estadounidense se haya cargado el sistema financiero mundial. Por supuesto, a nadie se le ocurrió pensar que las personas con menos recursos sean las que antes han caído y que esto no es más que un proceso, en el que van cayendo cada vez más familias.
Ahora que no le echamos la culpa a los negritos, lo mejor es que no busquemos culpables, y esto es otro gran error de los formadores de opinión. Pero es completamente indispensable encontrar los culpables y sobre todo las acciones que han provocado esta crisis.
La manifestación preparada para el 12 de diciembre de 2009, es un ejemplo claro de toda esta situación. ¿Podemos manifestarnos contra la crisis?. Pues es un completo ridículo, porque está no nos va a hacer ni puñetero caso.
Claro que de repente empezamos con el baile de contra quien nos manifestamos y realmente lo que se oye es surrealista. Por un lado, parece que no tiene sentido manifestarse contra las empresas. Desde el PP y desde la CEOE se preguntan por el sentido de manifestarse contra las empresas. La verdad es que yo ya no entiendo nada. ¿contra quién va a manifestarse o hacer una huelga un sindicato sino es contra las empresas?. Es que parece que olvidamos que los sindicatos (por lo menos en teoría) sirven para reivindicar los derechos de los trabajadores ante las empresas. En fin, es normal que se olvide que las huelgas y manifestaciones se hacen contra las empresas. Se puede discutir si las empresas tienen culpa o no de la situación actual, pero vamos, lo que no se puede discutir es que los sindicatos las huelgas las hacen contra las empresas.
Ahora bien, ¿nos podemos manifestar contra las empresas?. Pues claro que sí, existen razones más que suficientes para manifestarnos contra las empresas, ya que al final han sido el instrumento para una curiosa redistribución de la renta, ya que han sido las principales impulsoras y beneficiadas en el corto plazo de una política basada en proteger la oferta y no los mercados, (nótese el matiz). El escándalo de precios imparables y salarios contenidos, ha provocado unos beneficios increíbles en el corto plazo, a costa de acabar completamente con el sistema.
Sin embargo, es completamente cierto que la realidad es que las empresas no han hecho otra cosa que lo que han podido. A veces tenemos que recordar que tenemos sindicatos, gobiernos, partidos políticos y cuatrocientos mil organismos dedicados a la planificación económica, pagados por los impuestos de los ciudadanos y que se supone que estamos pagando para defender nuestros intereses, construir un modelo sostenido y desde luego existen ciertos indicios para determinar que no es que hayan hecho un buen problema.
En este sentido, pues la verdad es que lo triste de la realidad que nos ocupa es que los bancos y las empresas han hecho lo que se supone que es su función: ¡conseguir los mayores recursos posibles!. Tantos que se ha destrozado el sistema. Pero claro, ¿el problema es que las empresas o los bancos, han pedido conseguir proteger sus mercados o conseguir que les demos el boe y la llave de la caja o el problema está en que los sindicatos, gobiernos, oposiciones, y demás instrumentos que pagamos no han tenido la mínima defensa de los intereses de los que nos tienen que defender?.
Esta semana, tenemos que tomar una decisión sobre si acudir a una manifestación contra la crisis organizada por los sindicatos. Y realmente es curioso, ya que me apuntaría a una manifestación contra la empresa para mejorar las condiciones laborales. Desde luego no faltaría a una manifestación contra los sindicatos para que defiendan los intereses. No dudaría en manifestarme contra los sucesivos gobiernos y partidos políticos, para que se dejen de aceptar chantajes, demagogia y se pongan a echarle inteligencia, (como se supone que deben hacer).
Pero ahora me encuentro con una manifestación en la que si voy, los sindicatos van a sentirse apoyados, a la vez que el PSOE se puede sentir apoyado en una política ultraderechista, (eso sí con un discurso muy bonito).
Claro que si no voy, resulta que los que se pueden sentir apoyados son los empresarios, que desde luego pueden seguir con sus extrañas teorías de que bajando los sueldos vamos a salir de una crisis en la que mucha gente no tiene ingresos suficientes, y que para contratar mejor, hay que abaratar el despido.
Si voy, estoy dando un apoyo a unas reivindicaciones que básicamente son que todo siga igual. Si no voy, estoy mandando el mensaje de que todo sea igual.
En fin, la verdad es que personalmente no sé qué es lo que debo hacer ante esta manifestación, que no es más que otra trampa para que todo siga igual. Me manifiesto contra los sindicatos que han permitido todo tipo de absurdos en el mercado laboral a cuenta de una supuesta responsabilidad. Desde luego, yo me apunto a cualquier manifestación contra las empresas, para que se mejoren las condiciones laborales y podamos tener más ingresos.
Por supuesto me manifiesto contra los gobiernos, que han permitido y fomentado un sistema donde se ha producido una redistribución de la renta impresionante de los trabajadores y consumidores a las empresas y sobre todo bancos. Que han permitido un sistema en el que los ingresos no lleguen para vivir. Y que cuando el endeudamiento, (fruto de este desfase), privado se ha acabado, pues se tira de presupuesto público, con la disculpa de políticas keynesianas, (interpretadas de forma muy sui generis), seguir repartiendo recursos para mantener el cachondeo a costa de los impuestos de la gente. Me parece increíble que ahora que D. José Pérez no se puede endeudar, que se endeude España, S.A. para seguir haciendo lo mismo.
Por supuesto me manifiesto contra los bancos centrales, (empeñados en reformar los mercados laborales, sin tocar los financieros que creo que es lo que toca, y aún así se libran de todas). Que no han hecho otra cosa que financiar todo este cachondeo.
No sé si voy a ir a la manifestación, pero alguien debería plantearse lo que va a pasar cuando toda la gente que está agobiada por todos los desmanes de aquellos que están empeñados en no buscar culpables, (¿Por qué será?), decida salir a la calle. ¿Quién va a canalizar este descontento?. Los sindicatos están ahora comprometidos a buscar la paz social, pero la paz social sólo se consigue pensando en la sociedad; no con engaños de este estilo.