El pasado viernes se ha aprobado la reforma del código penal, introduciendo más durezas en las penas y los eufemismos. Entre los eufemismos, nos encontramos con la denominación de prisión permanente revisable, a la cadena perpetua de toda la vida que parece que era inconstitucional. (¡Bendita constitución ésta que tenemos que nos obliga a inventar palabras pero que luego no sirve absolutamente para nada!).
Pero desde luego, lo que nos encontramos es con toda una serie de nuevos delitos, que evidentemente tienen un motivo, aunque no el que parece obvio. Hay dos nuevos delitos sobre los que se ha hecho mucho hincapié y parece que no se entiende demasiado bien.
El primero que nos han metido hasta en la sopa es el de la difusión de las fotos o videos de carácter íntimo, aunque la captación de estas imágenes fuese consentida. Es decir, tratar de penalizar casos como los de la concejal que parece que envió a alguien un video masturbándose, de tal forma que este video acabó llegando a todo el mundo. Evidentemente este nuevo ilícito penal responde a las nuevas tecnologías y a una protección de la mujer, por lo que es difícilmente atacable. Aunque desde luego el que está más contento es el abogado del jugador de futbol acusado de difundir el video de esta señorita, que ha sido acusado e imputado de algo, que a la vista de las declaraciones del ministro de justicia, que nos cuenta que el matiz que “ahora sí” lo que hizo este jugador pasa a ser delito.
Es más, ¿nos quiere decir Gallardón que mientras esto no se tramite y se apruebe podemos difundir sin problemas aquellas imágenes intimas o vejatorias que se hayan obtenido aún con consentimiento previo?. En todo caso, yo aconsejaría a quien tenga la tentación, (y lo siento, pero ya hace falta tener poca educación para enviar estos videos de personas que o significan o han significado algo), que se corte un poco, porque resulta que difundir estos videos, y muchas otras cosas, sin PERMISO PARA LA DIFUSIÓN, es perseguible. Tanto por estos videos, como por ejemplo, lo que nos podemos encontrar si alguien difunde los resultados de nuestros análisis médicos, por mucho de que estos análisis, nos los hayan hecho con nuestro consentimiento.
En definitiva, esta reforma es una tontería para distraer, al igual que otra que es aquella de penalizar los matrimonios forzados. Dejando aparte el hecho de que no creo que exista un problema en España al respecto, y dejando aparte el hecho de que determinados hechos son afortunadamente, cada vez más escasos, lo que está claro es que ya existen ilícitos penales para aquellos actos que consisten en forzar a alguien, (y sobre todo a un menor), para hacer algo que no harían.
Estas dos medidas, son evidentemente cortinas de humo, en un intento claro de que nos cuelen otras medidas y sobre todo para que no preguntemos por lo que en realidad no se está usando;
En este sentido me gustaría llamar la atención sobre otra de las medidas innovadoras, que es la de contemplar el “Negacionismo”. Esta medida se nos ha colado en toda una serie de coartadas para penalizar racismo y actividades similares, pero ¿no sorprende un poco que se introduzca ahora como delito el negacionismo del holocausto nazi?. Desde luego no parece que ahora mismo existan motivos en España para acordarnos de un acontecimiento que ocurrió hace muchos años. Si no se ha negado hasta ahora, ¿Por qué ahora mismo se introducen estas novedades?. La respuesta es muy simple, si nos atenemos a que lo que está haciendo el gobierno es tratar de parar y criminalizar unas opciones políticas que van a surgir a medida que se deteriora la situación. El nacismo en sí, y por otra parte, muchos partidos de extrema derecha han encontrado su sitio en el contexto de problemas en muchos países, que nos llevan a la radicalización de todo. No estamos aún en esta situación, pero lo que está claro es que asistiremos pronto a una radicalización de las opciones, en un entorno en el que cada uno de los ciudadanos tenderá a irse a un extremo. Por tanto, bajo la coartada del racismo, lo que nos encontramos es con una previsión clara de que vamos a tener pronto personas apoyando ideologías que se intentan criminalizar. Lo realmente grave es que no se va a conseguir y de hecho es posible que nos encontremos con lo contrario, ya que a veces el perseguir a alguien, ante el descredito de los perseguidores, es algo que sirve para encumbrar. ¿Cuántos personajes han sido encumbrados por haber sido perseguidos?.
Pero ya que se cierran las puertas, (o se trata), a un lado, también se completan los instrumentos para cerrar las otras puertas, de tal forma que también aparecen los instrumentos para criminalizar las movilizaciones sociales. Se nos habla de convocatorias de violencia y de amenazar a la policía como nuevo caso de atentado, y alguien podrá decir que esto es lógico; pero sin embargo, la violencia, convocar acciones violentas y organizarse para llevar a cabo actos ilegales ya es hoy algo penado. Y por supuesto, lo que no parece que se introduce en el código penal es ningún tipo de contrapeso. Pongamos un ejemplo; Resulta que con motivo del 25-S hemos visto acciones muy desproporcionadas de parte de determinados policías, ¿Se ha hecho o introducido algún delito al respecto?. Nos hemos encontrado con manipulaciones de los datos, cuentos desde las administraciones y desde luego amenazas y todas las dificultades del mundo para que las manifestaciones fuesen autorizadas, (hasta el punto de que tenemos un nuevo eufemismo, similar al recortar, por ajustar, que es el de modular). ¿Alguien responde de esto?. Pues no es una respuesta baladí, ya que incrementar el poder del gobierno, sin tocar su responsabilidad es parte del problema que nos estamos encontrando, y curiosamente nos lleve a que el problema del “negacionismo de los fascismos” sea mucho más ridículo: ¿Cómo vamos a negar un fascismo, si parece que estamos en él y empeorando?.
Pues claramente lo que está intentando esta reforma es penalizar directamente toda posibilidad de hacer algo contra la situación actual. Y ya que estamos, debemos recordar que falta alguna cosita escondida tras las cortinas de humo sobre las que hablaba antes.
¿Se ha incrementado en algo la responsabilidad de los políticos que han tomado y están tomando toda una serie de decisiones que nos llevan al desastre?. ¿se ha hecho algo para penalizar las estafas masivas y a quien las permite?. Es decir, ¿existe algo nuevo para los problemas que percibe la sociedad en su conjunto?. La respuesta es que no, lo que tenemos es una perversión de un código penal que se pretende usar ahora para intentar mantener un sistema que no se mantiene.