Si hay un tema de educación financiera básico para poder disfrutar de una economía personal sana, este es el conocimiento sobre el ahorro. Parece algo sencillo y probablemente haya gente que me plantee la siguiente afirmación:
- Ahorrar es sencillo, gasta menos de lo que ingresas.
Una reducción al absurdo que puede acabar en falacia. Si ahorrar fuera tan sencillo, nadie diría que no ahorra porque no puede. Muchas personas necesitan ahorrar, lo intentan y, al final, no ahorran. Gastar menos de lo que se gana, o ganar más de lo que se gasta, es un arte que requiere de conocimientos y experiencia.
Es más, ahorrar es el camino, pero no la meta para acumular dinero. El dinero pierde valor con el paso del tiempo, el ahorro mengua cada día que pasa. Además de ahorrar en términos nominales, hay que saber ahorrar en términos reales. Es decir, el ahorro debe protegerse de la inflación. Pasar de ahorrador a inversor es la fórmula del verdadero éxito financiero.
Aportar unos ahorros iniciales para financiar la compra de nuestra vivienda habitual es la forma de inversión más conocida por las familias en España. Como norma general, las entidades financieras solo financian el 80% del valor de compraventa de la casa. Si tenemos ahorrado el 20% restante y los gastos de compraventa (otro 10% adicional, aproximadamente), nuestras posibilidades de conseguir financiación hipotecaria se disparan.
- Ahorrar es sencillo, gasta menos de lo que ingresas.
Una reducción al absurdo que puede acabar en falacia. Si ahorrar fuera tan sencillo, nadie diría que no ahorra porque no puede. Muchas personas necesitan ahorrar, lo intentan y, al final, no ahorran. Gastar menos de lo que se gana, o ganar más de lo que se gasta, es un arte que requiere de conocimientos y experiencia.
Es más, ahorrar es el camino, pero no la meta para acumular dinero. El dinero pierde valor con el paso del tiempo, el ahorro mengua cada día que pasa. Además de ahorrar en términos nominales, hay que saber ahorrar en términos reales. Es decir, el ahorro debe protegerse de la inflación. Pasar de ahorrador a inversor es la fórmula del verdadero éxito financiero.
Aportar unos ahorros iniciales para financiar la compra de nuestra vivienda habitual es la forma de inversión más conocida por las familias en España. Como norma general, las entidades financieras solo financian el 80% del valor de compraventa de la casa. Si tenemos ahorrado el 20% restante y los gastos de compraventa (otro 10% adicional, aproximadamente), nuestras posibilidades de conseguir financiación hipotecaria se disparan.
Veamos algunas estrategias efectivas para ahorrar y alcanzar tu objetivo de ser propietario de un hogar.
¿Cómo puedo empezar a ahorrar?
Para ahorrar hay que quererlo firmemente. Entender la utilidad de movilizar riqueza hacia el futuro es fundamental para tener éxito en nuestro propósito. ¿Qué objetivo tiene nuestro ahorros? ¿Qué sacrificios estoy dispuesto a asumir hoy para poder cumplir mis objetivos mañana?
Hay que aprender los fundamentos básicos de la presupuestación individual y familiar: valorar correctamente los ingresos netos actuales y proyectarlos a un futuro más o menos cercano. Un año es una buena proyección de ingresos, laborales, ingresos de autónomo, por alquileres y extraordinarios. Calibrar adecuadamente los gastos que vamos a afrontar es un ejercicio aún más delicado: qué gastos habituales sufrago a diario, qué consumo a la semana y al cabo de un mes, qué costes previsibles voy a asumir cada año y se tienen que prorratear cada mes (seguros de hogar y vida, por ejemplo) y qué partida destino a los gastos extraordinarios (reparación del vehículo, reemplazo de la caldera, etc.).
Hay que aprender los fundamentos básicos de la presupuestación individual y familiar: valorar correctamente los ingresos netos actuales y proyectarlos a un futuro más o menos cercano. Un año es una buena proyección de ingresos, laborales, ingresos de autónomo, por alquileres y extraordinarios. Calibrar adecuadamente los gastos que vamos a afrontar es un ejercicio aún más delicado: qué gastos habituales sufrago a diario, qué consumo a la semana y al cabo de un mes, qué costes previsibles voy a asumir cada año y se tienen que prorratear cada mes (seguros de hogar y vida, por ejemplo) y qué partida destino a los gastos extraordinarios (reparación del vehículo, reemplazo de la caldera, etc.).
Entonces, cuando hayas anotado todos tus ingresos y gastos y los hayas evaluado, establece un objetivo de ahorro mensual. Esta partida debería ser tratada como un gasto más, que se retiene al principio del mes, no al final. La gente piensa que el ahorro es lo que sobra a final de mes y, habitualmente, no queda nada. El ahorro es una decisión que se debe tomar con seriedad y detraerla de la cuenta al inicio de cada periodo.
Contratar una cuenta remunerada para ese ahorro es una buena forma de tener el dinero separado. La remuneración por ese ahorro será una buena motivación para ir ampliando la hucha mes a mes. Si el objetivo a cubrir con el ahorro es a largo plazo, valora invertir en fondos de inversión y otros vehículos financieros, siempre con el asesoramiento de expertos.
Estrategias de ahorro: ¿Cuál me interesa más?
Aquí te traigo algunas estrategias con las que podrás crear tu propio camino hacia el ahorro, para que escojas entre ellas las que mejor te encajen:
- Ahorro automático. Si eres una persona que tiene un control total sobre sus ingresos y gastos, esta modalidad te vendrá genial. En la actualidad, la mayoría de los bancos poseen la opción de transferencias automáticas periódicas. También puedes encontrar pequeñas formas de ahorrar redondeando gastos; así, podrás depositar la diferencia en tu hucha de ahorro.
- Ahorro por objetivos. Además, si eres de esas personas que usan los objetivos como gasolina para llegar a su meta, plantearte un conjunto de ellos, aunque sean pequeños, será una muy buena opción.
- Ahorro por recorte de gastos. A veces, pegar un tijeretazo puede ayudarnos a llegar a nuestros objetivos antes. Por ejemplo, ir menos al cine, comer más en casa y hacer ejercicio en la calle o en tu hogar pueden ser situaciones temporales que a la larga te permitan ahorrar más. Pero, cuidado, un culto excesivo en este aspecto puede deteriorar tu estado de ánimo. Aquí los límites los pones tú mismo.
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Ahorro por aumento de ingresos. Si tienes claro que quieres ahorrar y dispones de tiempo y ganas, puedes considerar aumentar tu jornada laboral o conseguir un segundo trabajo. Eso sí, es recomendable que, como en el epígrafe anterior, establezcas unos límites. Perpetuar esta situación de recorte absoluto de gastos y de trabajo por encima de lo normal deberá ser coyuntural, no un modelo de vida permanente.
En resumidas cuentas, lo ideal sería una combinación de las 4 estrategias: apartar cierta cantidad de forma periódica, trabajar con objetivos, recortar ciertos gastos e intentar ingresar algo más de forma extra.
La relación entre el ahorro y la hipoteca
Para conseguir una hipoteca, hace falta que tengas ciertos ahorros. Por lo tanto, la relación entre estos dos conceptos es directa: están condenados a entenderse.
La cantidad que ahorres para la entrada de la hipoteca tiene un gran impacto en las condiciones del préstamo. En otras palabras, cuanto mayor sea tu ahorro, mejores serán las condiciones que podrás obtener. Además, cuanto más ahorres, mayor será tu participación en la propiedad, lo que hará que pagues menos intereses totales.
Por tanto, no debes confundir la función de la hipoteca. Esta no es suplir nuestra carencia de ahorros, sino ayudarnos a adquirir una vivienda. Los ahorros deberán ser una parte fundamental no solo de cara a conseguir una hipoteca, sino de cara a tener un colchón para imprevistos de todo tipo en nuestro día a día.
Consejos y recomendaciones antes de elegir una hipoteca
Algunos puntos para tener en cuenta antes de elegir una hipoteca son:
- Haz una investigación exhaustiva. Antes de comprometerte y, por ende, firmar una hipoteca, investiga a fondo. Compara varias de ellas para tener una idea clara de lo que necesitas y quieres.
- Calcula el impacto que tendrá. No solo la contratación de una hipoteca debe ser objeto de estudio, sino también sus seguros asociados y los impuestos que ello supone. Además, gastos como el IBI y la cuota de la comunidad, en caso de haberla, deberán formar parte de tu previsión.
- Consulta con un asesor financiero. Antes de tomar una decisión, consulta con un asesor financiero. Será de gran ayuda comprobar si la información que has recabado y las propuestas que has conseguido de los bancos son mejorables o no.
- Prepárate para la firma. Por último, pero no menos importante, prepárate para el proceso. Reúne toda la documentación necesaria y ten un contacto constante con vendedores, banco, notaría e inmobiliaria (si forma parte del proceso). Serán los actores secundarios, aunque no menos relevantes, de una película en la que el protagonista eres tú.
¿Cuánto tienes que ahorrar para la entrada de una hipoteca?
Veamos un ejemplo práctico: queremos comprar una casa de 250.000 euros. Salvo que seamos funcionarios o perfiles muy solventes, lo habitual es que los bancos financien el 80 % de de los 250.000 euros, suponiendo que coincidan de forma exacta la tasación oficial y el valor de compraventa. En caso de que no coincidan, el banco te financiará el 80 % del valor más bajo.
En este ejemplo, supongamos que coinciden. De este modo, para la entrada de la vivienda necesitas un 20 % de ese valor (50.000 euros). Además, hay que tener dinero para los gastos de la compraventa; los gastos derivados del préstamo hipotecario y la hipoteca los asume la entidad financiera, tras la Ley 5/2019 de crédito inmobiliario. Relacionado con la hipoteca, el único gasto que tenemos que pagar es la tasación, unos 400 euros, como referencia.
Luego, tendrás que realizar la escritura pública en la notaría, que lleva un coste asociado de entre un 0,2 y un 0,5 % del valor de la vivienda. Seguidamente, el inmueble se ha de inscribir en el Registro de la Propiedad, lo que supone entre un 0,1 y un 0,25 % sobre el valor de la vivienda. Por otro lado, tendrás que abonar los gastos de gestoría. Si compramos en Burgos, 3.750 euros de ADJ, unos 725 euros de notario, 440 euros de registro y 375 euros de gestoría. Casi 5.300 euros.
Finalmente, llegan los impuestos. Si la casa que compras es de segunda mano, tendrás que abonar en concepto de ITP (Impuesto de Transmisiones Patrimoniales) entre un 4 y un 10 %. Por el contrario, si es una vivienda de obra nueva, tendrás que pagar un IVA del 10 %. Para una vivienda nueva, hay que pagar 25.000 euros de IVA.
Sumando ambas partidas llegamos a los 30.290 euros de gastos e impuestos.
Ahorro total para la compra de una vivienda nueva en Burgos de 250.000 euros: 80.690 euros.
En porcentaje respecto a la compraventa, el ahorro representa un 32,28%: 20% de entrada y 12,28% de gastos.
Como ves, hacer un plan para ahorrar para la entrada de una hipoteca y que el proceso sea un éxito es fundamental. El proceso de firma es el paso final después de haber realizado un análisis del mercado, creado un presupuesto y haberte asesorado debidamente. Con esta organización y planificación, seguro que podrás conseguir tu hogar.

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