En ocasiones, pensamos que ahorrar es simplemente ingresar más y gastar menos. Y, aunque a grosso modo es así, en el fondo no es tan sencillo. En este sentido, el proceso puede ser complejo, especialmente cuando se trata de hacer un plan para ahorrar para la entrada de una hipoteca.
La entrada es la cantidad de dinero que debes pagar al contado al comprar una vivienda. Esta suele representar un porcentaje del precio total sumado a los gastos. Es decir, si una casa vale 100.000€, lo normal sería aportar 20.000€ (el 20%) más los gastos.
En este artículo, exploraremos estrategias efectivas para ahorrar y alcanzar tu objetivo de ser propietario de una casa. Desde reducir gastos diarios hasta abrir una cuenta de ahorro específica. Cada pequeño paso te acercará a tu meta: conseguir tu hogar.
¿Cómo puedo empezar a ahorrar?
Lo primero que debes hacer es estudiar todos tus ingresos y gastos mensuales. Con ello, podrás evaluar cuáles son necesarios y cuáles no. Recuerda que el ahorro es un auténtico reto, por lo que requiere de cierto sacrificio al principio.
Entonces, cuando hayas anotado todos tus ingresos y gastos y los hayas evaluado, establece un presupuesto mensual. Este debe ser realista y es muy recomendable no solo ahorrar a base de recorte de gastos, sino apartando una parte de tus ingresos y sacándolos de tu cuenta diaria. Así, tendrás menos tentaciones de utilizarlos.
Pequeños objetivos pueden convertirse en un gran objetivo a largo plazo, así que ten paciencia.
Si, además de apartar cierta cantidad de dinero mensual, puedes buscar una cuenta remunerada para ese ahorro aparte, será un acierto total. Ahorrar y que te remuneren por ese ahorro será una buena motivación para ir ampliando la hucha mes a mes.
Estrategias de ahorro: ¿Cuál me interesa más?
Aquí te traigo algunas estrategias con las que podrás crear tu propio camino hacia el ahorro, para que escojas entre ellas las que mejor te encajen:
- Ahorro automático. Si eres una persona que tiene un control total sobre sus ingresos y gastos, esta modalidad te vendrá genial. En la actualidad, la mayoría de los bancos poseen la opción de transferencias automáticas periódicas. También puedes encontrar pequeñas formas de ahorrar redondeando gastos; así, podrás depositar la diferencia en tu hucha de ahorro.
- Ahorro por objetivos. Además, si eres de esas personas que usan los objetivos como gasolina para llegar a su meta, plantearte un conjunto de ellos, aunque sean pequeños, será una muy buena opción.
- Ahorro por recorte de gastos. A veces, pegar un tijeretazo puede ayudarnos a llegar a nuestros objetivos antes. Ir menos al cine, comer más en casa y hacer ejercicio en la calle o en tu hogar pueden ser situaciones temporales que a la larga te permitan ahorrar más. Pero, cuidado, un culto excesivo en este aspecto puede deteriorar tu estado de ánimo. Aquí los límites los pones tú mismo.
- Ahorro por aumento de ingresos. Si tienes claro que quieres ahorrar y dispones de tiempo y ganas, puedes considerar aumentar tu jornada laboral o conseguir un segundo trabajo. Eso sí, es recomendable que, como en el epígrafe anterior, establezcas unos límites. Perpetuar esta situación de recorte absoluto de gastos y de trabajo por encima de lo normal deberá ser coyuntural, no un modelo de vida permanente.
En resumidas cuentas, lo ideal sería una combinación de las 4 estrategias: apartar cierta cantidad de forma periódica, trabajar con objetivos, recortar ciertos gastos e intentar ingresar algo más de forma extra.
La relación entre el ahorro y la hipoteca
Para conseguir una hipoteca, hace falta que tengas ciertos ahorros. Por lo tanto, la relación entre estos dos conceptos es directa; están condenados a entenderse.
La cantidad que ahorres para la entrada de la hipoteca tiene un gran impacto en las condiciones del préstamo. En otras palabras, cuanto mayor sea tu ahorro, mejores serán las condiciones que podrás obtener. Además, cuanto más ahorres, mayor será tu participación en la propiedad, lo que hará que pagues menos intereses totales.
Por tanto, no debes confundir la función de la hipoteca. Esta no es suplir nuestra carencia de ahorros, sino ayudarnos a adquirir una vivienda. Los ahorros deberán ser una parte fundamental no solo de cara a conseguir una hipoteca, sino de cara a tener un colchón para imprevistos de todo tipo en nuestro día a día.
Te dejamos las tres mejores hipotecas del mes:
- TIN bonificado:
- 2.7 %
- TAE bonificado:
- 3.18 %
Cuota
desde
688,13 €*
hasta
719,14 €
- TIN bonificado:
- 2.72 %
- TAE bonificado:
- 3.28 %
Cuota
desde
689,66 €*
hasta
728,6 €
- TIN bonificado:
- 2.6 %
- TAE bonificado:
- 3.76 %
Cuota
desde
680,5 €*
hasta
759,00 €
Consejos y recomendaciones antes de elegir una hipoteca
Algunos puntos para tener en cuenta antes elegir una hipoteca son:
- Haz una investigación exhaustiva. Antes de comprometerte y, por ende, firmar una hipoteca, investiga a fondo. Compara varias de ellas para tener una idea clara de lo que necesitas y quieres.
- Calcula el impacto que tendrá. No solo la contratación de una hipoteca debe ser objeto de estudio, sino también sus seguros asociados y los impuestos que ello supone. Además, gastos como el IBI y la cuota de la comunidad, en caso de haberla, deberán formar parte de tu previsión.
- Consulta con un asesor financiero. Antes de tomar una decisión, consulta con un asesor financiero. Será de gran ayuda comprobar si la información que has recabado y las propuestas que has conseguido de los bancos son mejorables o no.
- Prepárate para la firma. Por último, pero no menos importante, prepárate para el proceso. Reúne toda la documentación necesaria y ten un contacto constante con vendedores, banco, notaría e inmobiliaria (si forma parte del proceso). Serán los actores secundarios, aunque no menos relevantes, de una película en la que el protagonista eres tú.
¿Cuánto tienes que ahorrar para la entrada de una hipoteca?
Si tomamos como referencia el ejemplo del inicio del artículo, vas a comprar una casa de 100.000 euros. Tal y como hemos indicado, lo normal es que la financiación sea del 80 % de ese valor, suponiendo que coincidan de forma exacta la tasación oficial y el valor de compraventa. En caso de que no coincidan, el banco te financiará el 80 % del valor más bajo.
En este ejemplo, supongamos que coinciden. De este modo, para la entrada de la vivienda necesitas un 20 % de ese valor (20.000 euros). Luego, tendrás que realizar la escritura pública en la notaría, que lleva un coste asociado de entre un 0,2 y un 0,5 % del valor de la vivienda. Seguidamente, el inmueble se ha de inscribir en el Registro de la Propiedad, lo que supone entre un 0,1 y un 0,25 % sobre el valor de la vivienda. Por otro lado, tendrás que abonar los gastos de gestoría, que suelen rondar los 300 euros de media, pero pueden ser superiores.
Finalmente, llegan los impuestos. Si la casa que compras es de segunda mano, tendrás que abonar en concepto de ITP (Impuesto de Transmisiones Patrimoniales) entre un 4 y un 10 %. Por el contrario, si es una vivienda de obra nueva, tendrás que pagar un IVA del 10 %.
Como ves, hacer un plan para ahorrar para la entrada de una hipoteca y que el proceso sea un éxito es fundamental. El proceso de firma es el paso final después de haber realizado un análisis del mercado, creado un presupuesto y haberte asesorado debidamente. Con esta organización y planificación, seguro que podrás conseguir tu hogar.