Una gran parte de las personas en España tienen una cuenta corriente. Esta es obligatoria para poder domiciliar recibos, recibir la nómina o la pensión, etc. Sin embargo, aunque este es un producto habitual, existen más productos como la cuenta de ahorro. Este, quizás, es menos conocido, sin embargo, ofrece determinadas ventajas. Por eso, a lo largo de este artículo analizaremos cada una de estas cuentas por separado.
¿Qué es una cuenta corriente?
La cuenta corriente de cualquier entidad financiera se destina a ofrecerles a sus clientes la posibilidad de gestionar una gran variedad de servicios: realizar transferencias bancarias, domiciliar su nómina, recibir pagos, retirar efectivo, etc. Por lo general, esta cuenta se vincula a una tarjeta de débito para hacer pagos por internet, usar cajeros para ingresar o retirar dinero, suscribirse a un servicio, etc.
Muchas de las cuentas de este estilo se pueden contratar online, sin embargo, hay que tener presente que algunas tienen una serie de condiciones que, si no se cumplen, pueden hacer que los clientes paguen comisiones de mantenimiento o cierre de la cuenta, por ejemplo. Para evitarlo, hay varias alternativas, aunque algunas pueden exigir la contratación de seguros u otros productos como una cuenta de ahorro.
Cuentas Corrientes destacadas
Existen numerosas cuentas corrientes, pero estos son algunas de las más destacadas del mercado, si quieres ampliar esta información te interesa el contenido de "Mejores cuentas online".
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Cuenta online Sabadell
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Cuenta Corriente Open
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Cuenta online sin comisiones BBVA
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¿Qué es una cuenta de ahorro?
Una cuenta de ahorro es un producto que ofrecen los bancos para que los clientes puedan obtener una rentabilidad por su dinero. Algunas veces, esta es mayor durante el primer año, por ejemplo de un 1 % TAE o TIN, pero después de esos 12 meses la rentabilidad puede ser de un 0,20 %. A pesar de esto, la cuenta generará unos intereses que pueden ser interesantes para los usuarios que la contraten.
La contratación de una cuenta de ahorro puede estar supeditada a tener una cuenta corriente en la misma entidad bancaria, domiciliar una nómina para obtener un interés mayor después de que finalice el primer año y ser nuevo cliente. La gran mayoría de estos productos suelen destinarse a nuevos usuarios que gracias a este tipo de cuentas pueden convertirse en clientes durante un largo periodo de tiempo.
Cuentas de ahorro destacadas
Existen gran cantidad de cuentas de ahorro, pero estos son algunas de las más destacadas del mercado, si quieres ampliar esta información te interesa el contenido de "Mejores cuentas ahorro".
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Cuenta Ahorro Wefferent
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Cuenta remunerada Myinvestor
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Cuenta Ahorro Bienvenida Openbank
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Diferencias entre una cuenta corriente y una cuenta de ahorro
A pesar de que las definiciones anteriores evidencian determinadas diferencias que hay entre una cuenta corriente y una cuenta de ahorro, a continuación, resumiremos algunas de las más esenciales. De esta manera, los clientes podrán elegir de mejor forma cuál es el producto que más les conviene para su situación particular.
Las cuentas de ahorro no se vinculan nunca a tarjetas
Como una cuenta de ahorro está pensada para funcionar como una hucha que, además, genera una determinada rentabilidad, no es posible vincularla a ningún tipo de tarjeta de débito o crédito. Para disfrutar de esto hay que tener una cuenta corriente en la que este tipo de producto suele estar incluido. Con él se pueden hacer compras por internet, retiradas en efectivo, etc.
Las cuentas corrientes tienen más requisitos
Una cuenta corriente puede demandar el cumplimiento de condiciones para que los clientes no tengan que pagar por su mantenimiento. Algunos de ellos pueden ser la domiciliación de la nómina o la pensión, la contratación de algún seguro (de coche, de vida, etc.) y la de mantener un saldo mínimo en la cuenta. Esto no ocurre con las cuentas de ahorro, aunque acogerse a ciertas condiciones puede mejorar los intereses.
Las cuentas de ahorro son productos a largo plazo
A pesar de que con una cuenta de ahorro se puede disponer del dinero cuando así se necesita, la verdad es que es un producto concebido para el largo plazo. Puesto que cuanto más dinero se ingrese en ella y más tiempo esté, más intereses generará y se sumarán al saldo que se mantienen en ella. Las cuentas corrientes, por el contrario, se destinan a las gestiones diarias: transferencias, retirada de efectivo, pagos, etc.
Las diferencias entre una cuenta corriente y una cuenta de ahorro son evidentes, pero ambos productos financieros son interesantes. El primero, porque permite una gestión diaria del dinero y realizar todas las transacciones necesaria; el segundo, porque ayuda a que ese dinero que está inmovilizado genere una rentabilidad sin riesgos. Por muy pequeña que esta sea, al menos, el dinero crece progresivamente.