Los contratos por diferencias, o CFDs, están catalogados como
productos complejos,
adecuados únicamente para clientes profesionales, o para aquellos inversores minoritarios con experiencia en el sector y que sean capaces de entender los riesgos y las características de los
CFDs.
Riesgos de los CFDs destacados por la ESMA y la ABE
- Los CFDs no son productos adecuados para mantener en cartera. No concuerdan con la idea tradicional de inversión de comprar valores y mantenerlos en cartera.
-
Problemas de liquidez. Es posible que los CFDs no tengan liquidez en todo momento, lo que supone un riesgo para el inversor.
-
Apalancamiento. Como comentaba anteriormente en el aviso de la CNMV, una de las mayores ventajas y riesgos es el aplancamiento. La posibilidad de posicionarnos por nominales muy superiores al dinero desembolsado puede dar lugar a grandes beneficios y a grandes pérdidas.
-
Las herramientas de gestión del riesgo como stop loss pueden no ser eficaces ante cambios muy bruscos en el mercado. Es posible que un gap salte nuestro stop loss, dejando al cliente sin una gestión del riesgo adecuada.
- Riesgo de que la orden no se ejecute de forma inmediata.
-
Riesgo de contrapartida asociado a la solvencia de la entidad intermediaria. En muchos casos, la entidad puede ejercer de contrapartida ante órdenes de los clientes, o ejercer sencillamente como intermediario de sus clientes.
Avisos de la CNMV sobre los CFDs
Con motivo de la rápida expansión del mercado de CFDs, la CNMV avisa sobre las consecuencias de la inversión en CFDs y aconseja tener en cuenta ciertos aspectos de los proveedores de CFDs y de las condiciones del producto.
Apalancamiento
La
CNMV avisa, que una de las mayores ventajas de estos productos financieros, es también uno de los mayores riesgos de los CFDs. Hablamos del
apalancamiento que permiten estos productos financieros, que pueden llevar a los clientes a tomar mayores riesgos de los que realmente se quieren tomar.
Publicidad agresiva
Elvira Rodríguez destaca la publicidad agresiva que están llevando a cabo diversas entidades comercializadoras de contratos por diferencias, o CFDs. Destaca que se trata de productos complejos que no son adecuados para todo tipo de inversores, y que para emplearlos de manera segura para el cliente, este ha de contar con experiencia en mercados volátiles y comprender el producto y sus riesgos.
Test MIFID: test de idoneidad y de conveniencia
Los contratos por diferencias, o
CFDs, son
productos complejos que exigen que los intermediaros realicen test de conveniencia a los clientes, con el fin de conocer si los clientes tienen conocimiento de los riesgos que conlleva el producto y si los CFDs son adecuados para el cliente. A continuación les dejo un
ejemplo del test de conveniencia:
En el caso de que la empresa comercializadora también preste servicio de asesoramiento al cliente, el inversor deberá pasar un test complementario al test de conveniencia. Se trata de un test de idoneidad que recogen cuestiones como la situación financiera, objetivos y los conocimientos y experiencias del inversor.
La CNMV avisa que no todos los proveedores de este tipo de servicios cumplen con la normativa MIFID, y no realizan los test a los nuevos clientes.
La CNMV recomienda tener estos aspectos en consideración para que no se repitan problemas similares a los generados con la colocación de participaciones preferentes. Para evitar problemas similares, tiene especial importancia la adecuada aplicación de la normativa MIFID y los test de idoneidad y de conveniencia.