El cruce por excelencia está moviéndose en terreno pantanoso. Tras el imponente gap de la primera ronda de las elecciones francesas, ha subido en una actitud mucho menos dispuesta; con más volatilidad y dirección menos definida.
Esto, por sí mismo, no tendría por qué adelantar un giro bajista, pero si factorizamos el hecho de que muy recientemente ha rebotado desde la directriz superior del canal alcista por el que discurre, y que este rebote bajista ha ocurrido en plena divergencia bajista, ya tendríamos razones para sospechar de debilidad en el precio y analizar el potencial bajista a medio plazo del activo.