El oro está en una situación muy interesante técnicamente, cotizando justo en la confluencia de dos líneas de referencia interesantes.
Por una parte, estamos atacando la directriz superior del canal alcista de medio plazo, vigente desde finales de 2016. Esto justificaría, quizá, una cierta corrección temporal para coger impulso alcista. Por otra parte, vemos una directriz bajista en las inmediaciones, que es la que forma el techo del canal bajista que ha guiado al precio durante los últimos años, desde sus máximos históricos.
Aunque la trayectoria del oro parece empezar a ser alcista, la importancia de esta referencia no debe minusvalorarse, por lo que, juntando ambas influencias podríamos ver al oro tomarse su tiempo antes de romper el canal bajista.