La debilidad mostrada por el dólar en las últimas semanas, ha llevado al par a cotizar por encima de la cota del 1,09, nivel que no se alcanzaba desde que Trump se proclamara vencedor en las elecciones de Estados Unidos. Este comportamiento ha sorprendido a muchos inversores, ya que las expectativas del mercado situaban la cotización del par cerca de la paridad, al considerarse que las políticas de Trump podrían provocar un aumento de inflación y añadir presión a la FED para acelerar las subidas de tipos ya programadas para este año.
El rebote iniciado el día 3 de enero desde la zona de mínimos en el 1,0340, ha llevado al par a recuperar el 5,49 %, hasta la zona de máximos anuales que hemos alcanzado esta semana en el 1,0906. Este rebote ha puesto en peligro la tendencia bajista actual del par, con el ataque a la directriz bajista de medio plazo y que se había iniciado el 3 de mayo de 2016. Esta directriz se ha mantenido como una barrera al posible cambio de tendencia, a excepción del día 9 de noviembre, en el que los resultados electorales de Estados Unidos provocaron un movimiento brusco en la cotización que generó una ruptura en falso.
Este ataque fallido a la directriz que hemos visto esta semana, puede dar lugar a una continuación de la tendencia bajista del par en las próximas sesiones. Además varias señales técnicas bajistas se han activado y pueden dar pie a aprovechar oportunidades en el par.