Banco Santander ha cogido una dinámica alcista llamativa. Después del considerable batacazo de los últimos dos años parece que está consiguiendo rehacerse y, aunque en algún momento veremos una corrección importante, el objetivo claro es la directriz superior, que podría alcanzarse quizá alrededor de los 6 €/acción.
El elemento de la discordia aquí es, precisamente, esta corrección. La intensa y continua subida del último año parece que pide algo de renovación para mantener su dirección, pero no sabemos cuándo llegará ni de qué magnitud sería, lo que dificulta considerablemente la toma de decisiones en este momento.
Podemos esperar a que se materialice antes de entrar o podemos entrar ya y arriesgarnos a quedarnos en negativo un tiempo hasta que se complete. Difícil decisión aunque el potencial de ganancias es evidente y hace que quizá merezca la pena arriesgarse.