Telefónica ha estado cotizando dentro de un triángulo descendente desde principios del pasado año. Con un suelo relativamente estable en la zona de los 7,5 €/acción y una directriz bajista como techo, el valor ha tenido un comportamiento bastante predecible hasta ahora.
En este momento, la acción se encuentra probando la resistencia de los 9,4 €/acción, que es a la vez el último máximo relevante y el punto de encuentro con la directriz bajista. Tenemos, por lo tanto, un doble obstáculo a los avances y una referencia valiosa a la hora de tomar decisiones.
Si vemos roturas sólidas al alza podríamos empezar a plantearnos compras, siempre teniendo un ojo puesto en las siguiente resistencias. Si, por el contrario, viésemos al precio incapaz de romper este techo, quizá tendría más sentido buscar cortos hasta un primer objetivo en la zona de los 8,8 €/acción, aunque no podríamos descartar caídas de nuevo hasta la zona de los 7,5-8 €/acción.