La incertidumbre de los selectivos mundiales no ha pasado de largo por el Ibex, que también está en su propio rango estrecho, principalmente definido en el soporte, que se mantiene firme en los 9.260 puntos.
Las sucesivas pruebas a este soporte han resultado en rebotes alcistas, aunque la recurrencia con la que el precio vuelve al soporte parece indicar que no hay excesiva presión alcista en el valor.
Por ahora no parece que merezca la pena apostar por una dirección definida, pero vigilar los niveles extremos, especialmente el suelo, puede darnos rendimientos interesantes en caso de roturas fuertes.